‘Territorio Lobo’: la pasión de Andoni Canela por ‘el feroz’
Si hay alguien que lleva ‘tras las huellas del lobo’ con su cámara desde hace décadas, es Andoni Canela. El fotoperiodista, escritor, documentalista y reportero navarro, afincado al pie de los Pirineos catalanes mucho tiempo atrás, conoce como pocas personas en este país ibérico las zonas por las que se mueve, su comportamiento y, cómo no, esa conflictiva relación con los seres humanos con los que comparte territorio. Justo en un momento en el que la emblemática especie tiene una legislación protectora en España, pero en la UE se rebaja la que había, Canela prepara un nuevo libro autoeditado: ‘Territorio lobo’, en el que reúne, con fotografías y textos, sus encuentros en los últimos cinco años que ha dedicado a su seguimiento. Además, ya prepara un nuevo documental con la productora Wanda Films, que podrá verse en los cines en 2025.
Durante este lustro, con su cámara al hombro, provista de un gran teleobjetivo, y cargando con el trípode, Andoni Canela no ha visitado solo las zonas donde es más conocida la presencia de la especie Canis lopus signatus, como la sierra de la Culebra (Zamora) o Riaño (León). Para hacer aún más complicado su ya difícil avistamiento, concentró su interés en territorios de Ávila, Soria, Burgos, Galicia, el norte de Portugal o la sierra de Guadarrama, por los que también campea, pero donde no es fácil observarle. “Son muchas horas de espera, a veces sin éxito alguno, pero también de momentos únicos en los que aparecen. Para conseguir las imágenes, he utilizado cámaras de fototrampeo y cámaras de control remoto que activo a distancia cuando pasan por ciertos lugares. Se trata de evitar molestarles, no interferir en su comportamiento. A veces, las he hecho hasta a un kilómetro de distancia”.
Pero en Territorio lobo no solo hay fotos, también textos que son crónicas del día a día de ese trabajo de campo, información de investigadores expertos como Juan Carlos Blanco, de técnicos, forestales y personas del mundo rural que cuentan sus experiencias con un animal no exento de polémica. Entre los entrevistados, Pedro Alonso, Javier Talegón, Alejandro Ruiz, David Álvarez, Gabriel Lampreave y Francisco Álvares, que nos acercan a la realidad que se vive donde habita “el feroz”.
Para sacar adelante este proyecto, el periodista y naturalista ha vuelto a recurrir a un crowdfunding en la plataforma Verkami (en el que se puede participar hasta el 16 de octubre), que ya le funcionó con otras publicaciones, como la exitosa Panteras. Ahora lo hace justo 10 años después de que sacara Durmiendo con lobos, su primer libro sobre el cánido ibérico, obra que resumía su trabajo en las dos décadas anteriores. Andoni tiene claro de dónde viene esa fijación lobuna: “Cuando comencé a fotografiar y seguir a la fauna ibérica, enseguida comprobé que el lobo necesitaba más tiempo, que lo veía una vez de cada 20. Y me apasionó. Es como el ser humano: vive en grupos, es muy inteligente, tiene una gran capacidad de adaptación en su alimentación. Y es muy esquivo, pasa desapercibido para sobrevivir. Durante unos años lo alejé de mi foco por viajar fuera del país, pero durante la pandemia de COVID-19 no podía salir y coincidió con su entrada por el Pirineo catalán, donde vivo; así que empecé de nuevo a seguirlo, y cuando pude me fui a buscarlo por el país, hasta en 12 provincias”.
Andoni Canela se cuida mucho en su libro de dar pistas concretas sobre las localizaciones en las que se ha topado con él, “para protegerlo”, consciente de que esta especie, ancestralmente enfrentada a la nuestra, sigue manteniendo con los humanos “un tira y afloja”, entre otras cosas por esa capacidad que tiene para adaptarse a comer lo que resulta más fácil, la ganadería en extensivo. “No es que tenga un cambio de comportamiento. Siempre lo ha hecho así porque es tenaz y oportunista e igual come conejos en zonas cerealistas, cérvidos en altura, fauna marina varada en las costas o ganado de fácil acceso”, apunta.
Tras los cientos de horas de observación que ha realizado en parajes por los que se mueven sin testigos, también ha comprobado que en los pueblos el rechazo atávico a los lobos sigue muy presente, igual que antes de que el Gobierno extendiera, en otoño de 2021, su protección a todo el territorio nacional. Al incluirlo en el Listado de Protección Especial (LESPRE), se prohibió su caza, salvo que se compruebe que las medidas para evitar ataques de algunos ejemplares sean ineficaces. “La realidad es que a los lobos se los sigue matando a cientos cada año. En el campo no hay control de lo que ocurre y los lobos mueren por tiros y a veces también por veneno o trampas. Parece que no ocurre porque, como es ilegal, ya no se pone en las redes sociales ni se da a conocer en los bares, pero el furtivismo continúa. En algunos sitios, la población local no lo ve como algo negativo, al revés. A veces es por un sentimiento que viene de hace generaciones en contra de los lobos, otras por un motivo más politizado y, en el fondo, se encuentra el conflicto provocado por los daños del lobo al ganado. En algunas zonas donde viven los lobos no hay apenas daños, pero es cierto que en otras áreas hay manadas de lobos en las que tres cuartas partes de su alimentación es ganado, porque no hay apenas jabalíes ni cérvidos”.
En este escenario del conflicto pro-lobo y anti-lobos, concluye: “Actualmente la situación está muy radicalizada y divide a la gente del campo y de la ciudad. En mi opinión, este enfrentamiento está perjudicando a los lobos”.
Con el ánimo de divulgar la figura del lobo como una pieza fundamental de nuestra naturaleza, pero también de transmitir la necesidad de protegerlo sin un enfrentamiento con quienes coexisten con el animal en el mundo rural, su Territorio lobo, con más de 150 fotografías, se presenta como un regalo para los ojos y para el aprendizaje sobre la especie. Además, si se participa en su “financiación colaborativa”, además de un ejemplar, se puede conseguir una invitación al preestreno del documental que prepara para 2025 y hasta un paseo fotográfico con el autor por ese paraíso pirenaico que tan bien conoce.
COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.
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