Teatro para reivindicar el universo de la escritora María Teresa León
Una obra que intenta mostrar la vida de la escritora María Teresa León desde lo cotidiano, mostrando así su mundo, su universo, su lucha y su valía, mucho más allá que como esposa de Rafael Alberti. La actriz y escritora Susana Hornos regresa a España tras más de 20 años en Argentina con el montaje de ‘María Teresa y el león’. Está dirigida por Carolina Román; se estrena mañana, viernes 15 de marzo, y podrá verse hasta el 5 de mayo en la Sala Mirador, en Madrid.
Como dejó dicho Borges: “Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”. Pero, ¿qué ocurre cuando eso se desvanece, cuando la realidad no se sostiene? ¿Qué sucede entonces? Sucede, ocurre, que dejamos de ser. O quizá no del todo. Porque es en este plano cuando debe surgir el arte; como una nueva oportunidad para memorizar las desmemorias. Y con el fin de legitimar esta frase, Susana de Hornos se lanzó a llevar a las tablas María Teresa y el león, una obra sobre la quizá más ensombrecida escritora española: María Teresa de León. Una mujer fuerte que tuvo que exiliarse tras la Guerra Civil, que sufrió mucho este destierro al que dedicó muchas palabras y lágrimas, pero, quizá lo más doloroso, una mujer que, cuando consiguió volver, ya no recordaba, ya no era: el alzhéimer había acabado con ella. Una mujer a la que, tal como apunta Carolina Román, “debemos agradecer, por ejemplo, que Las Meninas estén colgadas en El Prado”.
Por eso es casi de justicia que no se la olvide. “Para mí el teatro tiene mucho que ver con los homenajes”, apunta Susana Hornos. Aunque aquí, la palabra homenaje abarca mucho más. Sí, se trata de una obra que honra a la escritora, pero que la ensalza desde lo mínimo, desde lo doméstico. “Yo no hablo de ella como la escritora que fue. Hablo de ella desde un punto de vista muy casero, desde sus inflexiones…”, apunta Román. Enfocarla desde su historia en minúscula para que los asistentes salgan del teatro con curiosidad sobre su vida, para que rebusquen quién fue. Mostrarla con honestidad, ya que al fin y al cabo todos estamos hechos de los gestos pequeños. Revivirla.
Cuando pudo regresar del exilio, ya no recordaba
Tras la Guerra Civil, María Teresa León tuvo que exiliarse a Argentina. Esto le supuso un profundo dolor y a ello dedicará los verbos más bonitos de su obra. Como en Menoría de la Melancolía, su obra cumbre. Pero lo que más duele de esta historia, lo que más desdichada hace a la protagonista, es la ironía que le jugó el destino. Ella, que tanto había querido regresar a España, ella, que tanto la lloró, cuando pudo regresar, ya no recordaba. Cuando Susana Hornos se enteró de esta historia no pudo más que sobrecogerse y necesitó contarlo a través del teatro. No es extraño que el poeta Rafael Alberti, su marido, dijera de ella que “fue maravillosa, pero maravillosamente desdichada”.
Una desdicha que se ve de alguna forma saldada con esta obra: la Historia con mayúsculas, como trenzadora de historias, quiso que las que la subieran a las tablas fueran Susana y Carolina: la primera, una española que lleva más de 20 años en Buenos Aires; la segunda, una argentina que lleva dos decenios en España. “Yo llevo 20 años viviendo en Argentina y la historia que me toca es de exilio. Y de una mujer que peleó toda su vida por darle una memoria a ese exilio. Y quien la termina dirigiendo es una argentina viviendo en España, con la que he tenido muchas idas y venidas”, apunta Susana. Una subhistoria que no puede ser únicamente anecdótica, sino que tiene que ver con la necesidad de hablar de vínculos, de la hermandad entre todos. “María Teresa son esos vínculos. No puede ser casual”, concluye.
“La cola de un cometa”, Rafael Alberti
Aparte de toda la desdicha que sufrió, María Teresa León también vivió tras la sombra de su marido Rafael Alberti. Ella misma se tildaba como “la cola de un cometa”, astro con el que hacía clara referencia al poeta. “Yo, que soy una gran feminista, no puedo echarle la culpa a él: ella se colocó ahí. De hecho, él la implicaba en su vida. Pero yo no viví esa época, esa educación, ese mundo del que ella venía…”, apunta Susana. Y zanja: “Ni siquiera voy a decir que ella se pusiera ahí porque era machista, porque era la más feminista. Supongo que de alguna forma lo tenía como un dios, algo más allá de la pareja”.
Aunque esta posición autoimpuesta no le supuso un freno para seguir creando: escribió novelas, cuentos, programas de radio, guiones de cine…, una cantidad importante de piezas que, por desgracia a día de hoy, no están presentes en la cultura popular. “Son mujeres que, por la época en la que vivieron, se colocaron ahí. El problema es lo que nosotros hemos hecho con eso. Hoy por hoy no se van a encontrar en los libros de la ESO”. Y continúa: “No se trata de Alberti o de la propia María Teresa; es qué estamos haciendo como sociedad que seguimos eliminando a las mujeres de nuestra cultura”. Y, como un llamamiento de esperanza, apunta: “Si se estudiaran en el colegio, María Teresa no se encontraría en el lugar que está, aunque fuera el lugar en que ella se puso”.
Darle voz a María Teresa León, expresión tan bella que utiliza Susana Hornos. Darle voz desde lo minúsculo para ensalzarla y, al mismo tiempo, hablar de las otras mujeres que tampoco tuvieron la oportunidad, de los exiliados que sufren. Darle voz y que el público la sienta como suya porque, al final, todos, como María Teresa, somos vínculos.
‘María Teresa y el León’. En la Sala Mirador . Madrid. Hasta el 5 de mayo.
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