SOStenibilidad: Nuevos consumidores para nuevos tiempos
FSC ha celebrado, un año más el último viernes de septiembre, ‘su día’ a nivel mundial, el día de la gestión forestal responsable. Empresas certificadas FSC, socios, escuelas y organizaciones de todo el mundo han participado en eventos para apoyar, celebrar y sensibilizar sobre el papel que desempeña FSC en la conservación de los bosques. Esta vez la celebración –virtual– giró en torno a los ‘Nuevos consumidores para nuevos tiempos’. ‘El Asombrario’ estuvo atento a lo que allí se dijo, y este es un resumen de cómo un consumo con conciencia (las tres C) puede ayudarnos a un planeta más saludable y a una sociedad mejor preparada frente a pandemias y al reto de la emergencia climática. Cuestión de SOStenibilidad.
Como maestro de ceremonias del FSC Friday 2020 español, el periodista César Javier Palacios arrancó la sesión destacando: “Proteger la biodiversidad de los bosques es protegernos a nosotros”. Y Gonzalo Anguita, director ejecutivo en España de FSC, organización global sin ánimo de lucro dedicada a promover la gestión forestal responsable, recalcó el papel crucial de los bosques para “descarbonizar nuestro planeta y hacer frente al gran reto del cambio climático”, que llama insistentemente a nuestras puertas. A pesar de esto, Anguita dio un dato terrible: “Cada año se pierden en el planeta 7,6 millones de hectáreas de bosques” (eso es una extensión similar a la de toda la comunidad de Castilla-La Mancha). Lo grave no es sólo la pérdida de extensión de los bosques, sino también de su calidad, y se refirió al último informe Planeta Vivo, de WWF, de este verano, en el que se señala que en las últimas décadas, entre 1970 y 2016, se ha destruido el 68% de la biodiversidad de la Tierra. Para contribuir a frenar este deterioro, Gonzalo Anguita explicó lo que en El Asombrario se ha convertido ya en una de sus prioridades editoriales: “Debemos poner el acento en la España rural, porque el abandono de actividades tradicionales como la ganadería extensiva está detrás de una de las lacras más importantes de pérdida de bosques: los súper incendios. Debemos ponernos a trabajar todos en un modelo más integrador de los usos forestales, agrícolas y ganaderos, algo fundamental para mantener la bioeconomía”.
La bioeconomía
Sí, a lo largo de la mañana del FSC Friday 2020 se habló a menudo de la bioeconomía, un paso más respecto a la economía circular en esta búsqueda –para algunos incansable; para otros despistados, aún anecdótica– de darle una vuelta a nuestra economía y a nuestra sociedad.
Y en esto llegó al Friday Cristina Monge, politóloga y asesora ejecutiva de Ecodes, para subrayar lo importante de cómo concienciar sobre esa necesidad de cambio para forjar nuevos consumidores para estos nuevos tiempos: “Esta pandemia ha venido a hacer aún más visibles problemas que ya teníamos como sociedad de híperconsumo, así como el insostenible modelo económico en que estamos inmersos. Ha venido a hacer más urgente la necesidad de repensar dónde estamos para darle una vuelta y hacer biomímesis, es decir, aplicar a la economía cómo funciona la naturaleza, donde no existe el concepto de residuo”.
Monge se detuvo en algo muy importante desde las actitudes y la comunicación, algo que nos atañe especialmente a los periodistas que nos dedicamos desde hace tiempo a hablar de medioambiente: “¿Por qué en vez de hacer hincapié siempre en los sacrificios y renuncias a que nos abocaría un cambio de modelo, no ponemos el énfasis en todo lo que saldríamos ganando, en todo lo positivo que acarrearía? En vez de centrarnos, por ejemplo, en las incomodidades de no coger tanto el coche, por qué no hablamos de los beneficios que eso conlleva, desde un aire más limpio y saludable hasta la posibilidad de ver un cielo azul, como comprobamos durante el confinamiento? ¿Por qué en vez de poner el acento en lo que perdemos no nos centramos en todo lo que ganamos? Hemos de subrayar que se trata de cambiar para vivir mejor”.
“En ese sentido”, continuó Cristina Monge, “los bosques son un gran aliado para adoptar esa perspectiva, porque un bosque siempre es un elemento evocador en positivo, nadie piensa nunca en un bosque como un lugar desagradable”. Y subrayó lo que en otro encuentro digital de FSC, el científico Fernando Valladares explicó en mayo, en pleno confinamiento: los bosques son un gran aliado para comunicar esa relación ya probada entre biodiversidad y calidad ambiental como mejor vacuna frente a pandemias, para que los virus encuentren barreras naturales en el complejo puzle de la naturaleza –confeccionado a lo largo de miles de millones de años– antes de dar el agresivo salto a la especie humana, a cuyo sistema inmunológico pillan desprevenido.
Ante las dudas planteadas por César Javier Palacios sobre si el impacto de esta pandemia está haciendo retroceder los temas ambientales a un segundo plano, en vez de –lo que la lógica dictaría– al revés, Cristina Monge reflexionó: “Te voy a decir que al principio de esta crisis sí pensé que la emergencia ambiental iba a desaparecer de la agenda política y social, y más viendo las iniciativas de algunos gobiernos autónomos, que aprovecharon la pandemia y, con la excusa de la recuperación económica, comenzaron a rebajar los estándares de criterios ambientales en muchas áreas. Pero tras pensar así las primeras semanas, creo que me equivocaba. Y me han llevado a cambiar de opinión posturas como la de la Comisión Europea, que ha hecho una apuesta decidida por los criterios de digitalización y transición ecológica para la recuperación económica, así como el compromiso del Gobierno español con la tramitación de la Ley de Cambio Climático. Además, a nivel de conciencia social, no creo que los temas ambientales estén pasando a un segundo plano”.
Alianzas y visiones optimistas
Para reforzar esa perspectiva aportada por Cristina Monge, el FSC Friday dio paso a experiencias, a varias buenas prácticas desde diversos frentes. Especialmente interesantes resultan las alianzas entre actores empresariales y sociales. Como el Proyecto Libera, puesto en marcha por SEO-BirdLife y Ecoembes para luchar contra la basuraleza, o el festival Mar de Mares, celebrado en A Coruña este pasado fin de semana para unir cultura y medioambiente, y que cuenta con el apoyo de Signus, entidad sin ánimo de lucro encargada de recuperar los neumáticos fuera de uso. En esa línea de optimismo y visión positiva a la que aludía Cristina Monge, milita siempre Isabel López-Rivadulla, directora de comunicación y marketing de Signus Ecovalor: “Hay oportunidades para cambiar y mejorar, oportunidades para entender de otra manera la economía y la sociedad”. Se nos viene a la cabeza el contrato social de Rousseau cuando abogó por “un nuevo contrato con el planeta”. Y terminó: “Vivimos muy metidos en las ciudades y muy a espaldas de la naturaleza, las escuelas también. Y yo creo que debemos vivir más conectados a la naturaleza, desde muchos planos, empezando por la enseñanza”.
Todos, desde la representante de Signus a Ana Etchenique, vicepresidenta de CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios), destacaron el valor de los sellos verdes para orientar al consumidor, a esos nuevos consumidores para nuevos tiempos, sellos como el de FSC. “Pero hay que hacerlos más visibles”, subrayó Isabel López-Rivadulla. “Yo creo que la cosa va de pensar, pensar como consumidores”, dijo Etchenique, “pensar, por ejemplo, en una alimentación responsable, en la que nos detengamos a pensar de dónde viene y cómo se consigue lo que comemos. No podemos seguir consumiendo hasta morir”.
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