Taciana Fisac: «China lucha contra la contaminación más deprisa que nosotros»

La chinóloga Taciana Fisac en Madrid.

La chinóloga Taciana Fisac en Madrid.

La chinóloga Taciana Fisac en Madrid.

La chinóloga Taciana Fisac en Madrid.

Catedrática en España y China, Taciana Fisac, que ha pasado por el festival ‘El viaje y sus culturas’, rompe muchos estereotipos que siguen existiendo sobre la China del siglo XXI. Sirva este artículo también de homenaje de esta revista al periodista y escritor Pedro Sorela, que acompañó a Taciana Fisac en este encuentro en Madrid, y que fallecía pocos días después de cáncer.

por ROSA M. TRISTÁN

Taciana Fiscac lleva toda la vida inmersa entre dos mundos: el de aquí, donde ejerce como catedrática de Estudios de Asia Oriental en la Universidad Autónoma de Madrid y una gran embajadora cultural, y el de allí, China, país que la atrapó por empeño paterno a la edad de las chuches y que hoy conoce como nadie.

Así lo ha dejado claro, hace unos días, en el festival El viaje y sus culturas, que desde hace cuatro años se celebra en Madrid. Su objetivo: acercar las otras visiones del mundo, que distan mucho de las que impone el turismo de masas y la foto digital. Fisac, una de sus invitadas este año, es además catedrática honorífica de la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín, un título que se otorga en pocas ocasiones.

El apellido Fisac enseguida nos traslada a los emblemáticos edificios que construyó su padre durante el Franquismo, una profesión que poco tiene que ver con la faceta de esta mujer como traductora de emblemáticas obras de autores chinos. Una de las últimas es Los Cuatro Libros, de Yan Lianke, autor al que recomienda para quienes quieren acercarse a la turbulenta historia china del siglo XX de la mano de alguien del país. “A partir del año 1978, comenzaron a surgir escritores que antes no pudo haber y surgió la llamada literatura de las cicatrices, que giraba en torno a lo que supuso la Revolución Cultural, un momento de grandes hambrunas y de un genocidio que afectó, especialmente, al sector más intelectual de la población. Docentes, escritores, artistas eran sospechosos porque pensaban”.

En su encuentro con el escritor y articulista Pedro Sorela, enseguida quedó de manifiesto lo poco que sabemos de ese inmenso país, del que hoy nos llega la ropa, el calzado, la tecnología, los coches, comida y mil y un objetos plásticos para cualquier actividad cotidiana. Una lista interminable de artículos made in China que nos habla poco de su historia y la riqueza de expresiones artísticas en un país con 1.500 millones de seres humanos. “Curiosamente, España llegó muy pronto a Asia, con los primeros misioneros, pero tras la caída del Imperio nos fuimos y nunca regresamos. Hasta 2003 no había una sola titulación oficial sobre China en España, mientras que en Italia llevaba 225 años y también la había en Londres, en Francia…”. Taciana obvia mencionar que fue ella, precisamente, una de las grandes impulsoras de ese reconocimiento educativo al hacer posible la cátedra que ahora ostenta en la Universidad Autónoma de Madrid.

Chinóloga por definición, como la calificó Sorela, estaba predestinada a esta pasión oriental desde que su padre, allá por 1953, hiciera un viaje por Asia y volviera hechizado por China. Había sido capaz de entrever que China era el futuro, pese a que los ojos se posaban en Japón. “A los 5 años ya me puso profesores de chino, casi todos estudiantes de Taiwan que no sabían enseñar y que me lo complicaron mucho. Afortunadamente algunos fueron buenos, así que no tiré la toalla y en 1978 estuve a punto de ir como traductora en un viaje oficial de los Reyes; al final fui con la agencia EFE. Un año después de aquella primera vez, volví para quedarme varios meses, no porque me enamorara de China, sino porque hice relaciones especiales con personas a las que me une gran amistad”.

Desde entonces, no ha dejado de viajar una y otra vez al país de las contradicciones, a ese mundo en el que los cambios se producen “a una velocidad vertiginosa” y que sigue manteniendo un pie anclado en el pasado. “Ese cambio tan rápido provoca importantes distorsiones sociales, porque es un mundo muy complejo. En general, tenemos la fantasía de que Internet nos lleva por todos los rincones del mundo, pero no es verdad, hay una barrera cultural que lo impide y hace que florezcan fantasías que no concuerda con la realidad y tienen que ver con los estereotipos que luego escuchamos en nuestro país”.

