Ruta 66, el refugio del ‘rock and roll’ cumple 30 años

Pj Harvey y David Bowie han protagonizado portadas de ‘Ruta 66’.

«Tiempos de rock & rol» reza el lema de la insigne revista, aunque –y ellos lo saben- el rock hace mucho dejó de ser el ‘enfant terrible’ de la cultura popular. Sin embargo, ‘Ruta 66’ revive la gesta y reaviva el rescoldo mes a mes desde hace tres décadas fiel a su estilo, con una marcada y poco comercial línea editorial. Treinta años en los kioscos predicando el buen rock y su (contra)cultura y cobijando a varios de los más clarividentes ‘rock-critics’ del panorama estatal avalan a ‘Ruta 66’ como la publicación más respetada de la prensa especializada musical. Para hacernos eco del muy meritorio aniversario hablamos con los dos fundadores de la revista y entrevistamos a sus dos actuales directores.

El tiempo ha marcado no solo al Ruta como publicación, sino a su fiel lector: o eres del Ruta o eres de los otros. El cofundador Jaime Gonzalo fue consciente de ello desde el principio: «Por supuesto. Era una revista personalista, que peleaba por sus criterios, fueran acertados o equivocados. Nos importaba muy poco de qué pudieran acusarnos. Éramos jóvenes, arrogantes y tozudos… y Ruta era nuestra herramienta para expresarnos. No habría tenido sentido hacerlo con cortapisas». El origen de este predominante gen se remonta a la fundación de la cabecera en Barcelona en 1985, hazaña acometida por dos periodistas y críticos musicales que ya por entonces llevaban diez años colaborando con la prensa musical más digna que había entonces: Popular 1, Vibraciones, Disco Exprés, Star, Disco Actualidad y Rock Espezial.

Ignacio Juliá (Barcelona, 1956) y Jaime Gonzalo (Bilbao, 1957) estaban en el staff directivo de la recién nacida Rockdelux cuando deciden montar su propia revista musical mensual. Ignacio: «Tras la marcha del director del primer Rockdelux, Damián García Puig, a Grupo Z para fundar Primera Línea y otras, intentan ningunearnos en aquella revista, que era otra empresa distinta a la actual, y nos planteamos: o volamos por nosotros mismos o nos estrellamos. No había otra. Así nacen habitualmente estas pequeñas gestas. Y la de Ruta 66, creo, lo es». Jaime remata el retrato de aquella mítica decisión: «A la empresa que entonces era su propietaria (habla de Rockdelux) no le interesaba mi política editorial, de modo que empezaron a acosarme laboralmente. Deposité el asunto en manos de un abogado y le propuse a Juliá fundar nuestra propia revista, con el objetivo de poder trabajar en libertad y escribir de aquello que nos interesara. Las circunstancias decidieron los pasos a dar. Seguramente, de otro modo, Ruta no existiría».

Poco a poco, Ruta 66 halló hueco en el lector, el tándem fundador tenía una visión clara y empecinada de lo que quería ofrecer. «Tanto Jaime como yo», explica Ignacio, «veníamos de leer las revistas francesas, Rock’n’Folk y Best, o los semanarios británicos, NME y Melody Maker, por lo que estábamos prematuramente quemados con la poca enjundia de la prensa musical aquí, que en los 80 se limitaba prácticamente a las fotos a colores y los textos gacetilleros o simplemente propagandísticos. Nuestro único mérito fue ir a la nuestra y pasar de modas y publicidad. En realidad, fuimos reyes tuertos en el país de los ciegos». Jaime añade: «Ruta surgía de muchas cosas y de la nada. Se trataba solo de escribir sobre rock y hacerlo seriamente, sin que eso excluyera humor y provocación. En lo que a mí respecta tenía mi propio concepto de cómo debía ser la revista, aprovechando un hueco de mercado resultante de los cambios socioculturales del lugar y la época».

