Veinte libros para celebrar el 200 aniversario de Frankenstein

Un fotograma de ‘El doctor Frankenstein’ de James Whale.

Un fotograma de ‘El doctor Frankenstein’ de James Whale.

En 2018 se cumplen dos siglos de la primera edición del “moderno Prometeo” de Mary Wollstonecraft Shelley, la jovencísima autora que dio forma a través de su criatura, Frankenstein, las angustias románticas y los terrores futuros nacidos al albor de los avances científicos. Aquí os recomendamos 20 títulos que van más allá de las reediciones de turno, joyas para quienes se sientan cautivados por la historia de la criatura más triste de todos los tiempos y la mujer adelantada a su tiempo que la creó.

POR RAQUEL MORALEJA 

“¿Te pedí,/ Por ventura, creador, que transformaras/ En hombre este barro del que vengo?/ ¿Te imploré alguna vez que me sacaras/ de la oscuridad?”. Más de dos siglos después de que fuese concebido fruto de una pesadilla, de una ensoñación en una tarde ginebrina de tormenta, de un reto urdido por un poeta aburrido y megalómano, de un camino de migas de pan esparcidas por el galvanismo, el amor libre, el nuevo siglo…, tantísimo tiempo después, la criatura por siempre sin nombre nos sigue produciendo una enorme lástima, casi ternura, y es que, tal y como leemos en los versos del Lost Paradise de John Milton, jamás pidió existir. Y cuando nació a golpe de descarga eléctrica lo hizo sin amor, porque el hombre es la única criatura con el ingenio y la libertad necesarias para crear y la cobardía y el egoísmo propios del que abandona. Al estudiante de ciencias Victor Frankenstein le perseguiría la sombra de la muerte hasta el fin del mundo, y también hoy, tanto tiempo después, vemos en su huida algo de justicia divina.

Este 2018 celebramos el 200 aniversario de la publicación de la primera edición de Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley, una de las pocas obras firmadas por una mujer que tiene el honor de colarse en las sucesivas listas de las mejores obras de la historia de la literatura. El primer monstruo -del latín monere: advertir, mostrar- de la literatura hacia el que los lectores mostramos una empatía, si no simpatía, totalmente abierta, y es que, con el paso de los años, lo hemos convertido en una pop star protagonista de musicales, obras de teatro y adaptaciones al cine y la televisión. Algunas versiones resultan insoportables -ese jovencito histriónico sobre la tarima- y otras son más justas y poéticas -el maravilloso Calibán de Penny Dreadful-.

Si ha sucedido algo realmente bueno durante la celebración de este 200 cumpleaños es que, además de sacar de nuevo a relucir las grandes cualidades de esta novela, se le ha devuelto el reconocimiento algo olvidado y más que merecido a su autora, Mary Wollstonecraft Shelley, a base de biopicsA storm in the stars, dirigida por Haifaa al-Mansour y protagonizada por Elle Fanning-, documentales -será la estrella de la nueva temporada de Genius de National Geographic- y nuevas ediciones de su obra cumbre, otras de sus piezas literarias menos conocidas y su propia biografía. Como esto solo va de libros, os recomendamos 20 títulos que van más allá de las reediciones de turno, joyas para aquellos que estén cautivados por la historia de la criatura más triste de todos los tiempos y la mujer adelantada a su tiempo que la creó.

Biografía por partida doble

No demasiado se había hablado -y escrito- hasta hacía unos años acerca de la gran influencia que tuvo la madre de Mary, Mary Wollstonecraft, en la vida y obra de su hija. Pionera en la lucha feminista, célebre autora de Vindicación de los derechos de la mujer, murió de septicemia a los once días de dar a luz. Aunque ambas apenas coincidieron en el mundo de los vivos, la pasión y los ideales de Mary Wollstonecraft hicieron mella en las decisiones vitales de la autora de Frankenstein, que aprendió a leer y escribir siguiendo las letras talladas en la tumba de su madre, adonde acudía para soñar despierta y huir de la asfixiante presencia de su padre, el filósofo William Godwin, y su madrastra, Mary Jane Clairmont, traductora al inglés de algunos cuentos de hadas de los hermanos Grimm -entre ellos, la leyenda del doctor Dipple, nacido en el castillo de Frankenstein (Alemania)-. Para conocer la vida y obra de ambas mujeres de forma entrelazada, haceos con Mary Wollstonecraft. Mary Shelley, de Charlotte Gordon, que en España publica Circe y que ha sido galardonada con el National Books Critic Award for Biography.

