En esta serie los protagonistas son sapos, lechuzas y camaleones
‘Cuaderno de Campo’, la nueva serie de los domingos en La 2, recupera en 13 capítulos la fauna ibérica con el foco puesto en la divulgación de la biodiversidad del país. Para promover su conservación a través del conocimiento. “Para resaltar la belleza de seres tan increíbles como las mantis religiosas o intentar despertar la pasión por algo tan cotidiano como un sapo”.
La belleza del sapo y del escorpión, de la lechuza y del lobo, de una cabra montesa o un camaleón… Ahí se dirige la mirada de la nueva serie Cuaderno de Campo, estrenada para las tardes del domingo en La 2 (TVE), que recupera en este espacio esa naturaleza que tenemos muy cerca y la mete en nuestra casa para recordarnos lo hermosa que es nuestra fauna, de lo más diminuto a lo más grande. Se trata de la nueva apuesta de la cadena pública por el medioambiente y en ella su director, el naturalista y documentalista Juan Antonio Rodríguez Llano, se convierte en un personaje más del paisaje con el ánimo de atraer, con humor y conocimiento, a un público variopinto hasta ese mundo de la observación que hemos olvidado.
El primer episodio, emitido el pasado domingo sobre la cabra montesa, ya sirvió de presentación de un programa que tiene detrás muchos meses de trabajo en equipo, a los que se suman 30 años de experiencia en documentales sobre fauna por todo el mundo. “Sí, tenemos mucha experiencia acumulada de documentales más tradicionales sobre animales, y contamos con equipos humanos y materiales muy potentes para ello, pero en este proyecto hay un presentador, que soy yo, y no está dirigido a un público ya interesado en la naturaleza. Hoy es imperioso que toda la sociedad abra la mente y conozca la riqueza que tenemos en patrimonio natural porque es innegable que cada vez está más en peligro por la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, los incendios… Y es preciso que más ciudadanos exijamos su conservación, pero para hacerlo primero hay que conocer lo que tenemos. Se trata de recuperar nuestra relación con los animales, porque así se fomenta un mensaje de respeto hacia ella que es fundamental”, nos argumenta Rodríguez Llano.
El día de la presentación de la serie, en Madrid, le acompañaba el también reconocido naturalista Jesús Garzón (Suso para sus amigos), al que presentó como su maestro y quien, a sus 80 años, lo ha sido de muchos otros conservacionistas en el mundo ambiental español. Suso nos dibujaba el escenario poco halagüeño en el que se presentan estos primeros 13 capítulos: “Comencé muy joven con el anillamiento de aves y sigo activo porque la situación es muy crítica y no hay suficiente relevo generacional. He vivido cómo hemos perdido 50 años en la preservación de nuestra naturaleza , nos ha arrollado la mercantilización de todo: el agua, el aire, los alimentos… Hoy tenemos que hacer mucho magisterio para que en 2030 haya un relevo en el cuidado del medioambiente, cuando algunos ya no sigamos en ello”, señalaba. Inmerso ahora en la defensa del pastoreo, recordaba que el 23 de octubre volverá con las ovejas trashumantes a recorrer las calles del centro de Madrid.
Y es que ese día excepcional, en el que el ganado vuelve a pasar por vías pecuarias hoy inmersas en la gran ciudad, es también un recordatorio al mundo urbano de lo que es el campo, ese lugar que no está ahí solamente para alimentarnos y pasear, sino que es un gran territorio lleno de vida en el que es necesario pararse a escuchar, observar, reflexionar, quizás para dibujar en un cuaderno como los que aparecen en la serie y, en definitiva, disfrutar de las señales que sus muchos habitantes nos dejan, aunque casi siempre sean invisibles a nuestra mirada.
No lo han sido para las cámaras de la serie Cuaderno de Campo, que durante un año han recorrido montes, cerros, quebradas y ríos para captar esos momentos que solo se consiguen con infinita paciencia. “Trabajamos cerca de un año grabando para estos 13 capítulos, casi todos cerca de nuestra sede, en el municipio de La Granja (Segovia), porque tenemos un lugar privilegiado al lado, como es la Sierra de Guadarrama, pero también hemos viajado a Málaga, León, Huesca, Gredos, Santander…, siempre pensando en la estación que era más propicia para cada animal”, señala su director. Son 13 historias sobre 13 especies que esperan tengan continuidad a lo largo del tiempo.
No esperen ver en estos capítulos dominicales el reflejo de los impactos que insectos, mamíferos o aves sufren hoy en los diferentes territorios debido a la acción humana. No están en su guión, aunque sí en su objetivo: “Al plantear la serie, nos preguntamos si queríamos hablar de la contaminación, los incendios o los pesticidas, y decidimos que preferíamos centrarnos en dar valor a especies y resaltar la belleza de seres tan increíbles como las mantis religiosas o intentar despertar la pasión por algo tan cotidiano como un sapo. Queríamos contar historias sobre sus comportamientos y su papel en los ecosistemas y acercarlos a un público muy diverso con apoyo de un personaje que en cada capítulo comienza siendo muy peliculero, con sentido del humor, que lo que busca es establecer una relación de cercanía con los espectadores”, explica Rodríguez Llanos.
Y es que, con sus disfraces, nos presenta al camaleón como un auténtico espía al estilo de James Bond, a la lechuza como la amiga del mago Gandalf de El señor de los Anillos o a las cigüeñas como unas viajeras al estilo de Thelma y Louise, para dar paso después a imágenes que son el espejo de esa extraordinaria diversidad de especies que tenemos en la península –más adelante tienen previsto viajar a los archipiélagos–, y en esos momentos que no son fáciles de ver pero forman parte la vida silvestre cotidiana, como es la caza de un ratón por parte de una lechuza en un establo o la tensa situación que genera la lucha por la comida entre una loba y su lobezno más rebelde. “Es curioso, porque hay momentos que nos parecía que iban a ser muy difíciles de conseguir, como es la cópula de una mantis y cómo se come después al macho, y que las logramos en poco tiempo, mientras que tuvimos que estar una semana entera para grabar a cabras montesas en Gredos, en el último momento, cuando se sabe que se ven con relativa facilidad hasta desde las carreteras. Pero la naturaleza es así: no la controlas”, comenta Rodríguez Llano.
Cuando se le pregunta por qué no hemos tenido continuidad en programas de este tipo en las televisiones españolas, que pongan en valor nuestra riqueza natural, el documentalista vuelve la vida al pasado: “Félix Rodríguez de la Fuente nos puso el listón tan alto que los que han llegado después han tenido muy difícil alcanzarle. Tras él hemos tenido a Joaquín Araujo, Borja Cardelús, Luis Miguel Domínguez… Todos han hecho cosas muy interesantes, pero no han llegado a enganchar a la sociedad como lo hizo Félix, que sigue siendo el referente. En otros países sí han tenido a lo largo del tiempo esos personajes muy carismáticos que acaban convirtiéndose en la cara de la naturaleza, pero aquí no tuvo relevo. Aún hoy Félix es inalcanzable, pero debiera darse una vuelta a esto y reencontrar ese link. Frank de la Jungla sí ha conseguido su público y logrado enganchar a muchos niños, pero se pueden hacer más cosas. Ojalá tengamos éxito y hagamos 10 temporadas más”.
‘Cuaderno de campo’ puede verse los domingos a las 19.00 h. Y en TVE a la Carta.
No hay comentarios