Vuelven las esposas buenas y obedientes
Regresa a la escena de Madrid la obra ‘El Manual de la Buena Esposa‘, que parodia el adiestramiento de las mujeres españolas de 1934 a 1977, a partir sobre todo de los documentos y publicaciones de la Sección Femenina. Pero, más allá del asunto teatral, la re-presentación a cargo del director y sus tres actrices se convirtió también en un aviso de que esto no hay que verlo tan lejano; que las mujeres no deben bajar la guardia frente a las constantes tentaciones de dominación promovidas por la Iglesia y los Gobiernos reaccionarios.
El Manual de la Buena Esposa cuenta con textos hilarantes -pero que hacen pensar, pues no se basan en el surrealismo ni en el absurdo, sino en hechos reales- de Miguel del Arco, Verónica Fernández, Yolanda García Serrano, Anna R. Costa, Juan Carlos Rubio y Alfredo Sanzol. Su director, Quino Falero, explica: «El humor es la vía para acercarse a algo tan terrible como era el adoctrinamiento de la mujer en la época de Franco».
Las actrices Mariola Fuentes, Berta Ojea y Concha Delgado advierten de que la obra está hecha para reírse, para reírse mucho, pero que ahora, dados los tiempos que corren, también puede entenderse como un aviso para navegantes (y, sobre todo, navegantas).
Berta Ojea: «La obra sirve para reírse, desfogarnos, sobre una época tan oscura, la del franquismo, pero también para advertir, para enviar el mensaje de: cuidado, no hay que bajar la guardia». Mariola Fuentes: «Que nos pueden quitar de un plumazo los derechos que a las mujeres nos ha costado tanto tiempo y esfuerzo conseguir, lo mismo que han hecho con los derechos laborales. Cuidado, que volvemos al mandil». Concha Delgado: «Sí, sirva el recuerdo de alerta. Desgraciadamente, ya no es mirar un álbum de fotos en blanco y negro; ahora esas estampas han adquirido color».
En la re-presentación de la obra, que se desarrolló el pasado lunes en la cafetería La Paca, que recrea en el barrio de Malasaña la decoración setentera pero con ánimo moderno, flotaban los espíritus de intransigencia y catolicismo más radicalmente reaccionario de Rouco Varela y de los ministros de Justicia y de Interior, y de la violencia de género -en lo que va de año, en dos meses y medio, han muerto en España 18 mujeres por violencia machista-. La mejor prueba de que lo que se cuenta en la obra regresa persistente como fantasmas del pasado es el libro del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, Cásate y sé sumisa, que vio la luz el pasado otoño entre gran polémica.
Para ambientar la re-presentación, la productora de la obra, LaZona, repartió entre los periodistas el librito Cómo ser una buena esposa, editado en Inglaterra en 1936 y reeditado ahora como curiosidad por Alianza Editorial. Este manual, como tantos otros, está lleno de perlas de este estilo: «No sea usted una de esas esposas que exigen que sus maridos le hagan esto o aquello. Ningún esposo digno de ese nombre tolera que le mangoneen». «No espere gozar de una gran felicidad conyugal si es usted de ese tipo de esposa que parte con la idea de no permitir que su esposo le dé órdenes». «El deber de una esposa es tener el mejor aspecto posible. Si usted no se arregla después de terminar el conjunto de las tareas domésticas, no se sorprenda de que su esposo empiece a compararla desfavorablemente con la mecanógrafa de su oficina». «Cuando su esposo vuelve a casa dele una cordial bienvenida, para que se alegre de estar de vuelta. Es algo que un hombre agradece, sobre todo cuando está cansado. Pero no le agobie con todos los chismes intrascendentes que le hayan contado a lo largo del día. Y a su marido tampoco le interesará saber que la sirvienta ha roto un plato mientras fregaba la vajilla. Sin duda él preferirá contemplarla y admirar el vestido que se ha hecho usted misma».
Entre fantasmas reaccionarios convocados en torno a las butacas con flecos, siguieron las actrices hablando a los periodistas. Mariola Fuentes: «Desde que estrenamos en el Lara hace dos años, han cambiado mucho las cosas; tenemos un país mucho más gris. Que cada uno elija lo que quiera según su conciencia, pero lo que no es tolerable es que traten de imponérmelo». Berta Ojea: «Para la gente más joven, la obra ayuda también a mirar al pasado y abrir la mente, ya que vivimos en un país tan desmemoriado… Sobre todo, hay que reivindicar siempre nuestro derecho a decidir. Y ojo, porque se ha avanzado mucho, muchísimo, desde luego, pero estamos viendo pasos atrás; más que en los ciudadanos, en ciertos programas de televisión, en articulistas de cierta prensa, en el Gobierno. Pero yo creo que por más que haya un ministro que se empeñe en rescatar ciertos roles, no van a poder».
En fin, os dejamos con cuatro consejitos más para ser buenas esposas: «La mujer que baja a desayunar con una bata y unas chinelas viejas y deslucidas no admite comparación posible con la mecanógrafa inteligente, joven y bien vestida de la oficina de su marido. No olvide que el deber de toda mujer casada es bajar cada mañana con una sonrisa». «No se convierta en una esposa tiquismiquis. Es un deseo muy natural por su parte que el salón esté perfecto, pero no monte en cólera si su marido entra y habitualmente lo desordena. Ríñale en broma, o mejor, desvíele en otra dirección. Al fin y al cabo, usted no debe olvidar que esa habitación está ahí gracias al trabajo y al dinero que aporta su marido».
¡Ah! Y muy importante: «No deje de reírse de los chistes de su marido. Aunque sean malos, sonría cuando se los cuente, de lo contrario, si usted le decepciona, se sentirá frustrado, y con razón».
‘El Manual de la Buena Esposa’ se estrena este jueves 20 de marzo en el Teatro Muñoz Seca de Madrid. La obra está programada para dos meses. De miércoles a domingo; fines de semana, doble representación.
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