El número cero salió en octubre de 1985; en portada, un fotograma del vídeo que unía a Bowie y Jagger cantando Dancing in the streets: toda una declaración de principios. Desde aquella, cada nuevo número ha sido otra declaración, un amplio legado cuyas principales figuras de referencia han sido Lou Reed, Velvet Underground e Iggy & The Stooges, y en cuyas páginas han venido encontrando acomodo Garaje, Americana, Punk, New-Wave o Grunge. Además de la revisión histórica de los clásicos del género (el año pasado finalizó con portada para Springsteen) y de otros estilos menos conocidos (Kraut Rock o Noise por ejemplo), en el Ruta se compaginan apabullantes páginas sobre cine serie Z, literatura beat o comic underground. Nunca han faltado las firmas de adalides de la crítica musical. Jaime nos cuenta cómo se fue forjando el staff de una revista que comenzó entera en blanco y negro salvo la portada. «Dios los cría y ellos se juntan. Al principio buscamos firmas de cierto peso para darle cara y ojos a la revista, luego el equipo se fue ampliando por sí solo. Pagábamos poco y mal, cierto, pero dábamos oportunidades a todo el mundo que pudiera aportar algo, o no. También hubo un trabajo de detección de potenciales promesas».

Jaime Gonzalo e Ignacio Juliá, fundadores de la revista Ruta 66.

Tras 22 años de edición, en 2007, la revista Ruta 66, a voluntad de sus fundadores, cambia de dirección. «Eso se decidió», cuenta Jaime, «mientras yo me encontraba recuperándome de un grave accidente que me aprisionó en un hospital durante casi un año. Mi prioridad entonces era evitar que me amputaran una pierna y me pasaba los días bajo los efectos de la morfina. Se me comunicó que económicamente Ruta se tambaleaba, lo cual era cierto, y que yo era responsable de ello. Sería ese el porqué». Ignacio Juliá añade: «No fue en ningún caso por un tema económico, como se ha dicho y publicado por ahí, sino un asunto de agotamiento personal. Nos hartamos del reiterado absentismo laboral y falta de implicación, en los últimos años de la antigua Ruta 66, de Jaime. Exhaustos por tener que comernos los marrones sin la ayuda de un miembro fundador acomodado en su bicoca y desinteresado en el día a día, decidimos cerrar el kiosco y dejar de hacer el primo. Ahí llegó Alfred Crespo al rescate, quien trajo a Jorge Ortega, el actual coordinador. Y refundamos Ruta 66 en color y con una actitud mucho más competitiva, por supuesto conservando la bicefalia original, pues sin los fundadores no sería lo mismo. Así hemos llegado hasta los 30 años. Todavía con fuerza editorial. Somos el refugio del rock’n’roll en estos tiempos virtuales».

Nos quedamos con esa última frase lapidaria y con la presentación de los dos actuales responsables, Jorge Ortega y Alfred Crespo; este último responde gustoso a este cuestionario:

Ruta 66 amplió sus gustos cuando se amplió el equipo directivo, dejó de ser tan selectiva.

Más que sus gustos, Ruta 66 se adaptó al mundo real. Las escenas (garage, sixties, punk y la cercana al llamado Nuevo Rock Americano) que dieron sentido a la revista y su supervivencia se habían reducido a un nivel por debajo del underground. Para seguir prestándoles atención, hay que hacer equilibrios con la actualidad y con artistas más main-stream.

También fue comentado el cambio a color, dejando atrás ese áspero papel en blanco y negro.

Difícil decisión, por cuestiones sentimentales. Pero incluso a nivel gráfico y de impresión, era un problema seguir sin color en nuestras páginas. No existía (y creo que no existe) ninguna revista íntegramente en b/n en el mercado. Y el color ya había ido apareciendo en posters y pliegos de publicidad.

Hay grupos que darían su mejor estribillo por salir en el ‘Ruta66’ y así ganarse los respetos del gremio, ¿Qué consejo les da a estos?

Que contacten con nosotros. Siempre estamos dispuestos a escucharles, a poder ser esquivando esa maldita manía de las descargas, y nos encanta descubrir a gente que tiene cosas que decir, y que sabe hacerlo.

Funcionáis con colaboradores, ¿hay una redacción fija en la revista?

