Sorprendente Mike Leigh: del cine social a la comedia musical
Mike Leigh, el comprometido director británico de cine social, y que recientemente ha estrenado ‘Mr. Turner’, ya se adentró en 1999 en el género histórico en ‘Topsy Turvy’, que además partía de un musical extraordinariamente divertido, ‘El Mikado’. No se estrenó en nuestro país y hoy ‘Viernes de Cine’ trae esta película como una sorpresa, una genial curiosidad de regalo de Navidad.
En 1880, en Londres, el empresario Richard D’Oyly Carte compró el edificio hasta entonces conocido como el Beaufort Buildings, con la intención de convertirlo en un teatro de vanguardia que acogiese las ya populares operetas de Gilbert y Sullivan y al que puso el nombre de Teatro Savoy. Tal fue su repercusión, que las obras del libretista Gilbert y el músico Sullivan, por lo general cómico-satíricas, serían conocidas internacionalmente como Óperas Savoy.
Entre 1871 y 1896, los aclamados W. S. Gilbert y Arthur Sullivan compusieron un total de 14 obras musicales que hicieron furor en la época victoriana, pero como en casi toda historia de amor profesional la decadencia hizo su entrada nada triunfal y la pareja de artistas acabó sucumbiendo ante la cruda realidad de la reiteración en sus temas y su música, lo que provocó el desasosiego del productor y la batalla de egos consiguiente. Hasta que un fortuito acontecimiento, en este caso una exposición sobre arte japonés en la ciudad del Támesis, consiguió volver a juntar los, aún comprometidos contractualmente, díscolos caracteres, ofreciendo así la oportunidad deseada del cambio, cuya feliz consecuencia sería una de sus más famosas obras, la extraordinariamente divertida El Mikado.
Y en este punto es donde da comienzo la película de la que hoy intentaré hablarles, Topsy Turvy, expresión inglesa que más o menos podría interpretarse en castellano como Incongruencia.
Es aquí donde Mike Leigh recoge en 1999 el guante y se adentra en algo que hasta ese momento no habíamos visto en su filmografía: una historia de época, basada en hechos reales y, aún más, con un musical como telón de fondo. Ya en principio, si no asombroso, sí alentador.
La mayoría de ustedes amantes del cine se habrán quedado algo confundidos, puede que perplejos; quizás pensaran que el reciente estreno en nuestras pantallas de Mr. Turner era la primera incursión de Leigh en el cine de época o en las producciones, llamémoslas, de alto coste. Pues no, no es así.
Como les cuento, el aclamado director de historias contemporáneas, del cine social por excelencia de las últimas décadas, ese que no tiene un guión previo antes de ponerse a elaborar la obra junto a sus actores, aquél que construye desde la improvisación su más ajustado discurso, sin un ápice de maniqueísmo, él ya lo hizo en 1999, y la gran mayoría de los cinéfilos y espectadores de este país nos lo perdimos.
Tal vez les parezca extraño por inverosímil y a causa de la trayectoria artística y de taquilla del director, pero Topsy Turvy, a pesar de sus varias nominaciones a los Óscar con dos estatuillas conseguidas y sus numerosos premios internacionales, no fue estrenada comercialmente en España en su momento. No me pregunten por qué.
No sigamos con ello, me hace avergonzarme aún más del derrotero cultural de los gestores y divulgadores patrios, y es Navidad, o eso dicen.
Y no se me asusten los admiradores del cine terrenal, profundo y por añadidura de la sátira más bravía o divertida de Mike Leigh, porque no sólo la reconstrucción del Londres victoriano, de sus modos sociales, de sus, más que hermosos, ajustadísimos decorados, vestuario o maquillaje -en ningún momento engañosos-, de su magnífica recreación del lenguaje y su elaborado tratamiento. Hago hincapié en ello pues, al no existir ningún doblaje a cualquiera de nuestras históricas lenguas, quien no quiera perderse esta joya tendrá que disfrutarla en versión original, por lo cual saldrán ganando y lo hará doblemente. Puedo asegurárselo, no sólo, como decía, por el realismo que consigue el director, que es fascinante, por su manera de narrar, de adentrarnos en el carácter y cotidianidad de los personajes, sin necesidad de tener que contemporizar los discursos y las formas, sino muy al contrario, consiguiendo que sea el espectador quien, como por arte de birlibirloque, crea formar parte de ese momento, ese lugar y esas historias. Porque, aunque como bien muestra la película, el mundo cambie y el avance sea percibido siempre como vertiginoso, las conciencias, los hábitos, los dilemas y pundonores, las esperanzas y los obstáculos, los sinsabores de la existencia, si no mudan, al menos lo hacen muy lentamente.
