Sacamos del confinamiento 15 clásicos juveniles para… leer en el confinamiento

Sandokán en la serie de 1976 interpretado por el actor indio Kabir Bedi.

Sandokán en la serie de 1976, interpretado por el actor indio Kabir Bedi.

De ‘Peter Pan’ y ‘Sandokán’ a ‘El libro de la selva’. De ‘Pippi Calzaslargas’ a ‘La isla del Tesoro’. Son clásicos de la literatura juvenil que viven confinados desde hace años en las estanterías de nuestras casas. Arrinconados por culpa de las novedades. Han sobrevivido a cuarentenas sobre cuarentenas que les hemos impuesto. Y quizá ahora es el momento de hacerles caso, de recuperarlos.

Hoy que somos los humanos los que estamos obligados a quedarnos en casa y no podemos acudir a las mesas de novedades, vamos a buscar su compañía. No tendremos el último libro de Laura Gallego o de Blue Jeans, ni serán idolatrados por las cuadrillas de influencers, pero seguro que muchos de ellos están en nuestras librerías, en ediciones cubiertas de polvo, con las esquina vividas, y con manchas que pueden contarnos por dónde han pasado.

Libros con los que nuestras madres, padres y abuelos crecieron. Libros de fondo de armario que siempre han estado ahí y que hoy son más necesarios que nunca, porque los tenemos a mano y siempre los hemos relegado, por pereza. Es hora de darles una oportunidad. Ahora que tenemos ese tiempo regalado para ir más despacio, para usarlo de otra manera, es hora de volver a ellos.

Si te sientes como un león enjaulado, es tiempo de romper los barrotes de la pereza de los clásicos y dejarte llevar a otros tiempos sin coronavirus, ni fake news. Hoy os invitamos a rescatar 15 de esos títulos y ofrecérselos a las nuevas generaciones. Y lo vamos a hacer a través de citas célebres de estas obras que hasta pueden parecer pies de fotos de Instagram. Aquí van esos 15 clásicos.

El principito’. Antoine de Saint-Exupéry (1943)

“Todas las personas mayores fueron al principio niños aunque pocas de ellas los recuerdan”. Puede que sea uno de los mayores referentes del marketing literario que exista, ¿pero cuántos millennials lo han leído?

El maravilloso mago de Oz’. Lyman Frank Baum (1900)

“El ciclón había depositado la casa con bastante suavidad en medio de una región de extraordinaria hermosura. Por doquier veiáse el terreno cubierto de un césped del color de la esmeralda, y en los alrededores se elevaban majestuosos árboles cargados de sabrosos frutos maduros. Abundaban extraordinariamente las flores multicolores, y entre los árboles y arbustos revoloteaban aves de raros y brillantes plumajes”.  

‘El Principito’, ilustrado por su autor, Antoine de Saint-Exupéry.

Peter Pan’. James Matthew Barrie (1911)

En estos tiempos raros que nos ha tocado vivir debemos evitar a cualquier precio esto: “Los niños de hoy en día saben tantas cosas que dejan pronto de creer en las hadas”.

‘Alicia en el País de las Maravillas’. Lewis Carroll (1865)

“Si conocieras el tiempo tan bien como yo, no hablarías de perderlo”. Ahora que tenemos más tiempo que nunca, es hora de volver con Alicia y su viaje a través de la madriguera.

El libro de la Selva’. Rudyard Kipling (1894)

Esta frase parece buscada a propósito para estos tiempos excepcionales, pero no: “No te enfades por haber tenido miedo. Esa es la peor clase de cobardía”. Este libro es casi obligatorio para romper esa imagen que nos fijó hace años Disney en nuestra memoria colectiva.

La historia interminable’. Michael Ende (1979)

“Me gustaría saber qué pasa realmente en un libro cuando está cerrado… Algo debe de pasar, porque cuando lo abro, aparece de pronto una historia eterna”. No hay más que añadir para decir que hay que leer este libro.

‘Los tigres de Mompracem’. Emilio Salgari (1883)

Comenzó como una novela por entregas y se terminó convirtiendo en una novela que nos regalaría un personaje universal, Sandokán. “¿Acaso no seguimos siendo los viejos Tigres de Mompracem? –repuso el portugués–. Donde ponemos las garras, arrancamos lo que queremos. ¿Quieres una prueba?”.

‘El diario de Ana Frank’. Ana Frank (1947)

“Lo que se hace no se puede deshacer, pero se puede prevenir que vuelva a ocurrir”. Sin comentarios.

‘Matar a un ruiseñor’. Harper Lee (1961)

“Por la bondad divina, cuando un niño te pregunta algo, contéstale. Los niños son niños, pero sorprenden una evasiva con mayor presteza que los adultos, y las evasivas solamente sirven para atontarles”. Deberíamos hacer tanto caso de esta afirmación…

La isla del tesoro’. Robert Louis Stevenson (1883)

Si quieres vivir una gran aventura, esta frase te da un buen motivo para leer este libro: “El corazón me latía en la boca cuando salimos al frío de la noche y emprendimos nuestra peligrosa aventura”.

Tom Sawyer’. Mark Twain (1876)

“El trabajo consiste en lo que estamos obligados a hacer, sea lo sea, y el juego consiste en aquello a lo que no se nos obliga”. Pues eso, respetemos a nuestras niñas y a nuestro niños y su derecho a jugar.

Pippi Calzaslargas’. Astrid Lindgren (1945)

“Mi madre es un ángel y mi padre el rey de los caníbales. Pocos niños tiene padres así”. Pippi Calzaslargas, también conocida como Pippi Långstrump o Pippi Mediaslargas, decía cosas como estas que a nadie dejaban indiferente.

Fotograma de la película ‘Matar a un ruiseñor’, basada en la novela de la escritora estadounidense Harper Lee. Con Gregory Peck, que ganó un oscar por este papel.

El polizón del Ulises’. Ana María Matute (1965)

“Una noche del mes de mayo, en la puerta de la gran casa de las tres señoritas, las hermanas Etelvina, Leocadia y Manuelita, alguien deja abandonado un cesto con un bebé envuelto en una manta”. Así da comienzo una de las obras de referencia en la literatura infantil española, premio Lazarillo en 1965.

Mujercitas’. Louisa May Alcott (1868)

Bajo esta frase se recoge todo el espíritu y magia de este libro: “¿A quién le interesaría la historia de nuestras pequeñas penas y glorias domésticas?”.

‘Matilda’. Roald Dahl (1988)

“No sé que leer ahora… Ya he leído todos los libros para niños”. Pues ahora que empiecen a leerlos los adultos, verán la de cosas que van a aprender.

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