#TodosConProteo y #JusticiaParaHelenaMaleno: mareas de gratitud
Dos mareas de gratitud que nos siguen haciendo pensar en mejores horizontes humanos. Dos movilizaciones a partir de dos episodios negros: la solidaridad con la librería malagueña Proteo, devorada por un incendio a comienzos de mes, y el apoyo a Helena Maleno, perseguida, acosada, investigada y acusada de “tráfico de migrantes” por sus llamadas de rescate. Como cada día último de mes, Martha Zein nos lleva a la orilla de la actualidad para que nos fijemos en ‘noticias que abrazan’.
La noche del jueves 6 mayo el fuego arrasó la histórica librería Proteo/Prometeo de Málaga. En esas mismas fechas, la periodista e investigadora especialista en inmigración y trata de seres humanos Helena Maleno saltaba a Mallorca para ser investida doctora honoris causa por parte de la Universidad de las Islas Baleares por su trayectoria cívica en defensa de los derechos humanos y, concretamente, de las personas migrantes. Lo hacía en medio de su campaña para denunciar las amenazas constantes que sufre y exigir a los gobiernos de España y de Marruecos protección tanto para ella como para su familia. Podrían parecer dos noticias desligadas, sin embargo, en mi interior resonaron en la misma nota: Ni Helena ni las empleadas (la mayoría son mujeres) y gerentes de la librería podían regresar a su nido y en ambos lados su desamparo era sostenido por un puñado de personas, precisas, situadas en el lugar adecuado, aparecidas en el momento oportuno, generosas y dispuestas a comprometerse con su destino.
Me di cuenta que la vida apenas necesita manos abiertas y corazones encendidos para ser sostenida, que somos los vínculos que cuidamos, es decir, somos ese recorrido creado en el tiempo alentado por la pasión de vivir mirando más allá del propio ombligo.
Un fuego suele dejar a sus espaldas vidas tiznadas, desposeídas de todo lo material, aves sin nido. En medio de una absoluta desnudez, el tiempo vivido se vuelve dolorosamente presente. Ser expulsada violentamente de un país por unas autoridades temerosas del poder que tiene el compromiso con los desposeídos, ser hostigada, separada de su hija menor durante 32 días, deportada por llamar a Salvamento Marítimo cuando hay pateras en el mar, es otro tipo de fuego, que también arrasa vidas, pero no por una subida de tensión eléctrica.
Si esta fuera una columna dedicada al drama y los sucesos, ambos hechos estarían compitiendo en cuánto daño sostienen ante la mirada de quien la lee, pero se trata de un espacio dedicado a esas noticias que hacen seguir mirando el horizonte con alegría de vivir, incluso en medio del dolor. Si las rescato y las enlazo es porque en ambos casos las vidas de las personas afectadas por sus respectivos y diferentes fuegos están siendo sostenidas por otros seres humanos enlazados no por razones identitarias ni por lazos sanguíneos, sino por la fuerza de la gratitud.
La gratitud es un tipo de re-conocimiento, es decir, de un conocimiento experimentado. Por tanto crece en el tiempo y evoluciona junto a la persona que lo siente. La gratitud acompaña aunque se exprese en un momento concreto, es una particular forma de re-conocimiento activo. Quien agradece se reconoce privilegiado/a por el vínculo que ha establecido con la otra persona, más allá de que aquella a quien agradece se haya dado cuenta de la trascendencia de su acto. Puedes agradecerle a alguien que se haya implicado en un hecho que aparentemente nada tiene que ver contigo, pero que hace que este planeta sea más amable, equilibrado y humano. Si Helena Maleno, por ejemplo, recibió el premio Honoris Causa de la UIB fue por el re-conocimiento del pequeño grupo de personas que componen el Departamento de Enfermería y Fisioterapia de la citada universidad al compromiso de Helena con las personas que cruzan el Mediterráneo huyendo de la miseria que nuestro modo de vida ha generado. A su vez, la defensora entendía que señalando su hostigamiento estaba dando luz a la criminalización de la labor de otras defensoras de derechos humanos. Esta cadena de reconocimiento y gratitud de personas que se acuerpan con otras personas, las mantiene simbólica y realmente vivas mientras las más altas instituciones siguen negociando desde sus despachos.
La noche del 6 al 7 de mayo, entre las cenizas y el agua, prendió en Málaga la llama de un fulgor que en unas horas alcanzó a decenas de personas, pronto fueron cientos y ahora suman miles. Casi un mes después de aquel infortunio siguen lloviendo solicitudes de libros a su web con el único objetivo de que la librería no desfallezca. La primera llegó a las 7:10 del viernes, cuando aún el humo se entretenía entre los estantes. Una semana después las compras por internet alcanzaron los 3.000 ejemplares. ¿Qué es lo que se estaba poniendo en juego para que la gratitud se encendiera en Málaga en torno a una librería?
