Desde ‘La Puerta de Tannhäuser’, y en defensa de las pequeñas librerías
La nueva película de Isabel Coixet, ‘La librería’, basada en la novela homónima de Penelope Fitzgerald, ha despertado el interés por las pequeñas librerías. Si al inicio de la crisis fueron muchos los locales que se vieron obligadas a echar el cierre, la tendencia está cambiando, según el Observatorio de las Librerías, que ha presentado su último informe esta semana. Y en este cambio de tendencia ha tenido mucho que ver el nacimiento de pequeñas librerías, más híbridas, con otra forma de trabajar y de relacionarse con los lectores y que están dando la batalla contra la extinción del libro en papel. Hemos hablado con una de ellas, la Puerta de Tannhäuser, situada en Plasencia (Extremadura).
Fundada y regentada hace diez años por la madrileña Cristina Sanmamed y el placentino Álvaro Muñoz, su labor ha merecido el reconocimiento del Ministerio de Cultura, que el año pasado les concedió el Premio Nacional de Lectura junto a otras dos librerías, Letras Corsarias (Salamanca) e Intempestivos (Segovia). Este año, la Junta de Extremadura les ha otorgado el Premio al Fomento de la Lectura. Aunque el mayor reconocimiento les viene de la mano de los lectores, de dentro y fuera de Extremadura.
¿Cómo y cuándo surgió el proyecto? ¿Cómo ha sido el proceso? ¿No fue un tanto arriesgado montar una librería como La Puerta en una ciudad pequeña como Plasencia (poco más de 40.000 habitantes)?
La librería nació como consecuencia de una decisión vital. Tras casi diez años trabajando en distintos puestos de responsabilidad en Madrid que nada tenían que ver con el mundo de las librerías, decidimos emprender un proyecto propio y que fuera plenamente de nuestra creación. Desde entonces, La Puerta de Tannhäuser ha ido creciendo y adaptándose al ideal que teníamos cuando comenzamos. Además de ser nuestra primera experiencia empresarial, no encontramos ninguna referencia cercana ni en ninguna otra ciudad de tamaño similar a la nuestra, así que cierta incertidumbre sí que teníamos. Sin embargo, creíamos en nuestro proyecto y habíamos constatado que la demanda de una librería como la nuestra existía tanto en Plasencia como en otras partes de Extremadura. Lo que sucedía es que nadie ofrecía algo así y muchos lectores tenían que desplazarse a Madrid para poder disfrutar de lo que buscaban. Por otro lado, el buen lector escasea en cualquier lugar, así que nosotros decidimos ir a buscarlo allí donde se encontrara, ya fuera en un pequeño pueblo de La Vera o en Malasaña. Hoy, gracias a las tecnologías y a la eficiencia de las empresas logísticas, la situación física de la librería se relativiza. Gracias a nuestra tienda online (puertadetannhauser.es) tenemos clientes en toda España que nos piden libros regularmente y les enviamos sin cobrar gastos de transporte. No obstante, los lectores de Plasencia y de otras ciudades y pueblos cercanos siguen siendo fundamentales para la librería.
El nombre, esa referencia a uno de los momentos más bellos de ‘Blade Runner’, ya dice mucho de lo que va a encontrar el lector allí…
Cuando alguien a quien le gustan los libros entra en La Puerta de Tannhäuser lo que va a encontrar es una experiencia. No tenemos secciones al uso. La librería está organizada de tal forma que el lector pueda tomarse su tiempo en explorarla, en disfrutar de los colores de las portadas, de las luces de la librería, del olor a libro, té y café, y del jazz que suena mientras hojea alguno de los 9.000 títulos que tenemos habitualmente en la librería, o incluso charlar con alguno de los más de setenta autores y editores que presentan en la librería cada año.
Años después, La Puerta de Tannhäuser no solo ocupa un lugar central en la cultura placentina y extremeña, sino también a nivel estatal. Prueba de ello es que este año habéis recibido el Premio al Fomento de la Lectura de la Junta de Extremadura y el año pasado, junto a otras dos librerías hermanas, el Nacional de Lectura. ¿A qué atribuís vuestro ‘éxito’?
Siempre hemos creído que estar en una ciudad pequeña de una región periférica no debía ser una excusa para no ofrecer la calidad y la oferta que nosotros mismos como lectores demandaríamos de una librería en cualquier lugar. Nuestra librería ha de estar en condiciones de ofrecer en Plasencia lo mismo que ofreceríamos si estuviéramos en Madrid o Barcelona. Esto no es siempre fácil, especialmente en lo que a visitas de autores o editores se refiere, que están habituados a circuitos por grandes ciudades. Por eso creamos junto con dos grandes librerías, Letras Corsarias de Salamanca e Intempestivos de Segovia, La Conspiración de la Pólvora, una alianza que ofrece a los autores una gira de presentaciones en las tres ciudades. Nos une con ellos una idea común de librería y de lo que es ser librero, además de una gran amistad y entendimiento a la hora de trabajar.
