‘Vernon Subutex’: Virginie Despentes nos tira a la cara las úlceras del ‘mundo civilizado’
La escritora y activista feminista francesa Virginie Despentes, autora de ‘Fóllame’ y ‘Teoría King Kong’, compone en la trilogía ‘Vernon Subutex’ una obra sobre el abuso, la desorientación, el egoísmo, el yate de recreo que conduce a la muerte y la barca desvencijada que devuelve al náufrago, la cínica diversión de una mujer que conoce su lugar en el mundo y el lugar de las demás mujeres, el porvenir que han ideado los hombres sin contar con las mujeres. Una obra que es el olor del reproche, el eructo que nadie espera en la mesa de una casa civilizada. Una novela que deja huellas en carne y memoria sobre la violencia que se ejerce contra la mujer. Capas y capas de agresión en todos los ámbitos.
Los días pasan, pero el futuro no existe. La vida es una mala repetición de todas las vidas del mundo, o eso es al menos lo que Virginie Despentes cuenta en la fabulosa y apocalíptica novela ‘Vernon Subutex3’, la inmensa coctelera con la que a diario se rehidrata el diablo. El broche con que la autora francesa cierra una trilogía imprescindible. El zigzagueante deambular con que Sísifo recorre el mundo después de que Despentes le haya arrebatado la piedra.
Babel representada en la polisemia atroz del siglo XXI. Palabras con muchos significados que no sirven para emprender acciones. Todas las posibilidades se nombran, pero todas se pudren dentro de las bocas de mil dioses. La religión como arma de destrucción masiva. Un telegrama con noticias nítidas, con palabras concretas para narrar la inconcreción salvaje a la que las guerras de cualquier índole someten a los seres humanos. No se necesitan tanques en la calles o aviones destruyendo edificios para que las aceras se llenen de muertos. Se necesita la brutalidad de una mirada, y su manera de nombrar los defectos del mundo y de los hombres sin que después un chorro de agua tibia caiga sobre la espalda de quien se obliga a mirar en serio y no en serie los vicios y virtudes que construyen y destruyen los países.
Vernon Subutex3 es la úlcera que nadie le presiente a un país como Francia. La falta de personalidad de una generación completa. Un libro en el que ya no caben más verdades. El mapa de una ciudad en la que los abismos se desentienden de los hombres y mujeres que la recorren en una espiral de violencia y pasividad que revuelve las tripas.
Vernon Subutex3 es un espejo de mil bocas. La arcada útil que pretende vaciar el estómago de un siglo inesperadamente nocivo. Es un tango lento que se lleva la piel de sus bailarines hasta dejarlos en carne viva. Es la furia y es el ruido, el abuso, la desorientación, el egoísmo, el yate de recreo que conduce a la muerte y la barca desvencijada que devuelve al náufrago. Es la cínica diversión de una mujer que conoce su lugar en el mundo y el lugar de las demás mujeres. Es un altavoz de palabras útiles, la venganza que a Shakespeare se le olvidó escribir. Es el sonido del cuerno de la abundancia y el silencio de Eco. Es el porvenir que han ideado los hombres sin contar con las mujeres, es el olor del reproche, es el eructo que nadie espera que irrumpa en la mesa de una casa civilizada. Es una colmena de celdas podridas, de miel que no tiene sabor. Es encontrar el significado de lo que quiere callarse y contarlo.
Vernon Subutex3 es una novela que deja huellas en la carne y en la memoria, una historia que anula el presente y anula los demás tiempos verbales. Es el riesgo de saltar sobre el charco que ha dejado la lluvia, porque el inocente juego puede convertirse en pesadilla. Es tratar de vivir cuando el destino se ha comido los calendarios. Es llamar a las cosas por su nombre -«Mirar al mundo con benevolencia no tiene nada de divertido»- sin temer su significado. Es la falibilidad del porvenir actuando como anfitriona. Es la violencia que se ejerce contra la mujer. Capas y capas de agresión en todos los ámbitos, los marginales y los burgueses, aunque la forma de ejercer la violencia no se parezca.
Vernon Subutex3 es un río sin dragar en el que los cadáveres tienen un lugar seguro donde pudrirse, es la feroz cometa que el aire en una mala estrategia aborrece.
No dejen de leerla, algunos de sus párrafos son tan estremecedores como la quietud de esas madres que no pueden impedir que el hambre mate a sus hijos. Vernon Subutex3 es un buitre que no distingue la edad de la carroña que se llevará a la boca.
‘Vernon Subutex3’, de Virginie Despentes. Random House. 346 páginas.
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