San Antón y ‘San Nicolás’, el perro que no quiso morir a pesar de los mil maltratos
Hoy, 17 de enero, es San Antón, patrón de los animales, fecha grande para ‘El Asombrario’. Este año subrayamos la importancia de este día con un homenaje a Nicolás, ese perro -mitad mastín mitad pastor alemán-, salvajemente maltratado en Asturias y que fue encontrado moribundo en Navidad.
Al perro Nicolás primero intentaron matarle de hambre. Como no se acababa de morir, el muy cabrón, se liaron a hostias con el bicho y, no contentos con eso, le arrojaron metido en una bolsa de basura a un contenedor, en el barrio ovetense de La Manjoya. No se sabe cómo se llamaba antes Nicolás, medio mastín medio pastor alemán; le pusieron este nombre después, porque fue hallado cerca de Navidad. La Policía Local lo encontró metido en una bolsa, dentro de la que se adivinaba la débil respiración de un gorrión, medio muerto, con el cuerpo lacerado y famélico, el cráneo hinchado y fracturado, los párpados amoratados, los ojos rojos de sangre, el izquierdo perdido para siempre. Ahí le habían dejado, agonizante…, a ver si se moría de una puta vez.
Tampoco se sabe quién fue el torturador de Nicolás. Las leyes de maltrato animal prevén sanciones de hasta un año de cárcel para este tipo de delitos (por el artículo 337 del Código Penal); es todo un progreso, aunque el partido animalista (Pacma) dice que es insuficiente y que pocas veces se aplica. Hace falta, además, un marco nacional que armonice las diferentes legislaciones autonómicas. Además, este año España se ha unido al Convenio Europeo de Protección de Animales de Compañía. Al menos una persona ha sido encarcelada por maltratar a los animales: Carmen Marín, la expresidenta de la perrera de Torremolinos, condenada el pasado noviembre a tres años y medio por un caso espeluznante: el sacrificio masivo de mascotas, hasta 2.200 perros y gatos, en auténticas sesiones de exterminio. Según el juez, los motivos fueron económicos: haciendo hueco en sus instalaciones podía ingresar más animales y hacer más caja.
Cuando hablamos de estos casos, a veces se piensa que hablamos solo de animales, que no podemos preocuparnos por ellos como si fueran personas. Los animales sienten y sufren como nosotros y por eso a los malnacidos que se ensañan de forma inhumana con animales indefensos y candorosamente inocentes (incluyamos aquí festejos populares) deberían ser perseguidos y penados con la mayor contundencia. Por ejemplo, además de otros maltratos más abordados por la opinión pública y combatidos por las asociaciones (el toreo, por supuesto, sigue siendo legal y los toreros no van a prisión), en España cada año se da el terrible caso del abandono, maltrato y hasta ahorcamiento de miles de galgos tras la temporada de caza, cuando ya no resultan útiles. A algunos les arrojan a pozos. Volverá a ocurrir muy pronto, en febrero. La caza con galgo ya ha sido prohibida en países como Alemania, Bélgica y Reino Unido. En España hay registrados 190.000 galgueros.
Pero no, no se trata solo de animales. Porque cuando hablamos de matar de hambre a Nicolás, de darle de hostias como a un saco de arena hasta dejarle sangrando por los ojos, de arrojarle como basura a un contenedor, no estamos solo hablando de un atentado contra un pobre perrito peludo, estamos hablando de un atentado flagrante contra la propia especie humana, contra cualquier esperanza y compasión que esta pueda albergar.
Como ciudadano me siento agredido por los bárbaros que abusan con violencia brutal del más débil, contra un ser que solo puede mirarles con esos insondables ojos llenos de pena, con la lengua fuera, jadeante, y que no entiende los porqués, por qué le pegan, por qué no le quieren…, por qué no le quieren vivo.
El progreso moral de una sociedad también se mide por el trato que da a sus animales y estos individuos gratuitamente violentos lo tiran, en una bolsa de basura, dentro del contenedor de nuestras vergüenzas. Nicolás, perritín tuerto, bestia de pelo canela: aguanta mucho y sigue siendo espejo de nuestras miserias.
