Llega la Hora del Planeta: un grito de esperanza en plena crisis
Por MAR ASUNCIÓN Y CRISTINA MARTÍN / WWF ESPAÑA
Este año, la mayor campaña de sensibilización contra el cambio climático se vuelve a celebrar de forma virtual por la pandemia. Sin embargo, este movimiento llamado la Hora del Planeta, que se celebra este sábado, 27 de marzo, en todo el mundo tiene más sentido que nunca y, más allá de apagar las luces en miles de ciudades de todo el mundo, la campaña de WWF se convierte en una oda a la naturaleza y en un grito de esperanza para volver a la vida de forma más respetuosa con el planeta.
Y es que con la pandemia y el confinamiento hemos comprobado cuánto necesitamos la naturaleza para nuestra propia supervivencia. Apagar las luces es una oportunidad para reflexionar sobre la relación entre nuestro estilo de vida y los impactos que producimos. El cambio climático es uno de los más graves impactos y es generado precisamente por la forma en que producimos y utilizamos la energía.
Desde WWF España organizamos un evento digital con una programación especial para este sábado, 27 de marzo, 13 años después de la primera edición en España. Este año nos hemos adaptado a la situación y hemos preparado un viaje virtual para disfrutar de la naturaleza sin salir de casa a través de los sentidos. Ofrecemos evocadores paseos sonoros por los Parques Nacionales, saborear recetas mediterráneas sostenibles o incluso enviar abrazos de animales virtuales a nuestros seres queridos en un momento en el que tanto los necesitamos todos.
La Hora del Planeta nació en Sidney en 2007 como un gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Un sencillo gesto que consiste en apagar las luces de edificios y monumentos durante una hora. Con los años, se ha convertido en el mayor movimiento mundial en defensa del planeta, del que ya forman parte miles de ciudades de casi 200 países, que en pasadas ediciones apagaron más de 12.000 monumentos y edificios tan emblemáticos como la Torre Eiffel o el Coliseo.
En cada edición, la Hora del Planeta recorre todos los husos horarios desde Sidney hasta Shangai o Moscú, pasando por El Cairo o París, hasta llegar a España, donde se apagan los edificios más emblemáticos de cientos de ciudades del país, además de empresas e instituciones como símbolo de la lucha contra el cambio climático y la defensa de la naturaleza. Tras su parada en España, la Hora del Planeta de WWF sigue recorriendo el mundo para sensibilizar y concienciar sobre la necesidad de actuar para proteger la naturaleza, para llegar hasta los hogares del otro lado del hemisferio como Nueva York o del continente latinoamericano.
La naturaleza es nuestra fuente de vida, el pilar de nuestra sociedad y de nuestras economías, además de uno de nuestros grandes aliados a la hora de combatir el cambio climático. Sin embargo, estamos destruyendo la naturaleza a un ritmo alarmante. Por eso, recordamos que este es un momento clave para subrayar que somos parte de la solución de los problemas ambientales a los que nos enfrentamos. La naturaleza y su capacidad de regeneración deben inspirarnos en estos difíciles momentos y por eso queremos unirnos en un movimiento global de personas que buscan contribuir a un mundo mejor, donde reconectemos con la naturaleza.
El Planeta está al límite y la pandemia lo ha visualizado de forma trágica
La destrucción de la biodiversidad aumenta el riesgo de pandemias, acelera el cambio climático, socava la seguridad alimentaria e hídrica y aumenta el riesgo de extinción de un millón de especies. En concreto, la pérdida de biodiversidad tiene consecuencias directas sobre la salud humana, con la propagación y surgimiento de nuevas enfermedades zoonóticas, como la covid-19. Es importante recordar que todas estas pandemias son la última consecuencia trágica y un indicador de la presión acelerada que estamos ejerciendo sobre los sistemas naturales y la pérdida acelerada de la naturaleza, debido a nuestros actuales modelos de desarrollo insostenible.
Quizás también esta pandemia nos haya hecho reflexionar sobre la interconexión con la naturaleza, y que nuestra propia salud como seres humanos depende de la salud del planeta. Es indudable, por tanto, la relación directa entre la destrucción de la naturaleza, el cambio climático y el aumento del riesgo de pandemias, como también hemos analizado en el informe ‘Pérdida de naturaleza y pandemias. Un planeta sano por la salud de la humanidad’.
Urge, por tanto, cambiar el modo en el que nos relacionamos con el planeta, porque ‘No hay un Planeta B’.
La Hora del Planeta es un movimiento global para recordar que la naturaleza es el sistema de soporte vital del planeta que nos brinda todo lo que necesitamos, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos. Ahora más que nunca es el momento de defender nuestra naturaleza para salvaguardar la salud de nuestro planeta y, a su vez, nuestra propia salud y bienestar.
El cambio climático puede ser la próxima pandemia si no lo evitamos
No nos cansamos de repetir que la emergencia climática está aquí y hay zonas del planeta donde ya está siendo muy dramática. Por ejemplo, en los países en desarrollo las sequías prolongadas o las inundaciones están provocando verdaderas catástrofes. En cambio, parece que los países más desarrollados quizás no lo estemos sufriendo con esa virulencia; sin embargo, está claro que un país como España ya está viendo los primeros efectos en forma de un incremento de las olas de calor, sequías más prolongadas y subida del nivel del mar. El tema es muy serio, e incluso la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, ha advertido de que el cambio climático es la gran crisis después de la covid-19.
Estamos en un momento clave para aprovechar los fondos europeos para la reconstrucción postcovid y redirigirlos hacia una recuperación sostenible, acelerando la descarbonización de nuestra economía. También se pueden usar esos fondos europeos para reforzar nuestros ecosistemas, para que absorban CO2 y que actúen como sumideros, a la vez que protejamos la biodiversidad –el mejor escudo contra las pandemias–.
2021, el año que podemos cambiar el curso de la historia
Este año se celebra en Glasgow la Cumbre de Naciones Unidas de Cambio Climático (COP26) y es imprescindible que los países aumenten la ambición de sus compromisos de reducción de emisiones y desde WWF estamos desarrollando la campaña ‘The NDCs We Want’. De lo contrario, si se mantienen los objetivos actuales llegaríamos a un aumento de la temperatura global de más de 3ºC, cuando la ciencia nos dice que necesitamos mantenernos por debajo de 1,5ºC para evitar las peores consecuencias económicas, ecológicas y sociales del cambio climático.
La otra cita imprescindible y complementaria de este año es la Cumbre de Biodiversidad de la ONU de Kunming (China), que debería acordar el objetivo de reducir a la mitad nuestra huella ecológica, algo que aún no recoge el borrador actual, que carece de la ambición necesaria para hacer frente a la magnitud de la crisis. También desde WWF pedimos que se acuerde que a partir del año 2020 no haya extinciones de especies causadas por el ser humano y que para 2030 haya mejorado la situación de, al menos, el 30% de las especies amenazadas o que se proteja el 30% del planeta entre otras muchas metas.
Es importante subrayar que la financiación es un punto clave en ambas citas y se debe avanzar para reconducir los flujos financieros y alinearlos con prácticas positivas para la naturaleza y con Acuerdo de París sobre cambio climático firmado en 2015.
COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.
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