La gran alternativa del turismo regenerativo: compartir, respetar, mejorar
“Tienes que escribir algo sobre turismo regenerativo”. Me decía mi amigo Antonio Gonzalo en una de mis últimas estancias en su camping de Gargantilla del Lozoya, en Madrid. Él me dio una pista: Travel4Impact, una red de iniciativas en la onda de ese turismo. Aparte, aproveché la última edición de Fitur para buscar entre las miles de propuestas algo que me llevara hasta el turismo regenerativo. “Pero si aún no hay turismo sostenible y responsable, cómo va a haber turismo regenerativo; cuidado que aquí hay mucho lavado verde”, me decían personas expertas del sector. Poco, pero algo encontré. Hoy, 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, queremos hacernos eco de esta gran opción: El turismo regenerativo va un paso más allá e intenta que cada viaje contribuya al desarrollo de culturas y comunidades locales, que participan activamente en la propuesta viajera, al tiempo que el entorno natural y social se deja en mejor estado que antes de nuestra llegada. Y algo hay, en Gargantilla del Lozoya, en La Axarquía, en Chiapas o en Cabo Verde.
Hoy es del Día Mundial del Medio Ambiente, el 2 de junio fue el Día Mundial del Turismo Sostenible y en enero de este año, una edición más de Fitur se vistió de ese turismo. Allí se solapaban jornadas, encuentros y presentaciones al efecto. Todo era sostenible: aerolíneas con vuelos por todo el mundo quemando queroseno, empresas de alquiler de coches con miles y miles de kilómetros quemando gasolina y hoteles en una primera línea de playa abarrotada de edificaciones. “De cada cien, uno hace algo de verdad en torno al turismo sostenible. En la mayoría de los casos no hay nada detrás”. José María de Juan sabe de lo que habla, lleva 15 años organizando uno de los foros sobre turismo responsable de Fitur y es socio-director de Koan Consulting (consultores turísticos) desde 2000 y fundador y vicepresidente del Centro Español de Turismo Responsable.
“Es necesario que el turismo evolucione de ser sostenible en su filosofía y en su concepto a ser realmente responsable con los territorios que visita, con sus gentes y con su cultura; y que evolucione hacia una verdadera economía de triple balance que tenga en cuenta un sano equilibrio entre los impactos ambientales y paisajísticos, los impactos socio-culturales y la rentabilidad económico-empresarial”. Así lo expresa José María de Juan, y, aunque no le convenza mucho, es en este campo en el que juega el turismo regenerativo.
Otra de las citas con el turismo sostenible en Fitur la protagonizó Comisiones Obreras, que celebró una jornada donde coincidí con otro viejo conocido en lides ambientales, Carlos Martínez, miembro de la Secretaría Confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental del sindicato. “De entrada, turismo sostenible y masificación son excluyentes. No tiene sentido si conlleva ampliar aeropuertos y puertos o destinos turísticos ya saturados. Tiene que ser un turismo de proximidad, más pequeño y menos estacional”, comentaba Martínez, y ahí me acordé del camping Monte Holiday, ubicado en la ladera de solana de un monte de encinas de Gargantilla del Lozoya.
La primera red de turismo regenerativo en España
Está cerca, es pequeño y creo que he ido en todas las estaciones, con mucho frío (nieve incluida) y con mucho calor. El camping es uno de los proyectos que forman parte de la red Travel4Impact. “Queremos impulsar la capacidad de pequeñas y medianas empresas para generar un impacto positivo en los entornos en los que operan, por ejemplo, protegiendo los espacios naturales o preservando la cultura y tradiciones de las comunidades locales visitadas por los turistas”. Así se expresa Esther Villena, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Amadeus, que junto a IE University han creado Travel4Impact para apoyar, hasta el momento, a 40 pymes en cuestiones de digitalización y sostenibilidad mediante la formación, tutoría y trabajo en red.
“Es la primera red de turismo regenerativo que se monta en España y hemos querido estar para sentirnos más arropados y ayudados en el paso que estamos dando”, afirma Antonio Gonzalo, máximo responsable de Monte Holiday. Ese paso se ve sobre el terreno, con el aclarado de ocho hectáreas del encinar en el que se integra el camping, y talado de pies secos. “Cada vez perdemos más árboles por culpa de la sequía y el cambio climático, aumenta el riesgo de incendios y nos tenemos que preparar para un escenario de temperaturas aún más altas. No queremos perder más árboles”, explica Gonzalo.
