Riechmann y su última llamada al Planeta Tierra

El Planeta Tierra. Foto:

El Planeta Tierra. Foto:

El Planeta Tierra. Foto: Esparta (Flickr Creative Commons)

Va dedicada el ‘Área de Descanso’ de hoy al madrileño Jorge Riechmann, poeta y uno de los referentes intelectuales del ecosocialismo español, que alerta de que no hay mucho tiempo para salvar un planeta atrapado por el capitalismo ‘buitre’ y despeñándose hacia el desastre ecológico.

Vivíamos en el mejor de los mundos posibles, nos creíamos europeos, cuando en realidad nunca habíamos dejado de ser el país de la picaresca y el chanchullo. En el nacimiento de esta crisis, dice Antonio Muñoz Molina en Todo lo que era sólido (Seix Barral), una buena parte del establishment intelectual decidió mirar hacia otro lado.

Desde hace tiempo y a escala planetaria vivimos otra crisis, aún más profunda si cabe, humanitaria y ecológica, y son muchas las voces que nos vienen advirtiendo del riesgo de que, tal vez, no haya camino de vuelta. Es el caso de Jorge Riechmann (Madrid, 1962), poeta y profesor de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, activista y uno de los referentes intelectuales del ecosocialismo español heredero de Manuel Sacristán. Quienes no conozcan la obra del Riechmann ensayista tienen ahora la oportunidad de adentrarse en su pensamiento gracias a El libro de la gran prueba (Baile del Sol), un volumen que reúne conferencias y capítulos de otros libros del escritor madrileño. “La tarea de los militantes y activistas del siglo XXI es tratar de evitar lo peor. Quizás una frase análoga haya sido verdadera casi en cada situación histórica del pasado: pero ahora lo es en un sentido muy especial”, asegura Jorge Riechmann.

¿Por qué dice esto Riechmann? No sólo porque vivamos en mundo cada vez más desigual, donde campa a sus anchas el capitalismo financiero y buitre, desregulado, sino porque el cambio climático y el desastre ecológico provocado por los humanos amenaza con destruir el planeta tal y como lo conocemos hasta ahora. Para algunos, diría este filósofo, la respuesta parece estar en Marte. Pero hay gente que no quiere vivir allí.

Si queremos darle la vuelta a la tortilla, sostiene el autor de Conversaciones entre alquimistas (Tusquets), deberíamos emprender ya, con urgencia, una gran transformación económica y cultural que pasa, entre otras cosas, por el reparto de la riqueza, por un nuevo modelo productivo que no esquilme los recursos, por la autolimitación, el alejamiento del consumismo y la convicción de que es posible ser felices con menos.

Enemigo del nihilismo nietzchiano como doctrina de la postmodernidad (de la que algunos han abjurado más tarde al comprobar sus resultados), Riechmann es un marxista heterodoxo que bebe de distintas fuentes para defender sus argumentos, incluidas las de algunos padres y herederos del mejor liberalismo como Stuart Mill o Isaiah Berlin.

Poeta social, poeta, traductor entre otros de René Char, Riechmann dedica uno de los capítulos del libro a la poesía y se pregunta: “¿Por qué la poesía… Con la que está cayendo?”. Y aporta diez razones, entre ellas, el arte de vivir y el humanismo. El arte de vivir: “¿Qué nos recuerda la poesía? Que lo esencial de la vida, lo que realmente importa, es algo que está más allá de la estadística y de la máquina, de la prisa y de las ocupaciones, del ruido y del progreso: algo que tiene que ver con la respiración, el vínculo y el silencio. Y que ese algo difícil de cerner está siempre ahí”. Humanismo. “El principio del humanismo dice: ningún ser humano, en su vida compartida, es reemplazable. El principio de la poesía reza: ninguna palabra, en su contexto de sentido, es sustituible”.

Coda. Por cierto, más de 200 personas de distintos ámbitos (universidad, ecología, política, cultura, etc), entre los que se encuentra el propio Riechmann, promueven estos días un manifiesto en el que avisan de que quizás nos encontremos ante la última llamada para revertir el desastre ecológico y social.

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Comentarios

  • Nely García

    Por Nely García, el 13 julio 2014

    ¿Por qué no se refleja el comentario?

  • pedro chamarro

    Por pedro chamarro, el 13 julio 2014

    No hay solución, este problema requiere que todos sacrifiquemos bastantes cosas y nadie lo aceptará. Por otro lado están los buitres financieros que tampoco van a cambiar su actitud de manera espontánea. Los poderes públicos, que en teoría son los que deben administrar las soluciones, están al servicio de esos poderosos lobbys a los que les importa un rábano el futuro del planeta, solo su dinero.

  • Ecora

    Por Ecora, el 13 julio 2014

    Hoy día se da el absurdo de que producimos mucho más allá de lo que sería suficiente para cubrir las necesidades de todos y sin embargo permanece la exclusión social y su amenaza, a lo que hay que añadir la insostenibilidad de esa sobre-producción. ¿Por qué elegimos, entonces, esta forma desequilibrada de trabajar que consume el tiempo y la vida emocional de unos mientras otros quedan excluidos haciendo cola, y que ambiciona la ampliación de posibilidades para el futuro mientras degrada su base natural insustituible? ¿Estamos locos o qué nos pasa?
    ‘Tiempo y autonomía’: http://autonomiaybienvivir.blogspot.com.es/2014/06/tiempo-y-autonomia.html

  • il gatopando

    Por il gatopando, el 13 julio 2014

    Uf, abrir un artículo sobre Jorge Riechmann con una cita de Antonio Muñoz Molina es casi tan chocante -¿surrealista?- como abrir un artículo sobre Antonio Muñoz Molina con una cita de Jorge Riechmann.

  • rafael girón galván

    Por rafael girón galván, el 13 julio 2014

    Aunque comparto en cierto modo el comentario de Il Gatopando, leí hace tiempo publicaciones de Riechman y me influyeron positivamente en muchos conceptos que siguen vigentes y que muchos intelectuales de hoy pasan de largo. Me alegro de la nueva publicación. Trataré de leerla.

  • Lobo

    Por Lobo, el 13 julio 2014

    No debería decir nada sobre el libro de Reichmann, porque lo ha dicho todo y de manera acertada, y muy escueta, Pedro Chamorro. De todas las posibles razones para que nada mejore, la principal es la que en la primera línea el propio Chamoro: que todos quisiéramos hacer un sacrificio. Ya deberíamos ser conscientes de que la inmensa mayoría no quiere hacer ningún sacrificio ni siquiera está dispuesto a plantearse es posibilidad, ni siquiera ser consciente del problema. Son individuos de miras muy corta que lo reducen todo al consumismo y al supuesto bienestar del momento. No escucharán nada en sentido contrario. Lo raro, es no darse cuenta de esto

  • a_del carmen

    Por a_del carmen, el 13 julio 2014

    Desde el respeto, al planeta se la bufa lo que hagamos los seres humanos, somos nosotros y solo nosotros los que corremos serio peligro si seguimos así, y el resto de animales, que serán los únicos inocentes en toda esta locura.

  • Carmen Sánchez

    Por Carmen Sánchez, el 17 octubre 2017

    Veo casi imposible que se revierta el cambio climático y el desastre ecológico en los que estamos inmersos. La gran mayoría no quiere que le molesten con problemas. Mejor ser cómodos. No ser seres críticos con la realidad Es la gran conquista del capitalismo y su arma, el consumismo.
    Algo decía Vetusta Morlan en una de sus canciones:
    «Un golpe maestro, quitarnos la sed»
    Yo quiero evitar lo peor. Pero sólo con mi postura individual…..

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