‘Revivir el campo’: saludables y rentables agricultores ecológicos
Cuatro casos de éxito en la agricultura ecológica protagonizan el documental ‘Revivir el campo’, impulsado por el joven biólogo y activista Diego García-Vega. Agricultores que apuestan por cultivos ecológicos, que recuperan biodiversidad, se adaptan al cambio climático y que son rentables. Viajamos con él a Navarra, Zaragoza, Teruel y Granada para conocer ejemplos que funcionan.
El documental (de 25 minutos) se estrenó en YouTube en junio y ya lleva más de 61.000 visualizaciones , . García-Vega explica que la idea del documental surgió a raíz de las protestas en el campo en primavera; durante su rodaje buscaba conocer cuáles son los modelos de producción que son sostenibles ecológicamente e investigar cómo se traduce eso en rentabilidad.
Y lo que encontró fue que la agricultura ecológica nos ofrece una perspectiva del futuro. “La realidad económica detrás de esos proyectos nos la encontramos grabando; no es que hayamos ido a buscar los casos de éxito de agricultores ecológicos, que les va bien, sino que realmente lo descubrimos en directo”, nos comenta el joven biólogo.
“El cambio al modelo ecológico implica mucho esfuerzo, valentía y un cambio de mentalidad muy grande y de paradigma”, asegura el director del documental.
Sin embargo, apunta: “Sobre todo después de estos años que llevamos de sequía muy intensa, se ven los resultados positivos y se ve un tema clave: que es una agricultura mucho más adaptada al nuevo régimen climático en el que vivimos”. Para García-Vega, esta agricultura puede aguantar mucho mejor estos años que vienen por el cambio climático y que ya estamos experimentando.
El documental recoge las historias de Antonio, Marcos, Carlos y Miguel Ángel quienes, desde Ejea de los Caballeros (Zaragoza), Bañón (Teruel), Tudela (Navarra) y Ferreira (Granada), cuentan cómo han impulsado soluciones innovadoras para dar respuesta a las necesidades derivadas del cambio climático.
“Sus historias son el mejor testimonio de que, lejos de ser incompatibles, la actividad agraria y la conservación de la naturaleza van de la mano: los modelos de producción ecológicos no solo son mejores para la salud de los agricultores y sus fincas, sino que pueden ser más rentables, reducir los costes de producción, aumentar su soberanía y resistir mejor las sequías”, explica García-Vega, para quien ésta es la mejor opción de futuro para la agricultura, sobre todo para pequeños y medianos agricultores.
Un pionero aragonés
Antonio Ruiz es de los pioneros en Aragón; para él, la razón fue un cambio vital. Antonio es un agricultor jubilado de 72 años de Ejea de los Caballeros que dispone de una explotación de 42 hectáreas de cereal y hortalizas. A principios de los años 90, su médico le diagnosticó una enfermedad pulmonar derivada de los productos químicos que, durante años, había estado utilizando en sus tierras. Ese diagnóstico fue definitivo para convertirse en pionero en la puesta en marcha de la agricultura ecológica y biodinámica en Aragón
El padre de Marcos Garcés, de Bañón (Teruel), ya había empezado con la agricultura ecológica justamente inspirado por Antonio. Cuando Marcos decidió tomar el relevo en la finca, creyó que el modelo ecológico debía ser el principal en su explotación por una perspectiva de futuro y porque económicamente le renta más. Su finca de 400 hectáreas de cereal es un ejemplo de cómo la actividad productiva que desarrolla no solo es compatible con la sostenibilidad ambiental, sino que muestra mejores resultados en términos de rentabilidad y adaptación a las sequías.
Si desaparecen los insectos, nos quedamos sin comer
Carlos Álvarez, de Buñuel (Navarra), trabajaba como ingeniero industrial en una empresa y un buen día decidió volver al campo y cambiar el proyecto de una explotación convencional a otra en ecológico. Cuenta ahora con 85 variedades diferentes de hortalizas y frutales y ha instalado cajas nido para murciélagos y rapaces que le ayudan a controlar las plagas. Carlos es contundente: “Si desaparecen los insectos, nos quedamos sin comer”.
El cuarto protagonista es Miguel Ángel Gómez, de Ferreira (Granada), un productor de almendras de 37 años y director técnico de la asociación AlVelAl, que agrupa a más de 500 socios agricultores en una de las regiones más expuestas a la desertificación de Europa: el Altiplano entre Almería, Murcia y Granada. Implementa la agricultura regenerativa en sus tierras.
El campo es mucho más que producir comida
García-Vega nos sigue contando: “Las nuevas incorporaciones tienen mucho más presente un modelo de producción más agroecológico, tanto por opciones de futuro como porque se dan cuenta de que el campo es mucho más que producir comida”.
El director del documental considera que el cambio de modelo del convencional con químicos y pesticidas a uno ecológico “sí va calando, porque año tras año dan resultados y, al final, lo que importa son los resultados; eso lo ven sus vecinos y hablan de ello y sí que permea”.
Pero los agricultores que quieren pasar a un modelo ecológico se encuentran con que no es un camino fácil. “Son años de pérdidas al principio, hay que cambiar maquinaria, hay que buscar un mercado nuevo y luego muchos agricultores tienen más de 60 años; realizar ese cambio cuando estás a punto de jubilarte y cuando lo has hecho toda tu vida de una forma concreta puede resultar difícil”, comenta García-Vega.
Concluyendo. Con este documental, García-Vega pretende que se vean ejemplos de que el modelo de agricultura ecológica funciona. “Ver cómo funciona el ejemplo es una pieza fundamental”. “Sus historias son el mejor testimonio de que, lejos de ser incompatibles, la actividad agraria y la conservación de la naturaleza van de la mano: los modelos de producción ecológicos no solo son mejores para la salud de los agricultores y sus fincas, sino que pueden ser más rentables, reducir los costes de producción, aumentar su soberanía, y resistir mejor las sequías”.
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