‘Salvemos nuestro Mediterráneo’ de la mano del explorador Manu San Félix
El Mediterráneo alberga una gran biodiversidad: el 18% de las especies marinas crían y viven en sus aguas, unas 12.000 especies en total, de las que una tercera parte son endémicas. Pero fauna y flora no son los únicos habitantes de sus aguas, 21 países comparten sus costas y a diario millones de turistas se bañan en sus aguas y millones de litros de aguas residuales acaban vertiéndose en ellas. National Geographic estrenó recientemente el documental de Manu San Félix ‘Salvemos nuestro Mediterráneo’ . Una última llamada para que siga siendo un mar de vida.
La situación es crítica: hay cientos de zonas muertas en el Mediterráneo por vertidos de aguas residuales sin depurar, por contaminación y vertidos de crudo, por sobreexplotación de la pesca, por aumento de la temperatura del agua debido al cambio climático y por especies invasoras.
La rica biodiversidad de este mar está en peligro, pero hay soluciones tecnológicas que podrían evitarlo.
“Estamos a tiempo de salvar el Mediterráneo, y recuperarlo antes de que sea tarde e irreversible”, nos cuenta el conocido explorador y biólogo marino Manu San Félix, residente en Formentera.
Más de tres años de trabajo, de inmersiones, de grabaciones y de entrevistas muestran cuál es la situación del Mare Nostrum. La Posidonia oceánica, una planta endémica del Mediterráneo, es un ejemplo del declive, está siendo esquilmada por las anclas de las embarcaciones.
“Hay zonas de Formentera donde se ha perdido el 40% de la posidonia en sólo cuatro años, por las anclas”, afirma San Félix. Esta planta acuática es una luchadora contra el cambio climático, absorbe CO2 y es vital para la fauna. Cada verano, más de 4.000 embarcaciones echan sus anclas en los fondos de las islas baleares, y destruyen esta planta única para el Mediterráneo. En 50 años, ha desaparecido el 30% de las praderas de posidonia del Mediterráneo occidental.
Manu San Félix ha creado una aplicación para que los barcos sepan si se encuentran encima de una zona con posidonia y así evitar que echen el ancla. Posidonia maps es una aplicación gratuita y todas las embarcaciones la pueden utilizar ya este verano. San Félix añade que antes no utilizábamos el móvil para aparcar, pero ahora sí, y en el mar es lo mismo. El Gobierno balear ha anunciado su intención de extender la aplicación y la cartografía de los fondos a todas las islas.
Para Manu San Félix las dos medidas más urgentes que deben tomar los gobiernos son la creación de Reservas Marinas y la depuración de aguas residuales que se vierten al mar. “Sólo el 0,1% de las aguas baleares está protegida, es ridículo, hay que crear reservas marinas y prohibir la pesca en ellas”, explica San Félix a El Asombrario. En 2030, el 30% de los mares debería estar protegido. En las reservas marinas, la fauna se recupera y en los bordes de la reserva aumenta la pesca, por lo que para los pescadores es positivo y para los turistas también, que quieren bañarse y bucear en aguas limpias, explica el naturalista.
En las Islas Medas, la protección es muy rentable, explica el explorador y biólogo marino Enric Sala en el documental; la conservación puede ser un negocio en el Mediterráneo, porque aumenta la pesca alrededor de la reserva y el turismo. Pero menos del 1% del Mediterráneo cuenta con protección.
En cuanto a la depuración, el exceso de nutrientes provoca que proliferen algas que no dejan pasar la luz, lo que supone una disminución de la comunidad biológica que vive en el fondo del mar, algo que está ocurriendo con los caballitos de mar en la costa de Murcia, que están desapareciendo. San Félix indica que todos los países mediterráneos suspenden en depuración de aguas. “Se han construido hospitales, aeropuertos, carreteras, pero en depuración, las instalaciones son de los años 70. Es una asignatura pendiente, y hay que solucionarlo ya, porque estamos intoxicando el Mediterráneo”, subraya.
Entre los proyectos para salvar nuestro mar, el de Pierre-Yves Cousteau, hijo del famoso explorador, que ha impulsado una red de submarinistas aficionados que actúan como centinelas del mar. Cada año más de 10 millones de buceadores se sumergen en las aguas de todo el planeta y pueden recabar datos de la situación de cada zona. El proyecto Cousteau divers se creó en 2009 y se basa en la filosofía del naturalista: amamos lo que conocemos.
A los ciudadanos y consumidores, San Félix les pide que reciclen, al menos vidrio, papel y plásticos. El 95% de los residuos que se encuentran en el Mediterráneo son plásticos, y hay una alta densidad de microplásticos, que acaban en el estómago de muchos de los peces que luego consumimos. “Es necesario que haya sentido de la moderación, en el consumo, en la movilidad, en la energía” y “la justicia social y la conservación de la naturaleza tienen que ir de la mano”, añade.
Más ideas contenidas en Salvemos nuestro Mediterráneo. Los desperdicios de comida son un ejemplo del sinsentido del consumo. Cada día, los descartes de pesca se miden en miles de kilos. Ángel León, chef del restaurante Poniente en el Puerto de Santa María, prepara sus platos a base de esos descartes de pescado, lo que nadie quiere lo convierte en embutidos marinos. Además, para León el futuro de nuestra alimentación pasa por el plancton, y está investigando cepas recogidas en el mar y sembradas en acuicultura para luego cocinarlas.
Para el científico Carlos Duarte, es necesario un cambio de modelo de consumo y de sociedad basado en las energías renovables, no sólo por nuestros mares, sino por nuestra propia salud.
Respecto a las empresas, San Félix apunta: “La sensibilidad de las que tienen la capacidad de influir va aumentando”, pero “hay que convertirlos y educarlos”, porque recuperar el Mediterráneo es tarea de todos.
“Estamos a tiempo de salvarlo. Tenemos el conocimiento y la tecnología para hacerlo”. “Mi sueño”, concluye, “es que en 10 años podamos tener un mar Mediterráneo prístino y hay que hacerlo de forma urgente”.
COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.
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