Ediciones críticas y anotadas

Existen dos ediciones de Frankenstein, sustancialmente diferentes y apenas distinguibles en la estantería de una librería. La edición más conocida -y la que seguramente tengas en tu biblioteca personal- es la que se publicó en 1931, revisada y con prólogo de la propia Mary Shelley. Pero la obra se publicó por primera vez, de forma anónima, en 1818. Entonces, todo el mundo creyó que el autor desconocido de la obra era el poeta Percy Shelley, el cual no se tomó demasiadas molestias en desmentirlo. Lo cierto es que Percy llevó a cabo varias correcciones estilísticas y modificaciones estructurales en el manuscrito original que Mary Shelley finalizó en 1817. Y no, no lo mejoró necesariamente. En los originales autógrafos custodiados en la Bodleian Library de Oxford se aprecia que el poeta tendía a cambiar las frases por un estilo más pomposo y rebuscado, según él más “literario”. Para comparar las diferencias entre el fresco y salvaje original de Mary Shelley y la versión que finalmente se publicó debéis haceros con el Frankenstein de Espasa de 2009 que contiene ambas versiones.

Para analizar de forma pormenorizada cada párrafo, símbolo, influencia y reflexión de la obra, qué mejor que ediciones anotadas por expertos de lo más diverso. Frankenstein. Edición anotada para científicos, creadores y curiosos en general, de Ariel, es una joya de una calidad editorial excelente, un estudio completísimo y visualmente muy atractivo de la edición de 1818. En la misma línea, pero incorporando documentos históricos, cartas, retratos y las múltiples adaptaciones de la criatura a la cultura popular, está Frankenstein. Edición anotada, de Akal, sello que ya ha llevado a cabo genialidades como esta con H. P. Lovecraft o Alicia en el País de las Maravillas.

Vuelta a los clásicos

Si eres de los afortunados -tardíos- que aún no han leído Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley y buscas una edición buena y sencilla de la obra, lo mejor es hacerse con una de estas dos: la de Austral, bonita y económica, con prólogo de José C. Vales, uno de los mayores expertos en esta novela de nuestro país; la de Alianza Editorial, igual de económica y perfecta, como todos los libros de este sello, con traducción de Francisco Torres Oliver.

Un volcán entró en erupción

Leyendo muchos artículos y ediciones críticas de Frankenstein, finalmente descubrimos que esta obra maestra, fundadora -sin su autora saberlo- del género especulativo de la ciencia ficción, no fue fruto únicamente de un reto lanzado una tarde de verano, sino de una acumulación de poemas, leyendas y noticias que Mary Shelley venía leyendo desde niña, todo ello aderezado con su profunda desolación y sentimiento de pérdida. Uno de los episodios más míticos de la historia de la literatura es el de aquellos días en Villa Diodati, junto al lago Lemán, en Ginebra, que compartieron Percy y Mary Shelley junto con la hermanastra de esta, Claire Clairmont, un joven médico llamado Polidori y el infame poeta al que servía, Lord Byron. Encerrados en la mansión por culpa de las terribles tormentas -la erupción del volcán Tambora, en Indonesia, sumió el hemisferio norte en un invierno aletargado de cenizas y relámpagos-, el poeta les retó a escribir la mejor historia de fantasmas. El resto es historia: Polidori escribió El vampiro, germen del futuro Drácula de Bram Stoker, y que los lectores atribuyeron a Lord Byron; y Mary Shelley empezó a perfilar su Frankenstein. Para saber más acerca de estos personajes y los días oscuros que compartieron podéis leer El año del verano que nunca llegó, de William Ospina, en Literatura Random House, que rellena todos los espacios vacíos dejados por la leyenda. Y también Bravura, de Emmanuel Carrère, en Anagrama, más centrada en la historia del joven médico italiano que acabaría por quitarse la vida, absorbidas sus ganas de vivir por aquel poeta chupasangre.

Imagina tu monstruo

Tanto para aquellos que ya conozcan la historia como para los que la lean por primera vez, en los últimos años han llegado a las librerías preciosas ediciones ilustradas que dan forma a la criatura y al monstruo -él, el hombre que le dio vida de los pedazos muertos-. Elena Odriozola diseñó un teatrillo para abrir la edición del Frankenstein, de Nórdica, de la que la editorial madrileña ha editado nueva versión para el bicentenario. Otra opción más clásica pero no por ello menos bella es la de Sexto Piso, ilustrada por Lynd Ward.