Comentarios
Por José Luis Rodríguez Espinosa, el 17 enero 2018
Precioso artículo. Pone los puntos sobre las íes del maltrato y la vergüenza que sentimos los demás humanos de esos que se denominan ‘seres humanos’… hermanos nuestros y que lo único que son es una amalgama de odio, prepotencia, frustración, etc., al no poder sentir la empatía verdadera que caracteriza a los verdaderos humanos.
Por Javier Álvarez, el 18 enero 2018
Son animales que su psique está muy por d bajo de ser humana son auténticos homínidos que buscan en la violencia loque su mente perturbada le niega ….. Había que pillar al que fue que pagara con cárcel
Por Rucutú Racatá, el 17 enero 2018
Lo digo claro, ojalá el que le hizo tal barbaridad a este pobre animal sufra con creces lo que le ha hecho y muera, sí muera como se merece
Maltratar a personas adultas ya da asco, pero hacerlo con niños o animales que no pueden ni saben defenderse es de lacra, escoria humana. Con gusto me ponía delante de este deshecho
Por Mari, el 18 enero 2018
Y yo te acompañaba…..rabia es lo q siento
Por María Luisa, el 17 enero 2018
No suelo decir que odio, pero en el caso del maltrato animal, esa palabra, odio, me sale de lo más profundo. Tres perros y cuatro gatos, han sido a lo largo de 30 años y en diferentes etapas, la compañía que hemos disfrutado en mi familia. Y todos, todos, hemos sido felices y agradecidos. Al maltratador humano y animal hay que apartarle de la sociedad. Saludos desde Cantabria.
Por Caleb, el 17 enero 2018
Gracias Txe.
Por montserrat, el 17 enero 2018
Gracias por acordarte de los que no se pueden defender. A los que maltratan animales indefensos maltratan a toda la sociedad, La esperanza es gente como tu que no olvida y, ojalá que todos los pobres perretes como Nicolasín encuentren gente que les quiera . Amén
Por Alex, el 17 enero 2018
Un articulo triste, reflejo de la crueldad de muchas personas. Que haran estos personajes cuando se enfadan con sus familiares?
Por Javier Álvarez, el 18 enero 2018
Tú qué crees ??? No me gustaría ser el hijo de tal indeseable
Por Constanza Villamil Alvarez, el 17 enero 2018
Penas fuertes para estos desalmados, escoria humana. A qué esperamos? No a todo maltrato animal incluyendo la llamada fiesta taurina, el toro embolado,y la caza.
Por Beatriz, el 17 enero 2018
Pobrecito. Habria que hacerselo a ellos…
Por Flora, el 18 enero 2018
Si es que hasta cuando son los animales los que sufren, el humano tiene que estar ahí metiendo baza para decir que él es la víctima. Pues sí, terrible suerte la de este pobre nicolás, pero también terrible suerte la de los millones de animales que mueren masacrados en un matadero cada día, para degustación de muchxs. Madres separadas de sus hijos a quienes roban la leche, animales despedazados vivos (un tercio de los que pasan por el matadero) y cuyas vidas son sesgadas a lo que equivaldría matar a una persona a los 16 años. No, el humano no es la víctima, es el opresor.
Por Helena, el 18 enero 2018
Un gran artículo. Gracias. Gracias por defender a los indefensos. Hay esperanza. Entre tanto mal hay gente con corazón.
Por Esther, el 18 enero 2018
Yo guía una tienda a comprar comida para mis gatas.Habian 5 conejos,de tres meses como eran grandes ya nadie los iba a comprar ,y los tenían para dárselos a la serpiente de la tienda.Solo me lleve dos y con el corazón encogido pensando en los tres que no podía llevarme.Llevo más de un año,con ellos.Y los cuido lo mejor que puedo.Fue mi responsabilidad llevármelos es mi responsabilidad cuidarlos.Si quieres animales es para quererlos y cuidarlo como uno más de la familia.Y cada mañana les doy los buenos días ,cuando les limpio el patio y les pongo su comida.Y de las gatas,ni que decir ,que son las mimadas de la casa
Por Esther, el 18 enero 2018
Mi gata,cuando se enfada con nosotras,caga fuera de la caja.Pero como no lo vemos,no le podemos reñir,porque no entiende ese regaño.
