Rubén Pozo y Lichis juntan energías en ‘Mesa para Dos’
Lichis y Rubén Pozo, dos orfebres de la canción, con una amplia y constatada experiencia, una moral a prueba de desaliento y una actitud y entrega que luchan enconadamente contra el fantasma del malditismo, nos presentan su proyecto conjunto: Mesa Para Dos.
Si en algún momento de su época mediática fueron mal interpretados (ni Pereza –la anterior banda de Rubén– fue un grupo exclusivo para alocadas adolescentes, ni La Cabra Mecánica –el combo liderado por Lichis– fue únicamente un grupo de mestizaje mainstream), a estas alturas ya da igual. Arrancaron sus carreras en solitario y, casualidades y causalidades de la vida, ahora defienden esta aventura común, Mesa Para Dos, que pasean sin pena y con gloria, con la cabeza muy alta y las canciones muy sólidas, como auténticos music-work-heroes. Se han pateado todas las carreteras secundarias del circuito de salas estatales y, cuando la Nueva Realidad lo permita, volverán a los escenarios con su disco debut bajo el brazo.
¿Desde cuándo os conocéis?
Rubén: Nos conocemos desde el siglo pasado. Coincidimos Buenas Noches Rose y La Cabra Mecánica en un concierto cuando ellos estaban empezando y nosotros estábamos ya desintegrándonos. A partir de ahí nos hemos ido viendo de cuando en cuando por pura casualidad en circunstancias parecidas.
¿En qué momento surge la chispa entre vosotros para hacer algo juntos?
Lichis: La idea me surge cuando estoy en plena gira de Mariposas y torneos de verano, Rubén acababa de publicar: Habrá que vivir. Conozco a Rubén hace ya muchos años, nos veíamos aquí y allá en diferentes situaciones, las relaciones entre músicos suelen ser tan casuales como intensas. Sentí en el momento que había una conexión artística y biográfica y me atreví a proponérselo. Creo que en el fondo necesitaba tener al lado a alguien de quien aprender, alguien que me estimulase a pisar algo más a fondo el acelerador. Rubén es un artista completísimo, excelente guitarrista y compositor, un talento natural para contar historias y una personalidad de un carisma incuestionable. Me esfuerzo a diario para estar a la altura, es algo que me hace sentir vivo y enchufado.
Rubén: Hace un par de años Lichis me pegó un toque y me preguntó si me molaría que hiciéramos algo juntos. Le dije que sí, claro. Lichis es uno de los GRANDES de la canción en castellano. Eso es así y punto. Yo me sentí halagado de que hubiera pensado en mí para colaborar musicalmente. El plan se basó en empezar a tocar juntos en directo inmediatamente mezclando nuestros repertorios de los discos en solitario que llevamos sacados respectivamente y poco a poco ir incluyendo las canciones nuevas que fuésemos haciendo juntos. Eso hicimos. El colofón del plan era acabar sacando un disco conjunto que nos gustara a nosotros y dedicárselo a nuestros futuros nietos. Esto último salió en abril.
Primero se concretó en el EP ‘Mesa para dos’.
Rubén: Todo nació con la canción Mesa para dos. Lichis me enseñó la primera estrofa y el estribillo y yo escribí otra estrofa y un estribillo sobre esa base musical y puse un motivo musical de guitarra basado en la melodía de voz de Lichis para la intro, reintro y final del tema. Y más o menos ha sido así con el resto de temas. A veces la canción es más de uno o más de otro, o incluso nos damos margen para que tengamos cada uno algún tema compuesto al completo por uno de nosotros.
Lichis: Hemos hecho de todo. Canciones escritas en solitario, letras a medias, canciones entre dos. Nos hemos adaptado muy bien dentro de las personalidades muy marcadas de cada uno. Ha habido buen diálogo también en el proceso de producción en el que las ideas y sugerencias han sido una carretera de doble sentido.
El EP da paso a vuestro primer disco, que acaba de salir. Detalladnos un poco más sobre el debut largo.