Las posibilidades no se limitan a las versiones ilustradas. La historia de la prolífica y desdichada vida de Mary Shelley está recogida en forma de cómic en Mary Shelley: la muerte del monstruo, de Julio César Iglesias y Raquel Lagartos. Gótico y desgarrador. Para suavizar -que no tergiversar- la historia a fin de contársela a los más pequeños, este otoño llegará a las librerías Mary, que escribió Frankenstein, de Linda Bailey y Jùlia Sardá en Impedimenta.

Juntemos los pedazos

La de Frankenstein es una historia a la que los escritores regresan una y otra vez. Los peligrosos derivados del desarrollo científico, el hombre que juega a ser Dios, los peligros de la creación, la soledad y el abandono como germen de la violencia… Con motivo del bicentenario, varios autores se han dado cita en diversas antologías para realizar su propio acercamiento a la historia del moderno Prometeo. Frankenstein Resuturado, en Alrevés editorial, reúne, junto al texto original, 21 relatos de autores como Juan Jacinto Muñoz Rengel, Patricia Esteban Erlés, María Zaragoza o Ricard Ruiz Garzón; 21 ilustraciones de artistas como Raquel Lagartos, Javier Olivares, Fernando Vicente y Elena Odriozola; y 2 propuestas musicales.

Allende los mares encontramos la antología Carne de mi carne, en Plural editorial. Inspiradas en el clásico de Mary Shelley, todas las autoras participantes -y el único autor-, como Claudia Hernández, Fabiola Morales y María Fernanda Ampuero, diseccionan una parte del cuerpo del engendro y crean su propia pesadilla.

Más allá de Frankenstein

Aunque fundamentalmente se la conoce por esta obra que nos atañe, Mary Shelley, después de la muerte de su amante y luego marido y la de tres de sus hijos -sólo llegaría a la edad adulta el más pequeño de ellos, Percy- escribió más obras que han llegado hasta nuestros días con menor celebración. Igualmente se conservan diarios de viajes, cuentos breves y cartas de interesante lectura. Otra de sus obras más conocidas, y que reflejaba nuevamente las pulsiones románticas y los sentimientos tan góticos como la desesperanza y la soledad, es Mathilda, de la que podéis encontrar una nueva edición crítica en Cátedra. También está disponible Mary; Maria / Mathilda en Nórdica, que acompaña este texto con dos firmados por la madre de la autora, Mary Wollstonecraft, una oportunidad perfecta para conocer su obra en conjunto.

Historia de un viaje de seis semanas, en la editorial Sabina, recoge entradas de los diarios fechados en la época en que Mary se fugó de casa con su hermanastra Claire y Percy y juntos recorrieron Europa, y también cartas que le envió a su otra hermanastra, Fanny Imlay. Respecto a su narrativa breve, la mejor antología la encontramos en los Cuentos góticos de Valdemar.

Ella no lo escribió

Toda buena lista que se precie debería incluir un título que bajo ningún concepto -o al menos esa es mi opinión- deberíais leer, porque es absolutamente infame. Por suerte, no está traducido al castellano y no es probable que os topéis con él en las librerías. Se trata de The man who wrote Frankenstein, de John Lauritsen, señor que afirma estar absolutamente convencido de que Frankenstein fue escrito por Percy Shelley. A pesar de que no posee la más mínima credibilidad, es desesperante el constante intento de menoscabar las creaciones de las mujeres. Afirmar que determinada autora no escribió la obra maestra que se le atribuye es uno de los mecanismos habituales del patriarcado señalados por la gran escritora de ciencia ficción Joanna Russ en su libro How to Suppres Women’s Writing.

La invención -perdida- del “postapocalipsis”

Para acabar, una recomendación que más bien es un llamamiento a algún editor/a en busca de un buen clásico que recuperar. Mary Shelley no solo se contentó con inventar un nuevo género literario, el de la ciencia ficción, sino que además fue la primera en cultivar una de sus ramas más prolíficas: la del Apocalipsis. The Last Man retrata los restos de la humanidad después de que esta haya sido devastada por una plaga, y a día de hoy no consta en el catálogo vivo de ninguna editorial española. Esperemos que no tarden demasiado en echarle el lazo.

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Comentarios

  • Felix

    Por Felix, el 02 septiembre 2018

    ¿Lord Byron, poeta infame? Estaría bien un artículo sobre el particular, explicando esa tesis. Como poeta es todo menos infame; como persona no tuve el placer pero le presumo a Polidori madurez e inteligencia, si es que la infamia nace de la tóxica relación con su médico.
    Por lo demás, el artículo me ha gustado mucho.
    [Aunque es un poco corto para usar dos veces el adjetivo «infame» 😉 ]

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