Existe. Pequeña y modesta, pero existe. Aunque la mayor parte de la relación con los colaboradores se mantiene a distancia.

¿En función de qué se elige una portada u otra?

Ya sabes: actualidad, fanatismo y un cierto sentido de justicia histórica, justificado o no.

Portadas de Van Morrison y The Pixies.

Ha habido veces que habéis sacado una tirada con una portada y otra con otra diferente de un mismo número… ¿Por qué ha sido?

Por coincidir en un mismo momento dos lanzamientos que nos parecen recomendables. Se busca que sean diferentes pero que puedan ser complementarias. Lo sentimos por los coleccionistas, pero atrasar según qué portada es situar a determinado disco fuera de su momento.

Mucha gente guardamos la revista como una enciclopedia que no tiene reflejo en la red y que solo existe así, en papel, ¿sois conscientes?

Somos conscientes, amigo: hemos recibido llamadas de socorro por números extraviados, súplicas desesperadas por un ejemplar en concreto… Es lo que tienen las enciclopedias, ¡no te puede faltar un fascículo! Yo llevo 30 años guardando cada Ruta junto al anterior.

Destaca cuando invitáis a las columnas de opinión a artistas, a rockeros que simpatizan con la revista… ¿es fácil lograr que colaboren los artistas?

En general, sí. Hay muchos músicos con puntos de vista muy interesantes que compartir alejados del formato canción.

¿Tienen algo interesante que decir el ‘rockerío’ patrio o sólo hablan “de ellos y lo suyo”?

Como en todo, no se puede generalizar, pero existen mentes muy lúcidas en el rock nacional. Si le sumas pasión y haberse curtido en un panorama tan poco acogedor como es el nuestro, tienes buenos elementos para poner a trabajar las neuronas…

La mezcla de música-cine-literatura enfocado al serie-B y al ‘underground’ son el triángulo que os define, ¿estás de acuerdo? Es evidente que todo con su poso rockero, pero no os quedáis solo en las guitarras…

Claro, claro. Limitarse a hablar de discos es eso, limitarse y mucho. Junto a una buena canción, siempre existe una magnífica película o un libro imprescindible. Y quedan muchos por descubrir, nos han estado esperando alejados de la atención pública y descubrirlos es la hostia.

Está claro que no tenéis competencia, al menos en este país. ¿Qué opinas de la prensa musical actual en España?

Sinceramente, no la sigo.

¿Tenéis alguna revista extranjera de música como cabecera, como ejemplo a seguir para ‘Ruta 66’?

Quizás hace unos años nos influían más, historias como Ugly Things, Bucketfull of Brains, incluso Mojo. Con la ampliación de miras de Ruta 66, supongo que la cosa se ha difuminado un poco. Yo leo siempre Relix…

Entre vuestros colaboradores fotográficos, me gustaría que dedicases unas líneas a Dena Flows, Flowers y Luis Lecumberry y Xavi Mercadé… son unos clásicos, siempre fieles a la ‘Ruta’.

Dena Flows y Lecumberry son magníficos fotógrafos, capaces de aguantar mil y un inconvenientes para lograr captar un instante, un momento especial. Mercadé es la rehostia, el hombre que siempre está ahí, como se le conoce en Barcelona. Miles y miles de conciertos cámara en ristre. Un referente. Lo de Flowers es otra historia, un majareta entrañable que aparece y desaparece. Han rodado un documental sobre él que es pura psicodelia, no os lo perdáis.

Sobre el autor

Kike Turrón & Kike Babas

Los Kikes llevamos escribiendo sobre música y sus alrededores desde hace 25 años. Nuestros inicios fueron en fanzines (el nuestro era literario y se llamó 'Buitre No Come Alpiste'), luego en la prensa musical independiente y ahora en todo medio de comunicación que merezca nuestros respetos. Además hemos hecho radio y televisión, realizado vídeoclips, dirigido ciclos de conferencias, publicado nuestros propios libros de relatos y escrito bellas canciones a través de nuestros proyectos musicales (en la actualidad en los grupos Turrones y Kike Suárez de La Desbandada), también hemos escrito varias biografías sobre grupos de rock de aquí.

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