Las redes sociales, tan denostadas por un lado, han sido fundamentales, ¿no?
Como hemos dicho antes, hay que buscar al lector allí donde se encuentre y las redes nos han proporcionado un cauce de comunicación con el lector mediante el que podemos realizar nuestra labor prescriptora de libreros aunque no lo tengamos físicamente delante. También han permitido que más gente pueda conocer nuestro trabajo. Además, muchas personas de otras partes de España nos visitan porque nos han conocido previamente en redes. Sin embargo, siempre hemos creído firmemente en una cosa: lo que publicamos en redes ha de ser siempre la realidad. Nadie que haya conocido La Puerta de Tannhäuser mediante redes sociales y que entre en la librería debe salir decepcionado de ella porque lo que hayamos contado o haya visto en las redes de nosotros no sea real.
La Puerta quizás responde así a un nuevo concepto de librería, diferente al tradicional. Las librerías ya no son solo lugares donde se venden libros, sino algo más, ¿no? Organizáis un montón de actividades: presentaciones, encuentros con editoriales. Y justo ayer se falló el Primer Premio de Relatos Puerta de Tannhäuser.
Creemos que la librería ha de estar plenamente integrada en el pulso cultural de la ciudad. La librería no la hacen solamente los libreros, sino también los lectores, los autores y editores que la visitan y hacen de ella un espacio vivo y un punto de encuentro. Por otro lado, vivir de los libros no permite ni un sólo día de relajación. Hay que moverse continuamente para atraer al público hacia las librerías y la lectura, por eso estamos siempre ideando cosas nuevas. Este año hemos organizado el primer concurso de relatos de La Puerta de Tannhäuser. Se han presentado cerca de 200 manuscritos de todas las comunidades autónomas y los relatos premiados son de gran calidad, por lo que estamos muy satisfechos.
¿Cómo hacéis para seleccionar los libros que llegan a la librería? Sobre todo dado el volumen de publicaciones. Me llama la atención vuestro trabajo con pequeñas editoriales, una apuesta de lo periférico desde lo periférico, ¿no?
Nunca hemos aceptado el servicio automático de novedades que ofrecen las distribuidoras y editoriales. En ocasiones no es nada fácil, porque muchas lo consideran casi obligatorio si quieres trabajar con ellas. Hemos preferido, aunque supone un esfuerzo adicional, elegir semanalmente los libros que queremos y no queremos traer a la librería de entre todos los que se publican. Además, apostamos por editoriales independientes. No traemos bestsellers, salvo encargos y lo hacemos no por esnobismo o postureo, sino porque creemos que es coherente con la personalidad de la librería y permite diferenciarla de otros lugares en los que se pueden encontrar con mucha facilidad este tipo de libros.
¿Habéis visto la última película de Coixet o leído la novela de Penelope Fitzgerald, publicada en España por la editorial Impedimenta?
Sí, hemos leído la novela y nos encantó. Es uno de los libros que más vendemos y recomendamos en la librería. De hecho, el 15 de diciembre tendremos a Enrique Redel, editor de Impedimenta, en La Puerta de Tannhäuser y hablaremos de La librería y del resto de su estupendo catálogo. Iremos a ver la película de Coixet.
¿Qué proyectos tenéis de cara al futuro?
Nunca se sabe. Siempre estamos maquinando cosas.
¿Qué porvenir le veis al libro? ¿La gente seguirá leyendo?
Creemos que el libro físico, especialmente el literario, pervivirá, porque los buenos lectores siguen creyendo en él. Además, las editoriales en España, en especial las independientes, están haciendo un magnífico trabajo por ofrecer ediciones bellas y de calidad de autores interesantísimos que la gente quiere llevarse a casa.
Comentarios
Por uwe godoy, el 28 noviembre 2017
No se si llegarán estas líneas a Cristina y a Alvaro, pasé muchas veladas en la Puerta de T. el curso que trabajé en un ies de Plasencia… Desde luego es mucho mas que una librería: es un lugar de encuentro, una parcela de creación, un instante profundo, lento, fértil, auténtico… Volveré. Mientras tanto, os encio un abrazo.
Por Álex Mene, el 02 diciembre 2017
Emocionante proyecto.