El día que sí lo veamos será cuando sepa que está mal hecho y sabrá a que viene ese regaño.Para tener un animal en casa ,tienes que saber cómo tratarlo y como cuidarlos
Por Andres, el 18 enero 2018
Castigo ejemplar ya, ojalá que esa o esas personas sufran con creces ese sufrimiento toda su puta vida
Por Joana, el 18 enero 2018
Gracias inmensas por tu artículo y gracias a todos los que defienden cualquier animal de la locura cruel desquiciada y vergozante de mal llamados «humanos».
Por Elio Milay, el 18 enero 2018
Gracias, Sergio. Y gracias a Flora, por su participación en la sección de comentarios, recordando los animales a los que ni siquiera menciona en su artículo. Los animales «de consumo», que por existir para acabar en el estómago de nuestra malnacida sociedad, no merecen ni que se les mencione cuando se trata de defender a los animales «maltratados». Que me digan a mí qué diferencia hay. Si yo fuese cualquiera de ellos, no vería ninguna. Pero la empatía acaba donde empiezan las costumbres del comer. Y nos parece fatal que se coman a los perros en el sur de Asia, pero aquí se explota y devora a otros animales por millones sin atisbo de vergüenza. Hipocresía de la peor especie.
Por Claudia, el 18 enero 2018
Me encantó leerte. Soy del otro lado del mundo pero coincido totalmente con tu sentir. El trato que damos a los animales define el grado de evolución de una sociedad y también creo que nos define como persona…!
Por Sandra palacios, el 18 enero 2018
Que tristeza que haya personas resentidas y sin escrúpulos, son una vergüenza para la humanidad. Al menos este animalidad tiene una segunda oportunidad y a gente que lo quiere pero a la persona que haya hecho esto no habrá ni perro que le ladre al infeliz.
Por Jennifer, el 18 enero 2018
Menudo h de la gran p…
¿Por qué no se dio de cabezazos contra una pared en vez de maltratar al pobre animal?
Penas más gordas tendría que haber por estas cosas. Vergüenza da lo que algún ser humano (por llamarle de alguna manera) es capaz de hacer a un ser vivo.
¿Sabe alguien que ha pasado con el «perrete»? Lo ha adoptado alguíen
Por Clara, el 20 enero 2018
El perro lo adoptó una persona enseguida, pero a los pocos días lo devolvió al albergue porque tenía otro perro en casa, un mastín, que lo atacó.
Parece ser que ahora otra familia lo ha adoptado desde hace pocos días y está en su nueva casa en las afueras de Oviedo. Hay otro perro en casa pero de tamaño pequeño y parece que se llevan bien.
http://www.lne.es/oviedo/2018/01/20/nicolas-perro-apaleado-manjoya-vuelve/2225628.html
Espero que esta vez todo vaya bien y Nicolás encuentre una buena familia.
También contaros que la policía llevo al perro a La Manjoya, el lugar donde apareció, por si podía indicar alguna pista de cual sería su casa de procedencia, pero el perro dio varias vueltas para volver siempre al contenedor donde lo encontraron.
Por Emilio, el 30 marzo 2018
Son unos luchadores… yo sigo a este hospital veterinario https://hvvalenciasur.com/blog/ al que además de pacientes con casos extremos llegan perros muy maltratados y que consiguen hacer milagros con su estado pero no dejo de pensar como hay alguien capaz de hacerles semejante daño cuando no hacen más que darnos muestras de cariño y amor incondicional.
Por Francisca, el 03 mayo 2021
Hacerles lo mismo a estos salvajes,que hacen a los animales tanto mal,creo seria más que justo y necesario.