WildMed, una película para salvar Sierra Morena entre todos

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El extraordinario bosque mediterráneo de Sierra Morena, el único territorio del mundo donde cohabitan lobos, linces ibéricos y águilas imperiales, está en peligro. El fenómeno de la ‘seca’ está matando encinas y alcornoques. Si no lo evitamos, este simbólico espacio natural perderá su arbolado el próximo siglo. El largometraje ‘WildMed’ cuenta su riqueza y sus amenazas. Para poder montarlo y estrenarlo, su autor, el biólogo y documentalista Arturo Menor, ha presentado un proyecto de micromecenazgo.

Han sido tres años de duro trabajo. Uno de pre-producción y dos grabando. El resultado está casi a punto. Una cuidada y emocionante película, al más puro estilo Félix Rodríguez de la Fuente, sobre Sierra Morena, un paraje andaluz que alberga una de las mayores riquezas de biodiversidad del Occidente de Europa. Más de un millón de hectáreas de bosque mediterráneo. El único territorio compartido por tres ‘divos’ de la fauna: lobo, lince ibérico y águila imperial. Ellos son los protagonistas de Wildmed, el último bosque mediterráneo.

Wildmed, el último bosque mediterráneo. Teaser from ASECIC_VIMEO on Vimeo.

Pero esa joya natural está en peligro. La gran amenaza tiene nombre: la seca. Es un proceso complejo, con muchos y terroríficos brazos armados. Nos lo cuenta el director de Wildmed, Arturo Menor: «La seca afecta principalmente a encinas y alcornoques; también a robles. La consecuencia: el bosque se está secando. Si esto sigue así, en 150 años, lo que hoy conocemos como Sierra Morena habrá desaparecido». El ataque llega por muchos flancos: Por un lado, el cambio climático ha endurecido los ciclos de sequía en verano, con lo que, año tras año, el estrés hídrico que han de resistir los árboles se agudiza cada vez más. Eso les vuelve más frágiles, con lo que quedan más expuestos a todo tipo de plagas. Por otro lado, las labores forestales sobre el terreno se realizan sin extremar cuidados, y muchos ejemplares resultan también dañados, con rozaduras y cortes, auténticas heridas en sus cortezas por las que, como en la piel humana abierta, acceden los enemigos a la fortaleza. Con este debilitamiento de sus defensas, los árboles se entregan en carne viva a los cerambícidos, escarabajos de largas antenas propios de la zona que atacan a los árboles enfermos para completar su cadena reproductiva. Las aberturas en las cortezas son aprovechadas por las hembras para acceder y colocar ahí los huevos; las larvas, que son xilófagas (se alimentan de madera), se quedan tan a gusto dentro del árbol varios años, con lo que eso supone, que lo va dañando gravemente; en 20 años, ese ejemplar puede morir. La tarea que la naturaleza ha encomendado a estos coleópteros es sanear los bosques, eliminando los árboles enfermos. Pero si la mayoría de ellos están quejosos, la acción de los cerambícidos resulta letal para el conjunto. No pasaría nada grave si hubiera un recambio natural, si el bosque se regenerara, como las sociedades: los de más edad mueren y llegan las nuevas generaciones. Pero aquí entra en acción el tercer brazo ejecutor del plan de exterminio: la carga de ungulados resulta tan excesiva en Sierra Morena -jabalíes y ciervos, sobre todo- que los brotes verdes perecen a la primera de cambio, el sistema se los come; se sobrepasa el aforo y no hay lugar para la regeneración. Así, el cordel asesino se estrecha sobre el bosque, y el resultado, década tras década, se va haciendo angustioso. Y si no se toman medidas, como poner más cuidado en las tares forestales y controlar con rigor las poblaciones de ungulados, -«ahora la prioridad es la caza, y eso a largo plazo es muy preocupante», explica Menor-, Sierra Morena presentará un aspecto muchísimo más ralo el próximo siglo, con calvicies que alterarán el paisaje definitivamente.

Por todo eso, por todo lo que significa de tesoro, y de tesoro amenazado, Arturo Menor ha puesto todo su entusiasmo -y mucho de su dinero- en sacar adelante WildMed. Pero en el ciclo de las producciones audiovisuales, y aun más en los documentales de naturaleza, también hay un estrangulamiento que puede compararse con la seca y el ataque de los coleópteros: se llama crisis; vamos, que no hay dinero para nada. Por eso Arturo se ha apuntado al crowdfunding, el micromecenazgo, para poder terminar el largometraje, para recaudar los 6.000 euros que le permitan acometer la fase final de postproducción y montaje, y poder estrenar el documental en la primavera de 2014. Así que esto es lo que lanzamos hoy desde la Ventana Verde, que labor de El Asombrario es también apoyar los proyectos en que creemos, los que se salen del carril de la agenda oficial de las grandes empresas, los que construyen mundos nuevos, los brotes verdes que no son fuegos de artificio de Rajoy y Montoro para tenernos entretenidos, las semillas que permiten regenerar el arbolado para impedir que todo esto se convierta en terreno baldío, para poner freno a la desertificación cultural. El proyecto de crowdfunding está alojado en la plataforma de micromecenazgos Verkami. Desde esta web ofrece a su público la posibilidad de colaborar con el proyecto pre-comprando el DVD de la película y entradas para el pre-estreno, además de paquetes especiales para asociaciones y empresas, entre otras recompensas exclusivas para esta campaña. La cuestación está abierta hasta el 15 de diciembre.

Arturo Menor (Talavera de la Reina, 1970) es biólogo, director y productor de documentales de naturaleza, vinculado como investigador a la Universidad de Huelva y como profesional a la empresa sevillana Acajú Comunicación Ambiental; es también codirector del Festival Internacional de Cine Científico y Ambiental de Doñana, que este año se celebró a comienzos de octubre en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). En 2009 creó su propia productora y con ella ha montado en 2010 y 2011 dos estupendos cortos: Amigas del aire, sobre las aves y su relación de amistad con los seres humanos, y Ecología de la muerte, sobre el jabalí, al que define como «el gran barrendero del campo ibérico», trabajo que aporta impactantes imágenes de jabalíes comiendo huesos, con una técnica muy depurada para partirlos e ingerirlos, con la labor que eso supone de reincorporar los nutrientes de los huesos a la cadena trófica; el corto, grabado en la Sierra Norte de Sevilla y en los Montes de Toledo, se proyectó en Italia, Grecia, México, Colombia… y recibió premios en los festivales de cine de Ronda y Zaragoza. En la actualidad, dirige una serie documental de diez capítulos sobre el lince ibérico, dentro del programa LIFE Iberlince, de conservación de esta especie.

Y aquí, a puntito de salir del horno, está WildMed, Mediterráneo salvaje, con cartel de lujo: lobos, linces y águilas imperiales. En fin, en el trailer podemos apreciar de lo que estamos hablando, la calidad de las imágenes y del proyecto, con espectacular banda sonora original.

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