Takehiko Inoue, estrella del XX Salón del Manga de Barcelona
Más de 130.000 visitantes ha registrado el XX Salón del Manga de Barcelona, celebrado el pasado fin de semana. El certamen sobre cultura japonesa organizado por FICOMIC ha vuelto a superar los registros del año anterior. Un nuevo éxito para la organización, que confirma el constante crecimiento de interés por parte de un público cada vez más heterogéneo hacia el mundo del manga y el anime. Además, uno de sus autores de referencia, Takehiko Inoue estuvo este año en el Salón.
Hiroyuki Makiuichi, cónsul general de Japón en Barcelona, ha definido este Salón del Manga como “el pilar central de todas las actividades relacionadas con Japón que se celebran en España”. Destacó especialmente la mesa redonda en la que participaron Etsuro Sotoo, escultor de la Sagrada Familia, junto al dibujante Takehiko Inoue, en la que se aunó “la filosofía de Gaudí y Japón”.
Durante los 20 años de vida del Salón, han sido muchos los grandes autores que han pasado por Barcelona. Gigantes del manga como Masashi Kishimoto (Naruto), Wataru Yoshizumi (Marmalade Boy) o Yoichi Takahashi (Campeones: Oliver y Benji) han ido haciendo cada vez más importante el evento.
Este año, el apartado de invitados ha sido posiblemente el más potente de sus dos décadas de historia. Empezando por Junichi Masuda y Shigeru Ohmori, responsables de los videojuegos de Pokemon de Nintendo (que han sido el tema central del evento), y siguiendo por Kengo Hanazawa (I Am a Hero), Ken Niimura (Henshin), Takeshi Obata (ilustrador de Death Note, Bakuman y All you need is kill) hasta llegar a Takehiko Inoue, autor superventas para jóvenes y adultos y padre del baloncesto profesional japonés, probablemente uno de los mejores autores manga de todos los tiempos.
Takehiko Inoue (Kyushu, 1967) es uno de los autores referentes del manga japonés, donde es conocido por las series Slam Dunk (1990-1997), ambientada en el mundo del baloncesto, y por Vagabond (1999-actualmente), de temática samurai.
Inoue practicó el baloncesto durante su época de estudiante y luego lo convertiría en uno de los temas principales de su obra. Una de sus quejas al inicio de la publicación de Slam Dunk era que en su país no existía Liga profesional de baloncesto. Su obra hizo que muchos jóvenes se fijaran en un deporte minoritario y, antes de finalizar su obra, en 1996, vio cumplido su deseo. La labor de Inoue desde su mesa de dibujo fue fundamental para que esto sucediera. Más tarde Japón llegó a organizar un Mundial de baloncesto (2006), donde España conseguiría su único título hasta la fecha.
El trabajo de Inoue se caracteriza por un increíble realismo del dibujo, especialmente en la forma de reflejar la anatomía humana. Tal vez no sea exagerado afirmar que es el mejor autor manga en cuanto a ilustración se refiere. Su primer gran éxito llegó con la publicación de Slam Dunk (1990), cuando tan solo contaba con 23 años, y que se acabó convirtiendo en el manga más vendido de la historia (superado años después por One Piece). Las claves del éxito se Slam Dunk radicaban en el realismo, tanto de ilustración como de argumento, algo que contrastaba con otros mangas deportivos. Mucha emoción y un sentido del humor fresco lo convirtieron en una leyenda. Aun hoy los fans no paran de preguntarle a Inoue si piensa retomar la obra que ocupó siete años de su vida: “Es la pregunta que me hacen en cada entrevista, desde hace casi 20 años. Slam Dunk es para mí la parte positiva y alegre de la vida. Ahora siento otras cosas y para mí dibujar es una forma de exteriorizar mis sentimientos. Fueron cuatro meses de historia en la ficción que me llevaron siete años. Costó bastante cerrarla y, de momento, es un círculo que no quiero tocar”.
Su siguiente gran éxito llegó con Vagabond, una historia dedicada a un público adulto basada en la vida de Musashi Miyamoto, un legendario guerrero japonés, y que sigue publicando actualmente. Alterna esta publicación con Real, centrada en el mundo del baloncesto en silla de ruedas. Slam Dunk, Vagabond y Real están publicados en nuestro país por Editorial Ivrea.
Esta ha sido la tercera vez que Takehiko Inoue visitaba Barcelona. La primera fue durante los Juegos Olímpicos de 1992; la segunda, en 2011, con el objetivo de documentarse para la elaboración del cuaderno de viaje ilustrado Pepita: tras los pasos de Antoni Gaudí, distribuida en España por Planeta Nuevas Iniciativas. En este cuaderno, Inoue experimenta y da muestras de su versatilidad retratando Barcelona y las magníficas creaciones de Gaudí, artista por el que el autor japonés profesa profunda admiración. De hecho, actualmente se está exhibiendo en la Mori Arts Center Gallery de Tokio la exposición Takehiko Inoue interpreta el Universo de Gaudí, organizada por Toei Co., Ltd. – Càtedra Gaudí (ETSAB-UPC) y Aurea Cultura i Art, con la colaboración de Fundació Catalunya-La Pedrera.
Una de las novedades del XX Salón del Manga de Barcelona ha sido la creación de un espacio llamado El Espíritu del Japón, dedicado a las tradiciones, cultura y terapias naturales japonesas, donde se han impartido talleres de macrobiótica, sesiones de shiatsu, reiki, kobido y meditación.
El salón ampliaba este año su espacio 15.000 metros cuadrados hasta alcanzar los 50.000, y ha logrado superar el registro de visitantes del año pasado en un 13% (115.000 personas). El objetivo es seguir creciendo en espacio y diversidad de actividades. Carles Santamaría, director del certamen, cree que “el éxito de público muestra la vitalidad de un Salón que necesita más espacio, ya que este año se han agotado las entradas de sábado y domingo con varios días de antelación”.
De cara al año que viene se quiere seguir apostando fuerte por el Cosplay (los concursos de disfraces), que es una de las actividades preferidas por los fans, creando más espacios y talleres, y por un festival paralelo de cine japonés. Actualmente, FICOMIC ya está preparando el 33 Salón Internacional del Cómic de Barcelona, que se celebrará en el mismo emplazamiento del 16 al 19 de abril de 2015 y estará dedicado al género fantástico y la ciencia ficción.
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