Sara Morante nos dibuja a la dama de rojo
Una ilustradora nos permite espiar el secreto de la creación. También nos regala una dama jamás vista hasta hoy. Es Sara Morante. Expresa miradas, naturalezas e historias con una sensualidad marcada en el misterio. Premio Euskadi de ilustración. Pinta el rojo de sentimientos y heridas acalladas, de temblores y danzas. Ilusión y decisión. Belleza y vulnerabilidad.
Sara Morante hechiza. Y dibuja. Con sus ilustraciones comunica mundos en los que sustraernos y multiplicarnos como Alicia entre espejos. Lo comprobarán a continuación. En su trayectoria cuenta con una gran variedad de libros y artículos ilustrados. En 2008 recibió el Premio Nacional de Arte Joven. En 2012 ganaba el Premio Euskadi de ilustración por La flor roja, de V. Garshín. Invitamos a los lectores a un viaje a otro tiempo. Basta dejarse llevar, tomarse una pausa de apenas tres minutos. Sin móviles ni Twitter. Hay ocasiones en que nos merecemos el más simple y frugal disfrute. Y así permitir que la mirada dance por las ilustraciones que pueden verse en el siguiente vídeo y que resumen su obra.
Obra de la ilustradora Sara Morante hasta 2013 from SardiFlor on Vimeo.
Sara Morante nos regala una ilustración inédita. Está en la cabecera de estas líneas. Es la primera vez que esta dama de flor roja se deja ver. Y quiere mostrarse a los lectores de El Asombrario & Co. antes que a cualquier otro caballero o dama. Sara Morante nos permite también espiarla en su espacio de creación. Será en el próximo vídeo. Defiende que para poder crear e ilustrar nuevas realidades es necesario ilusión y decisión. Y sin embargo parece tan sencillo. Basta verla. Si tuviéramos que titular el vídeo que sigue a este párrafo y en el que se ve a Sara Morante dibujar y pintar, lo marcaríamos con un “Dibujar es tan fácil”. La facilidad y la sencillez en una tarea no implican lo simple. Para alcanzar ese terreno hay que haberse perdido en muchos laberintos. Entre todos ellos y sus sumas infinitas se multiplican nuestras pérdidas y hallazgos. Queda el secreto de un encuentro. Quedan las grietas, los gritos y los silencios. Resta a veces una única miga de pan de las muchas que dejamos como marca atrevida. En esos caminos que Sara Morante ilustra nos conduce a lo que cada uno de nosotros atesoramos y que apenas osamos revelarnos. Pero los tesoros se pierden para que nos empeñemos en grandes aventuras y llegar a salvarnos. Cuando el camino está perdido, basta entrar en una de estas ilustraciones. No se trata de una brújula, ni de un mapa, sino del camino. No es nada conveniente desperdiciarlo, ni mucho menos restarle importancia. Menos aún cuando se ha extraviado su perfil y el nuestro. Son contados los espejos que nos mostrarán en el infinito. Uno de ellos se encuentra en el trazo de Sara Morante. Pintar e ilustrar es “una vía para crear, para canalizar o para recrear una historia, una forma de expresión, y una manera de participar…”.
¿Y con qué colores pintarnos? ¿Con qué colores enfrentar la realidad cotidiana? ¿Qué filtros nos ayudarán a ver más y mejor? Sara Morante nos lo cuenta: “Creo que hay que tener siempre a mano cuatro colores, la cuatricomía: cian, magenta, amarillo y negro. A partir de aquí cada uno puede hacer tantas mezclas como quiera, y tendrá el mundo (de los colores) a sus pies. Personalmente escogería un magenta en tempura bien maridado con un amarillo fresco. Juntos hacen el color, a mi juicio, más completo, polivalente y polisémico de cuantos hay: el rojo. El color de lo apasionado, de la herida, de la sangre que bombea el corazón, de unas mejillas turbadas, de un lacrimal a punto de caramelo, de unos labios que gritan. No me negarán que no es un color que lo tiene todo…”.
Esta ilustradora de sueños adora el color rojo. En El Asombrario & Co. encontramos otra dama de rojo esta semana, habita en la danza al borde del abismo. En sus primeras composiciones estaba animada de un espíritu radical, no admitía más color que el rojo acompañado del negro y el blanco. Le latían los pinceles, sus lápices estaban animados de contracciones.
También es crucial el equilibrio. Sara Morante defiende que se logra cuando se narra una historia propia… “Mirando mi trabajo puedo decir que si una ilustración me satisface (rara vez sucede, en mi caso el tópico “soy mi peor crítico” se cumple) suele ser porque considero que he conseguido por un lado proyectar lo que el texto que estoy ilustrando me ha sugerido y, por otro lado, ser fiel a mi propio estilo, poder volcar mi imaginario o una idea personal. Y algo importante si se trata de un libro ilustrado: que esa ilustración encaje en el resto del trabajo, que sea coherente, que guarde armonía con la historia, que sea narrativa y siga la narración”.
En 2014, Sara Morante seguirá colaborando con editoriales como lo ha venido haciendo hasta ahora. Lo primero que la espera es la novela de una autora finlandesa en la editorial Nórdica. “Es un proyecto que me apetece mucho y que llevo esperando un par de años; por fin se ha hecho realidad”. Pero antes quiere “cantar las mañanitas del Rey David ¿no?». «Bueno, en ese caso lo haré más formal: ¡Feliz cumpleaños! Este primer año habéis hecho un gran trabajo compartiendo, informando, entreteniendo, divulgando. Gracias por ello. Espero que celebremos muchos cumpleaños más».
Blog: http://saramorante.blogspot.com.es/
FB: https://www.facebook.com/pages/Sara-Morante/152623088088796
Twitter: https://twitter.com/Sara_Morante
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Comentarios
Por @ercanalla, el 13 diciembre 2013
buena pregunta ésa de con que colores enfrentar la realidad cotidiana…porque dependiendo de ello posiblemente nos salga la obra artística del día a día…