Lichis: El disco se llama Mesa para dos (El álbum). Incluye los seis temas del EP más media docena de canciones nuevas: Rock de pueblo, Asco y vergüenza, El hombre orquesta, Carta a mis catorce, Abracadabra y Juguetes Rotos. Las bases de batería, bajo y guitarras se grabaron en directo, en el estudio Brazil, con la banda. Los recordings de acústica, voces, piano y teclados se grabaron en mi estudio (donde se grabó el EP). Cesar Pop se encargó de las teclas. Ha habido apertura a la hora de arreglar, partiendo siempre de la guía del compositor, cada músico ha ido probando y aportando ideas. El disco ha sido producido por Rubén y por mí y ha sido mezclado y masterizado por Ferni Duhalde.
¿Sabéis si Loquillo ha oído su tema? Juega entre la ironía y la honestidad…
Lichis: Leí algo al respecto en una entrevista al Loco. Por lo visto Leiva le puso la canción antes de que se publicara. Parece que no hay problema, ha sido bastante clemente. La canción ha quedado, creo, bastante elegante.
Rubén: Sí, lo escuchó. Lo dijo en una entrevista. Hizo referencia a que él ya es parte del imaginario popular, cosa que es verdad, y que ya hasta se hacen canciones con su nombre. Ah, y que si necesitábamos un psicólogo. El tema es de Lichis, a mí me cogió la segunda cuarteta: “… no escribo una mierda / o lo hago sobre mí mismo / ya no soy poeta / y tengo sueño a las cinco…”, de otra canción que yo estaba escribiendo. “Claro, píllala si quieres”, le dije. Yo creía que iba a ser una canción para su mujer, la verdad, porque él solo tenía el principio “Fuego, ahora ya no es fuego / solo calor del bueno, sincero, sereno”. Y a los días ya vino con el resto del tema. Para mí la canción habla de sentirse pequeño e inseguro y tiene el giro divertido de preguntarse qué haría Loquillo en un momento así, tomando a Loquillo como el paradigma de la seguridad y masculinidad en el humano varón. Resumiendo, una genialidad más de Lichis, de su talento compositor.
Estabais a una media de dos o tres bolos semanales ¿Cómo os afectó la cuarentena?
Rubén: En lo económico, una sangría. A los músicos nos quedaban los directos, así que imagínate. En lo anímico y espiritual, pues un drama para la psique. Irse de bolos los fines de semana me mantiene zen con la vida. En fin, a todo el mundo nos ha pillado esto a contrapelo. Confieso que me estoy desahogando ahora con esta entrevista. Paro ya. Todos tenemos problemas gordos derivados de esto. Entre todos podremos con ello.
¿Trastocó esto los planes de salida del disco y demás?
Rubén: La salida del disco siguió su curso. Avisamos a la compañía de que queríamos que saliera en plataformas digitales en medio de la cuarentena. Por lo menos dar un regalito a los seguidores. Ya habrá tiempo de tocarlo en directo. En seis meses nos vemos por los garitos… o yo qué sé. ¿Alguien sabe algo?
La ristra de bolos de ‘Mesa Para Dos’, hasta el parón del confinamiento, ha venido siendo encomiable… Generalmente vosotros dos solos, ante un público que se va haciendo poco a poco eco de vuestra propuesta.
Lichis: Hacemos un concierto de dos horas en el que mezclamos nuestros respectivos repertorios en solitario, las canciones nuevas recién publicadas, y algunas nuevas según van naciendo. Rubén toca guitarras, bajo, mandolina, armónica y yo voy con acústica y eléctrica mientras toco a la vez con pies y manos un set de percusión que suple la batería. Aparte de estos shows a dúo, hacemos también conciertos con la banda al completo. La banda la forman Joe Eceiza a la guitarra, Dani Patillas al bajo y Mariana Pérez a la batería.
Rubén: Hasta el parón sanitario estábamos haciendo dos o tres conciertos todas las semanas. Completamos el repertorio con canciones de nuestros respectivos trabajos en solitario. Al principio venía poquita gente y cada vez, poco a poco, ha ido viniendo más. Lo que más celebraban es lo que estamos haciendo juntos, las canciones del Mesa Para Dos. Somos una unión un tanto bizarra, pero por lo que sea hemos encontrado nuestros puntos en común y la cosa funciona. Tampoco nos preguntamos cuáles son los mecanismos que hacen funcionar a este monstruo bicéfalo, está funcionando y no hurgamos más en el tema, no sea que se joda.
