Pregunta peluda y peliaguda: ¿qué hago si mi gato o perro no quiere comer?
La indiferencia de tu perro ante su carísima comida gourmet te trae de cabeza. Y el desprecio de tu gato por esas latitas de salmón noruego recién salido del mar va a acabar con tus nervios. No quieren comer. Toma aire humano consciente, y celebra la buena noticia: un comedor peludo quisquilloso no nace, se hace.
La pregunta peliaguda es: ¿qué hago si mi gato o perro no quiere comer? Aquí van ocho pasos divertidos, ocho trucos sencillos como calentar las bolitas con agua para despertar los olores o jugar con la comida que animan a perros y gatos sibaritas a comer con placer peludo.
Cada peludo tiene su dieta
La visita a una gran superficie de alimentación para perros y gatos es suficiente para descubrir que tu bola de pelo no es el único comensal de bigotes refinados. Hay comida para jóvenes y senior (a partir de unos 7 años), latitas gatunas ecológicas, bolitas perrunas holísticas, sin cereales, delicias para estómagos peludos delicados, comida terapéutica y hasta productos altos en fibra para glotones (Cabo, el editor peludo de enelnombredelgato.com puede escribir maullidos y maullidos sobre esto).
Sea cual sea la necesidad de tu amigo peludo, descúbrela y déjate aconsejar por el veterinario, pero sin agobios. “Si pruebas una comida equilibrada para tu perro o gato que le va bien, habrás encontrado algo que te funciona: ¡así que quédate con ella!”, aconsejan los dietistas veterinarios Marion Nestle y Malden Nesheim, autores de Alimenta Bien a Tu Mascota (Feed Your Pet Right, Fress Press, 2010), uno de los libros de cabecera en este extenso mundo de las dietas para perros y gatos.
Bolitas calientes para perros sibaritas
¿Has escogido la comida pero tu amigo aún te mira con ojos desconfiados? ¡No cunda el pánico! Aquí tienes el secreto peludo que todo humano necesita conocer: ¡haz sus bolitas más divertidas! Olor, textura y temperatura del alimento son aspectos que gatos y canes sibaritas tienen muy en cuenta. Y, por suerte, también son características que los humanos que vivimos con ellos podemos modificar sin dificultad. ¿La misión peluda que tenemos entre patas? Animar a un animal inapetente para que disfrute de su comida. Tu saco de mimos encontrará las croquetas o latitas más apetecibles si las humedeces con agua caliente. ¿Te preguntas cuál es el misterio? Este gesto sencillo despierta el olor de la comida, ¡y estimula el apetito de tu compañero peludo!
Humano, ¡cambia el rollo, purrrfavor!
No sólo de bolitas viven gatos y perros. «Si un animal no quiere comer, ofrécele comida de texturas diferentes, alterna bolitas secas y latas de comida húmeda, y dásela en horarios distintos», explican los veterinarios de la asociación Cats. ¿La precaución que no puedes olvidar? Asegúrate de introducir el nuevo alimento poco a poco, para no crear problemas de estómago a tu amigo. Un truco tan sabroso como sencillo es mezclar las bolitas con un poco de alimento húmedo o comida fresca, apta para peludos. «Combinar las croquetas del perro con un poco de pollo o huevos cocidos las hace más apetecibles y además relaja al animal», explica el nutricionista veterinario Carlos Alberto Gutiérrez.
¡Guaulalá! ¡Esto es yogur!
¿Y qué hacer cuando el desinterés del perro o gato por su comida es mayúsculo? Los ingredientes novedosos, como el yogur, ayudan. «Podemos ofrecer un poco de yogur natural al gato o perro con su alimento; a muchos animales el cambio de sabores ya les anima a comer», dice la veterinaria Patricia González. El yogur natural en pequeñas cantidades, sin azúcares ni colorantes, además ayuda a que el intestino de tu amigo trabaje mejor, pero antes hay que confirmar que no tiene alergia ni sufre intolerancia a la lactosa.
¿Más ideas peludas, ricas y ronroneantes? La comida de perros y gatos hay que guardarla bien cerrada y lejos de humedades y del sol, para que no pierda olor ni consistencia.
Recetas para relamerse los bigotes
¿Preparado para escuchar los ladridos de tu amigo perruno insultante de felicidad por todo el edificio? ¿Quieres ver el rabo de tu gata vibrar como la antena de un theremín de pura alegría? Prueba a poner una pechuga de pavo a cocer, córtala y desmenúzala en trozos minúsculos si tu comensal es de pequeño tamaño. ¿Cuántos peludos presentes en la sala no tienen los ojos como platos?
Cocinar para el perro o gato en casa es posible, sano y divertido, siempre que no sea su comida habitual, no le atiborres y la supervises con el veterinario para no incluir ingredientes peligrosos como azúcar, cebolla, ajo, chocolate, sal o pasas. ¿Algunas ideas?
Cuece arroz y pollo, por separado, unos 15 minutos, y deja que el arroz se pase un poco. Elige las partes más nobles del pollo, sin grasa, ni huesos peligrosos. Si vives con gatos, reduce la cantidad de cereal al mínimo, ya que su estómago es más carnívoro que el de sus amigos perrunos.
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Buen ambiente: un comedor tranquilo, una conversación suave
Echemos un vistazo a la casa. ¿Dónde está el comedero de tu amigo gatuno o perruno? Tu bola de pelo rechazará la comida si lo colocas en un sitio transitado o frío de la casa, donde no pueda comer con tranquilidad. ¿Vives con un gato? Pues recuerda, además, colocar su comida lo más alejada de la caja de arena que sea posible. Y, mejor aún, también del cuenco del agua.
Tu compañero de fatigas, además, se sentirá feliz por recibir algunas atenciones extras: un poco de conversación suave, un espacio separado donde disfrutar de sus bolitas y pequeñas raciones de alimento húmedo en nuestros dedos para que las lama.
Con la comida peluda ¡sí se juega!
La alimentación de un perro o gato no puede ser aburrida. «El aburrimiento provoca tantos problemas alimentarios a canes y felinos como una dieta no adecuada», explica el veterinario Tony Buffington, de la Asociación Americana de Hospitalizaciones Animales. Los juegos antes de cenar pondrán feliz a tu amigo. ¿Más ideas sabrosas y divertidas para peludos sesudos? Usa comedores puzle, juguetes tipo kong, que liberan bolitas a golpe de mordisco o zarpazo, y esconde parte de las bolitas en sus sitios preferidos de la casa. Estos trucos sencillos estimulan al cazador que todo perro y gato lleva dentro y hacen la hora de la comida más entretenida.
Aquí tienes cinco juegos caseros para mimar a tu perro o gato.
Y, sobre todo, descarta un problema de salud
Hay peludos sibaritas, pero un perro o gato que no quiere comer también puede sufrir una enfermedad o dolor, y hay que acudir al veterinario cuanto antes. La alimentación de tu amigo peludo es muy importante: no la descuides.
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