Tequila, se acabó el rock and roll en la plaza del pueblo
Fueron pioneros en popularizar, a nivel ‘mainstream’, el rock en castellano en una España que siempre llegaba tarde a todo. Tras la larga noche de los 40 años, liderada por dos argentinos, Tequila fue el quinteto que, adaptando riffs de Chuck Berry y pintas de Keith Richards, explotó como fenómeno de enloquecidas fans a base de rock and roll efervescente, trascendente en su intrascendencia, avalado por una actitud insolente y puñado de hits indelebles (‘Quiero besarte’, ‘Me vuelvo loco’ , ‘Dime que me quieres’ , ‘¡Salta! ’ ‘Rock and roll en la plaza del pueblo’ ). La auto-combustión duró de 1977 a 1982, con la banda sumida en el infierno de los vicios. En 2008, Alejo Stivel y Ariel Rot hicieron un revival; ahora han vuelto para, de manera definitiva, decir adiós. Hablamos con Alejo.
Habéis resucitado para despediros.
Más que resucitar yo diría despertar. No creo en la resurrección y algo que está muerto me parece difícil devolverlo a la vida. Sería bonito, pero yo todavía no he visto pruebas. Es cierto que yo pensaba que Tequila estaba muerto y que era imposible de recuperar, pero no, estaba dormido, hibernando, en un letargo, como Walt Disney. Simplemente había que darle un poquito de calor para derretir ese hielo, lo reanimamos con un desfibrilador que se llama rocanrol, decidimos hacer la gira y este lanzamiento que se llama Adiós Tequila! Cuando en el pasado nos separamos, nunca nos despedimos, hicimos una huida a la francesa: nadie dijo adiós, nadie se despidió, nadie hizo una nota de prensa, nade dijo nada, no hubo un concierto como el de The Band.
Esta despedida tiene entonces algo de justicia poética.
Queríamos un final con broche de oro. Despedirnos montando una fiesta de rock en cada ciudad para toda la gente. Nos fuimos sin despedirnos y eso dejó mal sabor de boca entonces. Volvemos para decir adiós.
Luego el cierre es definitivo.
Efectivamente, la gira se llama Adiós Tequila Tour. Empezó en Madrid en el Wizink y termina no sé dónde, lleva todo el año por España, vamos a ir despidiéndonos de todas las ciudades que podamos y acabará en diciembre de 2019.
Falta el otro miembro original que queda con vida, Felipe Lipe.
Ya en la reunión anterior, hace 10 años, lo llamamos, pero no estuvo por la labor. Tenía una vida como muy organizada y el tema de andar de gira…, pues como que no estaba en esa frecuencia. Nosotros respetamos esa decisión.
La formación la habéis completado junto a Julián Kanevsky (guitarra), David Salvador (bajo), Luis Prado (teclados) y Christian Chiloé (batería), todos reputados músicos. ¿Hubo que hacer pruebas para entrar?
Menos Luis Prado, los demás llevan trabajando conmigo casi diez años, nos conocemos. Con alguien que se lleva tiempo no hay prueba que valga, la prueba son los años.
El repertorio no solo se nutre de los clásicos de Tequila, sino que hace paradas en vuestras respectivas carreras. ¿Era necesario?
Queríamos hacer un guiño a nuestras carreras en solitario. Está Yo era un animal, de mi reciente disco, y en el caso de Ariel Hace calor, un tema de Los Rodríguez pero composición suya. Se trataba de hacer un guiño a nuestro trabajo fuera de Tequila, parecía que podía tener su sentido.
En el lanzamiento cd + dvd ‘Adiós Tequila En Vivo’, grabado en el Wizink el pasado otoño, os acompañan unos invitados de lujo: Fito, Leiva, M-Clan, Sidecars…
En esto he de ser repetitivo y reincidente: con todos los invitados ha habido una razón prioritaria, que es nuestra relación personal. No hemos llamado a nadie por temas de marketing o sugerencias de la compañía de discos; son amigos nuestros, tenemos relación cercana y habitual. Además, están en un mundo sonoro cercano, no íbamos a llamar a un cantante de regatón o de música folclórica, eran todos intérpretes de rock, de distintos tipos de rock: tanto Leiva como Tarque, como Ricardo, como Juancho, que es el benjamín de los invitados. Nos une una muy buena relación personal y una coincidencia sonora y estilística.
Existe ese doble rasero que os posiciona entre pioneros del rock en castellano y fenómeno para fans quinceañeras ¿Dirías que la historia ha sido injusta con Tequila?
Diría que sí. Creo que sí. Pero no podemos clamar injusticia a un grupo que todavía se sigue escuchando después de tantos años desde que nos separamos. Se oyen las canciones, Tequila suena, es recordado y tratado con cariño por la gente. Sería injusto quejarse por injusticia. Eso de los fans y las fans es verdad que entró, y se usó marketinianamente al principio, pero el público era de todos los colores, de todos los sexos y edades, teníamos fans de todo tipo, eso quedó hace mucho en el olvido. Nadie a día de hoy piensa en Tequila como un grupo de fans. Fue una cosa del principio, sobre todo.
Personalmente has desarrollado una lustrosa carrera como productor, pero ¿nunca pensaste en volverte a Argentina?
Hubo algún momento en que me lo pensé, sí. Incluso me fui dos años a vivir allí, pero volví, me hice a la manera de vivir aquí. Estoy más adaptado a este modo de vida.
¿Y dirías que España es igual de peligrosa o excitante como en los ochenta?
Por suerte no tan peligrosa, porque entonces te podían salir con una navaja en cualquier calle y, por quietar la chupa de cuero, matarte, como le pasó a gente. Por eso, afortunadamente, ya no es tan peligrosa. Excitante, no sé, depende de cómo lo mires, es excitante de otra forma, entonces eran años frenéticos, se estaban descubriendo cosas después de la dictadura, pero también hay cosas excitantes ahora.
Ariel y tú erais dos niños cuando os conocisteis; tras años de mayor y menor cercanía, vuestra relación ahora debe de estar más allá del bien y del mal.
Son 50 años de relación, nos conocimos con 10 años y estoy a punto de cumplir los 60. Así que fueron 50 años de relación donde ha habido de todo. Normalmente las relaciones no son lineales ni nos comportamos exactamente igual a lo largo de la vida, hubo tiempos en que apenas sabíamos del otro, y momentos en que nos veíamos todos los días. Ahora es una relación más adulta, cada uno tiene su vida, nos encontramos para salir de gira, que es un momento muy especial y donde se comparten muchas cosas. Las relaciones van cambiando a lo largo del tiempo y ahora podemos decir que nuestra relación es muy buena.
Tequila actuarán el 13 de julio en Guadarrama (Madrid) y en agosto en Sonorama Ribera (Aranda de Duero, Burgos).
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