Lichis, ¿va asimilando la gente el supuesto cambio estilístico?
Lichis: Recuerdo que la primera vez que me viste en directo con el nuevo proyecto me deseaste suerte, y te aseguro que la necesité. Ahora todo se ha normalizado y le gente sabe bien qué viene a ver. Es evidente que con la tendencia revival en plena efervescencia, las propuestas de regreso al pasado son constantes hasta la matraca, y aunque algunas son bastante sustanciosas, no lo hago.
Hay quien dice que lo que haces ahora (en solitario o con Rubén) se llama ‘rock de autor’.
Lichis: Hace poco escuché por primera vez eso de “rock de autor”. Supongo que se trata de separar el rock más barrial o de testosterona y el rock indie actual, del rock americano o inglés en los que el pop, el folk, el blues, etc, son parte esencial o mezcla en el mismo guiso. Creo que hacemos rock con raíz, tanto a la americana como a la inglesa, con el aporte de la tradición de la época dorada del pop y el rock en castellano. No sé si termino de entender o encajar en mis esquemas eso del “rock de autor», tampoco es que me moleste, pero no le encuentro demasiado sentido.
Tu discografía en solitario se compone del disco ‘Modo avión’ y el EP ‘Mariposas and torneos de verano’, ¿estás preparando algo nuevo?
Lichis: Después de nuestro disco… pues sí, ando ahora mismo preparando, con tiempo, mi próximo disco. El camino es hacia delante.
Rubén, tu discografía en solitario va por el tercer disco, ¿Hay nuevos capítulos inminentes?
Rubén: Bueno, la idea es la salida de este disco ahora y –Nueva Normalidad mediante- seguir tocando como estábamos haciendo hasta ahora y, después, cuando ya no dé la cosa más de sí, cada uno volverá a su carrera, su discografía, sus conciertos y tal. Pero de momento tenemos toda la carne puesta en este asador. Lo hemos invertido TODO en esta Mesa Para Dos. Estamos en el alambre a 80 metros del suelo y sin red debajo. De momento no nos hemos caído y el respetable aplaude y vitorea los trucos. Ahora vamos a por el triple mortal con tirabuzón. Redoble de tambores.
Ambos habéis tenido grupos de gran calado mediático-público… ¿Se echa de menos aquel caramelo? ¿Lo habláis entre vosotros?
Rubén: A veces sale alguna anécdota divertida en los viajes, en la carretera y tal, sin nostalgia. Y lo mismo con los proyectos en los que hemos fracasado. No sé, a mí lo que me gustaría es algo en un punto intermedio, lejos de la presión y las mierdas de la fama, pero lejos también de no llegar a fin de mes y de que no vayan a verte más de cinco personas por bolo. Un punto intermedio que no sé si existe en el mundo de la música. Como decía Bukowski, “con el dinero solo hay dos problemas: no tener o tener demasiado”, pues algo así, pero con el nivel de popularidad. Ni muchísimo ni poquísimo.
Lichis: Me voy reconciliando con el pasado, aunque la intención es dejarlo en su sitio. La fama, o el reconocimiento masivo, tienen un precio que, al menos en mi caso, me resultó algo indigesto. Es evidente que echo de menos la estabilidad económica y el mayor confort para el trabajo. Por lo demás todo bien. Olvidas los olvidos, los errores propios y ajenos y sigues adelante igual que lo hiciste siempre, a pesar de los tres o cuatro años de locura en medio de una carrera de 30 años picando piedra.
Comentarios
Por 10 años de Lichis con el efecto maduración en sus canciones, el 15 junio 2024
[…] guardando tomas completas. Se cumplen diez años desde que se publicó ‘Modo avión’, así que Lichis ha considerado buena la fecha para darle este nuevo lustre a su cancionero y, de paso, presentar una […]