“Proteo/Prometeo ha acogido y formado a miles y miles de lectores, orientado y publicado a cientos y cientos de escritores. Es nuestro templo. Un templo laico, donde aprendimos tolerancia, respeto, libertad, sana discrepancia. Donde aprendimos. Much@s a leer. Otr@s a elegir. A vivir lo que merece la pena vivirse y comprenderse. A ser junt@s. A saber lo que era el medioambiente, a cuidarlo y protegerlo”, narraba en su muro el gestor cultural Héctor Márquez. “Han abierto la librería virtualmente y todos podemos ayudar si les pedimos a ellos algunos de los libros que leemos y adquirimos habitualmente. Los mandan a todas partes”, avisaba Rosa Montero en sus redes sociales, como también hacían otras librerías y editores de todos los rincones del Estado español. En estas tres semanas el hashtag #TodosConProteo se ha hecho viral porque es capaz de cohesionar a esa comunidad crecida en torno al amor por el conocimiento, la cultura y el arte.
El empeño por defender a los más desfavorecidos, sin cejar a la presión, también crea vínculos entre quienes desean un mundo más justo. Desde 2012 y durante los siguientes cinco años, Helena Maleno ha sido investigada y acusada de tráfico de inmigrantes por sus llamadas de rescate. Esas acusaciones estaban fundamentadas en unos dossieres elaborados por el cuerpo policial de España. Esas falsas acusaciones acabaron después de que una sentencia del Tribunal de Tánger dictaminara que “lo que yo hago no es delito, sino que es un trabajo humanitario”. A pesar de su victoria, las persecuciones se mantuvieron (ha llegado a tener 37 ataques en un año) hasta culminar con la expulsión del país marroquí, una violencia que, aun así, no ha cesado. El hecho de que su paso por la isla coincidiera con la crisis migratoria que explotó en la frontera con Ceuta, con la llegada de más de 9.000 migrantes a nado o en balsas de juguete, habla de la relevancia de este problema al que ella se confronta con algo tan sencillo como llamar a las guardias costeras del país al que llegan para avisar de que hay una embarcación a la deriva a la que tienen el deber de rescatar.
Helena Maleno y el fundador de la librería Proteo/Prometeo, Paco Puche, junto al equipo que en ambos casos les acompaña, sembraron y cuidaron la semilla. Eso es. El cuidado es un proceso co-participado, crea vínculos, y cuando reconocemos el hilo que nos une, vemos la trama a la que pertenecemos. Formamos parte de algo mayor, por eso volvemos a mirar al horizonte con alegría en medio del dolor. Por eso esta estela no mira hacia atrás sino que se proyecta hacia delante.
En el caso de la librería Proteo/Prometeo, el periodista, crítico, escritor, gestor y activista cultural Héctor Márquez está manteniendo vivo este fulgor, junto con la productora y profesora de cine Montse Ogalla, la asesora de política cultural del ayuntamiento de Málaga Beta González de Vega y el actor Alberto Jiménez. En estos momentos, por ejemplo, están preparando un concierto-gala con artistas, músicos, cantantes… que tendrá lugar en el Teatro Cervantes a lo largo del mes de julio, en beneficio de Proteo/Prometeo, y una exposición sobre la historia e incidencia de la librería con el apoyo de artistas plásticos. Además alientan la iniciativa de la escritora Irene Vallejo de firmar ejemplares del bestseller El infinito en un junco, un relato sobre la historia de la escritura y los libros. Sucederá el 22 de junio, a las 11 de la mañana, en la puerta de la librería.
“Tenemos la hermosa tarea de recordar que detrás de un fuego hay un espíritu transformándose. Y que una librería puede ser el corazón de una ciudad. Sí, es Málaga. Somos de Málaga. Pero vamos más allá. Por eso no vamos a parar hasta que el enfermo se recupere. Porque estamos #TodosConProteo, solicitamos que se sigan pidiendo libros a través de la web de la librería (que envían a domicilio con prontitud), que las personas socias se pongan al día con sus cuotas y que, quienes lo consideren oportuno, realicen una donación, con el concepto ese, «donación» a la cuenta corriente de Proteo: ES13 2103 0191 2405 5000 1547”.
El hashtag que acompaña la causa de Helena Maleno y logra centrar todas las actividades internacionales de apoyo es #JusticiaParaHelenaMaleno. El Colectivo Caminando Fronteras, que ella fundó, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), International Service for Human Rights, Urgent Action Fund for Women’s Human Rights, Women’s Link Worldwide, Front Line Defenders, Oxfam Intermón, Coordinadora Estatal de ONGD, Red Migrantes con Derechos, CEAR, Asociación Pro Derechos Humanos de España, Federación de Asociaciones de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Iniciativa Mesoamericana de Derechos Humanos, Servicio Jesuita al Migrante, Alianza por la Solidaridad y ALUNA – Acompañamiento psicosocial, han iniciado una recogida de firmas en torno a la carta que han dirigido al presidente del gobierno español. En ella se le solicita que se la proteja urgentemente. Aquí está el link para quienes deseen leerla y firmarla: https://caminandofronteras.org/justicia-para-helena-maleno/
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