vida latina

28 marzo 2020

Por culpa de eros

Prohibido acercarse, rozarse, tocarse

Tocarse, ese delito. Hoy tenemos que poner en pausa el deseo para que la carne no corra el riesgo de enfermar. O de contagiar. ¿Y después? ¿Cuánto tiempo tardaremos en volver a acostumbrarnos a nuestra vida latina de seres que se tocan, seres que, confiados, se abrazan y besan incluso con desconocidos? Otra entrega de esta sección quincenal a dos voces. Diálogos sobre encuentros, el eterno femenino resistente y las masculinidades errantes. A cargo de Analía Iglesias y Lionel S. Delgado.

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