‘Guía WAS’ de Economía Circular en la empresa: conocimiento, intuición y energía
La plataforma de liderazgo sostenible femenino que es Women Action Sustainability (WAS) ha presentado recientemente la ‘Guía para impulsar la Economía Circular en la empresa’, bajo el lema ‘De la estrategia a la acción’, que inspira actitudes y actuaciones de esta organización. “El tiempo nos ha dado la razón, los planes de recuperación, los fondos europeos y las políticas anunciadas por los gobiernos incluyen la economía circular en sus agendas”.
POR ALBA CABAÑAS VARALES / WAS
Cuando en pleno confinamiento catorce mujeres, ingenieras, economistas, arquitectas, biólogas, abogadas, periodistas, entre otras titulaciones, con trayectorias probadas en el campo de la sostenibilidad y la empresa, se encontraron a través del mosaico de una pantalla de ordenador, no fue para compartir recetas, ni clases de yoga, ni para llorar su miedo, ni tampoco para otras charlas tradicionalmente atribuidas al mundo femenino. Eso quizás lo hicieron, pero no en ese foro.
Lo que nos movía entonces era la enorme ilusión por constatar que la sostenibilidad había entrado por la puerta grande en el debate de la agenda política e institucional y que, frente al incierto panorama de la pandemia, ese cambio de paradigma alumbraba un horizonte nuevo e ilusionante, a pesar de todo.
De esos encuentros, nació la Guía para impulsar la Economía Circular en la empresa, presentada hace un mes en Madrid bajo el lema De la estrategia a la acción, que inspira muchas de las actuaciones de la plataforma de liderazgo sostenible femenino que es Women Action Sustainability (WAS).
Compartíamos una gran motivación por aportar nuestro conocimiento, intuición y energía a la transformación de una sociedad inquieta por su futuro. Apoyando muy especialmente a nuestras empresas para que pudiesen avanzar hacia un patrón más eficiente en el uso de los recursos, más respetuoso con las personas y con el medioambiente, sin que ello comprometiese su competitividad.
Entre las distintas alternativas posibles, pusimos el foco en la Economía Circular, coincidiendo con la presentación por parte de la Comisión Europea el mes de marzo de 2020 del Nuevo Plan de Acción de Economía Circular, como secuela de la primera Comunicación sobre el mismo asunto publicada cinco años antes. Y porque la opinión pública y los medios generalistas empezaban a usar esa expresión sin que estuviésemos muy seguras de que todo el mundo compartía y entendía su significado, especialmente las pequeñas y medianas empresas que debían protagonizar el cambio anunciado.
El mantra de pasar de la economía lineal, caracterizada por extraer, usar y tirar, al de la economía circular, en el que se recupera, se usa y se recicla, se repite en numerosos foros. Aunque en los entornos no especialistas, se simplifica, y se asimila en la práctica, a las costumbres de los abuelos, más familiarizados con la escasez material y la buena administración de los recursos que sus descendientes.
Lo cierto es que el concepto de Economía Circular es lo suficientemente gráfico como para ser intuido y lo suficientemente amplio como para ser interpretado de numerosas formas distintas. Cada día lo oímos en boca de académicos, financieros, empresarios, regiones, países y continentes, como lo prueba el hecho de que cada vez se conocen nuevas iniciativas en este campo. Sin embargo, pensamos que queda mucho recorrido para difundir el concepto y explorar las múltiples oportunidades que esta estrategia puede ofrecer.
Desde Europa se nos invita a ir un paso más allá en las tradicionales políticas ambientales que afectaban a unos pocos. Se nos pide que los productos sostenibles sean la norma y no la excepción en nuestro sistema productivo. Que sean más duraderos, reutilizables además de reparables. Y sólo, cuando no quede más remedio, nos exige el reciclaje, para asegurar el aprovechamiento del material recuperado para otros usos, para otras vidas.
En el nuevo escenario, el consumidor es un agente activo, empoderado y consciente al que se le otorgan nuevas vías para exigir la veracidad de la información que se les facilita o el derecho a la reparabilidad, entre otros.
El sistema empieza por entender que el residuo debe descartarse en el momento de diseñar los productos o servicios que pretendemos poner en el mercado. Asumiendo que la verdadera prevención empieza en la conceptualización de ese producto o servicio, anticipando todos sus impactos sobre el medioambiente. Desde la extracción y transformación de las materias primas necesarias para su fabricación, hasta los provocados por su uso, durante toda su vida útil, y una vez acabada ésta, los efectos que provocarán los residuos producidos por su descarte.
Por último, el propio plan de acción pone el énfasis en los sectores más intensivos en el uso de los recursos y con más potencialidad de circularidad, como son el sector textil, alimentario, el del plástico, electrónica, baterías y vehículos, o envases, y los invita a ser los primeros en pasar al salón.
El desafío está servido. Por un lado, las más de 35 medidas legislativas y no legislativas en batería para conseguir el objetivo. Por otro, un tejido económico desangrado por los confinamientos y con un nivel de endeudamiento e incertidumbre como nunca en nuestra historia reciente habíamos experimentado.
La empatía nos empujaba a querer convertir nuestra visión en actuaciones reales, teníamos claro que cuando se retomase la actividad, se debía pasar lo antes posible de la estrategia a la acción, y así empezamos a elaborar una Guía que de forma sintética pudiese ayudar a todo tipo de empresas, especialmente a las pymes, para inspirar sus actuaciones en el ámbito de la economía circular.
La acción de guiar significa, entre otras posibles acepciones, “ir delante de otros o con otros, mostrándoles el camino que deben seguir”, “indicar un camino a alguien”, “servir de cauce a una cosa”. Nada más lejos de nuestra intención que dar instrucciones a los verdaderos héroes de este tiempo, los pequeños y medianos empresarios que han superado el envite de la terrible crisis por la que estamos pasando. Pero sí queríamos asegurarnos de que, a través de esta síntesis práctica, llegábamos al mayor número de ellos para ordenar sus ideas sobre lo que es y no es la economía circular, sobre cómo empezar a aplicarla en una actividad empresarial, incluyendo las principales fuentes y herramientas disponibles para profundizar en el reto, tanto desde el punto de vista técnico como financiero.
El tiempo nos ha dado la razón, los planes de recuperación, los fondos europeos y las políticas anunciadas por los gobiernos incluyen la economía circular en sus agendas. Cuando concebimos esta idea, todavía no estaba escrita esa parte del guion. ¡Seguimos!
Alba Cabañas Varales es asesora estratégica en Sostenibilidad y socia WAS.
No hay comentarios