De esta manera, como si de una crónica más del periférico Londres o de la mismísima y fotogénica Picadilly Circus se tratara, la realidad con la que Leigh consigue traspasar esta deliciosa comedia sobre un musical no deja la menor duda sobre la vigencia de su discurso y de su valor como cineasta.
Formado en el estudio del teatro y con muchas tablas a sus espaldas, Mike Leigh nos ofrece un enorme homenaje al mismo. Con la excusa de la puesta en escena de la excelente opereta a la que dedica gran parte del metraje, El Mikado, cuyo montaje en España de la compañía Dagoll Dagom quizás hayan ustedes podido disfrutar, compone un estudio meticuloso de la producción artística, donde el encadenamiento de los distintos sujetos teatrales necesarios para la consecución de la obra nos son mostrados en todo su complejo recorrido, de los actores, al coro, de los escenógrafos al departamento de vestuario, del director de escena al simple recadero, todos y cada uno de ellos tratados con la dignidad que el gran Mike otorga siempre al individuo. Pero no se queda ahí, pues nos presenta a estos personajes ya históricos como gente corriente que atraviesa la vida, como cualquiera de nosotros, entre sueños, desencantos, alegrías, pérdidas tanto en el tiempo como en los sentimientos, entre lo singular o en el auxilio mutuo.
La reflexión es parte indivisible del conjunto. Un conjunto que se atreve a hablar sin falta de naturalidad, de la soledad, el desamor, el aborto, la dificultad emocional en las relaciones abiertas, la droga o el sometimiento femenino. Y todo esto complementado estupendamente por excelentes momentos musicales dignos de aquellos tiempos y un plantel de extraordinarios actores de carácter (ingleses, claro) que por pequeño que sea su papel, lo aborda y exprime hasta bordar cada uno de ellos una composición memorable.
Y todo ello haciendo gala de la famosa flema británica y de la ironía como base de un humor que ayuda a afrontar los obstáculos y que nos muestra la vida y supervivencia de ese colectivo, los artistas, a finales del siglo XIX. De ellos y de aquellos que deben compartir a su lado su peculiar existencia. Ninguno de los muchos caracteres que pueblan la historia quedará sin su correspondiente análisis y ninguno, por incomprensible que en principio pueda parecer, pasará por ella como mera comparsa y tendrá en su desenlace la parte de peso correspondiente en el ambicioso abanico de personajes y vivencias que el realizador nos ofrece.
No se la pierdan, búsquenla, véanla, disfrútenla saboreando sus delicadas cadencias, sean así unos privilegiados y no olviden deleitarse y complacerse en las últimas y maravillosas escenas de alegato, infrecuente incluso en nuestro tiempo, a la mujer y su condicionamiento social.
¡Ah! Y si aún son capaces y les dejan, sean felices, al menos estos días.
Comentarios
Por José Ramón Rodrigo, el 26 diciembre 2014
Yo sí recuerdo que se estrenó al menos en el circuito de VO y que se me escapó. Es una película que desde entonces quiero ver.
Por Nacho, el 26 diciembre 2014
Yo también me la perdï, no se estrenó en su momento, lo hizo muchos años después en VO y solo en Un cine, al final la conseguí fuera de España y es una maravilla! Deberían verla, es una joyita más en la filmografía de Mike Leigh. gracias por recordarla
Por Cristina, el 26 diciembre 2014
Gracias! Ya tengo el regalo de reyes perfecto, lo he encontrado en tienda de internet, por si a alguien le interesa,. Estoy deseando verla, me encanta todo lo de Mike Leig, por cierto espléndida la de Mr Turner, buen artículo.
Por Juan, el 26 diciembre 2014
Quiero esa pelí!!! Me he quedado con ganas de verla, tiene una pinta estupenda, muchas gracias por su excelente artículo y su recomendación . Feliz Navidad !
Por Esther Molina, el 27 diciembre 2014
Gran artículo y gran película pude disfrutar de ella en
Londres, me gustaría adquirirla para regalarla pues es una preciosa rareza del director, aún no he visto su última película pero espero verla pronto. Muchas gracias por esta sección y ¡Arriba la cultura y el cine! ¡Abajo el 21% de IVA!
Por Esther Molina, el 27 diciembre 2014
Gran artículo y gran película, tuve la suerte de verla en Londres estudiando un verano. me encantaría adquirirla para regalarla pues es una preciosa rareza del director, estoy deseando ver su última película . gracias por la sección y ¡Arriba el cine y Abajo el 21% de IVA!