Cuando Taciana habla de la China actual, también nos hace un retrato de lo que está por venir, como decía su padre. “Allí todo se compra con el móvil, nadie usa tarjetas de crédito. Tampoco se venden películas porque todo está en alguna plataforma digital de pago. Fue allí donde vi la primera cámara digital, mi primer DVD, mi primer USB. Siempre que voy descubro algo tecnológicamente muy avanzado”, nos cuenta. Ahora, de sus últimos viajes, ha vuelto impresionada con los avances que hay en la lucha contra la contaminación. “Todas las motos son eléctricas, no contaminan y son muy baratas. Están dando pasos mucho más deprisa que nosotros en lo referente a las energías renovables y la lucha contra el cambio climático”, asegura.

Ese desarrollo contrasta con una falta de libertades que sigue muy presente en la vida china. “Sin embargo”, apunta, “no hay autores chinos en el exilio organizados, como ha habido de otros países. Es algo que tiene que ver con el espíritu de sacrificio inherente a las enseñanzas de Confucio: no te puedes ir porque tienes que ser mártir de sus principios. Otros, como ocurría aquí durante el Franquismo, se adaptan a la censura, lo que no impide que haya grandes artistas. También es verdad que de momento a los chinos no les convence el modelo de democracia que tenemos en Occidente, así que tardará en llegar uno que les resulte atrayente, y tampoco tienen una tradición democrática como para estarse dejando la vida todo el rato. Ya en 1989 salieron a la Plaza de Tiananmen y les sacaron los tanques”.

En lo que hay consenso nacional es en la inquina histórica contra el vecino del oeste, Japón, cuyos posos perduran desde la primera guerra sino-japonesa de 1894-1895, una victoria nipona que fue el inicio de la enemistad. “Es un enconamiento que se enseña desde el colegio y que impregna la sociedad, de momento sin acercamiento posible porque lo que prima es la educación patriótica”, argumenta.

Para terminar de romper algunos moldes, Taciana defiende que si algo importante debe la humanidad a China no es el papel, ni la pólvora, ni el compás o la hermosa y suave seda, sino el control de la natalidad. “Ha habido un control que ha creado situaciones de sufrimiento, es cierto, pero imaginad lo que hubiera sido el mundo si no hubiera existido, cuántos serían ahora. Yo he conocido mucha gente que no quería tener más de un hijo o ninguno por esa razón, pero también es cierto que viven en las ciudades. En el mundo rural es diferente, porque allí dependen del número de hijos que tengan para vivir y se les obligaba a abortar. Así que la única realidad es que no hay una China sino muchas, y por ello es complicado resumirla sin matices”.

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Comentarios

  • Francisco Gomez Vivas

    Por Francisco Gomez Vivas, el 21 abril 2018

    Lo de la contaminación en china es preocupante solo hay que ver las noticias de la gravé contaminación en las grandes urbes

  • Miguel

    Por Miguel, el 21 abril 2018

    No es el «compás» (un falso amigo del inglés «compass») sino la brújula.

  • Humberto

    Por Humberto, el 21 abril 2018

    360-Las tres ideologías retrógradas que debemos derrotar en este siglo XXI las fuerzas progresistas:
    1-El nacionalismo KGb.
    Putin es es su cara más peligrosa. También Assad, Duarte en Filipina y otras formas que se perfilan como una amenaza por la tolerancia de Bobama en la arena internacional con estos dictadores.

    2-El uso apócrifo de Alá.
    El chiismo iraní de los Ayatolas y el sunismo wahabista saudí de la casa Saud son sus caras más peligrosas; porque sirven para perpetuar una camarilla en el poder.

    3-La camarillas comunistoides estilo KGb.
    China, Norcorea en Asia y Cuba en América Latina; son sus caras más peligrosas para las fuerzas progresistas y los hombres libres actualmente.

    4-Las fuerzas retrógradas dentro de las democracias.
    Los traidores que nos han vendidos China, por el momento; son su cara mas peligrosa para los hombres libres….

  • Justo

    Por Justo, el 21 abril 2018

    Ya sé que tu comentario va en plan irónico, pero, estoy seguro, algún cenutrio lo va a tomar literalmente.

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