Energía renovable y de proximidad para el camping
La estrategia apoyada desde Travel4Impact consiste en reducir la carga de madera en un monte de 200 hectáreas para afrontar ese nuevo escenario climático con el mantenimiento de los mejores pies, y siempre con el permiso de la Comunidad de Madrid. Este trabajo de gestión forestal contará posteriormente con una validación científica para saber si ha mejorado o empeorado la biodiversidad. Esto último me interesa mucho, ya que he probado tres de los cuatro observatorios de fauna que tiene el camping y no me haría gracia no volver a ver desde ellos zorros, águilas imperiales, arrendajos, escribanos soteños, culebras de escalera o buitres negros.
“Además, está la satisfacción de la clientela de saber que se calienta o se ducha con energía renovable, ya que hemos añadido a nuestra caldera de biomasa de 150 kW otra de 500 kW, para aprovechar en ella toda la madera que estamos sacando y vamos a sacar del monte, previa trituración y astillado aquí mismo, y así no tenemos que traerla de Burgos o Guadalajara”. A este comentario de Antonio Gonzalo se añade que, gracias a una instalación de paneles fotovoltaicos y la compra de electricidad verde, casi el 100% de la energía que se consume en el camping es renovable.
Uva pasa de La Axarquía y sal del Valle Salado de Añana
Toca conocer más ejemplos dentro de Travel4Impact junto a Amadeus e IE University, pero también con la experiencia de José María de Juan. Es así como surge el nombre de Genuine Spain y de su impulsora, Susana Conde, que prefiere asegurar primero qué es y cómo se hace turismo sostenible, con ideas y claves que conviene apuntar: “Turismo sostenible es movilidad sostenible, recuperación del patrimonio natural y cultural, equidad de género… O, por ejemplo, si no se contratan guías locales eso no es sostenible. Hay que tener en cuenta que el 95% de las personas viajan sin tener en cuenta estos criterios”.
Genuine trabaja en España con redes de emprendimiento femenino y pueblos en riesgo de despoblación, participando hasta en 30 proyectos con este tipo de perfiles. Uno de ellos es un proyecto SUDOE –programa subvencionado por la Comisión Europea en espacios del suroeste europeo– que lleva el nombre de Valsipam, acrónimo de Valorización de los sistemas importantes para el patrimonio agrícola mundial, y tiene como principal objetivo la creación de una red de territorios y espacios agrarios únicos y singulares del ámbito europeo para mejorar sus métodos de gestión y valorización. Y ahí está Genuine, colaborando desde el lado turístico para que en dos de estos espacios, el Valle Salado de Añana (Álava) y La Axarquía (Málaga), se vivan experiencias viajeras en torno a la sal y la uva pasa, respectivamente. “Son experiencias que ayudan a recuperar nuestro patrimonio agrícola y que demuestran que en España se puede y se debe hacer turismo regenerativo”, concluye Conde.
Viajar en familia y sin pantallas
Sigo con Travel4Impact rastreando más sobre este turismo regenerativo, por ejemplo con el “bosque de peregrinos” que plantan en Sarria (Lugo) los propios senderistas que hacen el Camino de Santiago gracias a una iniciativa de The Way Tours; o con Raquel Traba y el turismo familiar que impulsa desde We Go Wild. Por cierto, qué manía más poco regenerativa que todos los nombres sean en inglés. Además, con esta última agencia surge el cuestionamiento de plantear un turismo sostenible y regenerativo con vuelos en avión hasta las islas Azores (Portugal), Indonesia, Costa Rica o Cabo Verde.
“Está claro, si coges un avión generas un impacto importante”, reconoce Traba, pero añade que “viajar también es consustancial al ser humano; hay que aprovecharlo como un aprendizaje y sembrar semillas de regeneración, conociendo y participando en la economía local con guías de la zona, evitando el consumo de plástico, sobre todo de un solo uso, que los peques se olviden de las pantallas y participen en juegos didácticos en torno a las razas, culturas y biodiversidad que les rodean…”. Los viajes familiares que propone We Go Wild son parte de esa siembra de educación e integración, sobre todo cuando una de sus guías de referencia es Hissora Linse, que viaja con sus hijos desde que eran bebés.
El turismo se adapta a las comunidades locales, no al revés
Y si de guías principales (desde España) se trata, pocas como Kris Ubach. Doy con ella en Fitur. Sí, me costó, pero al final en esta feria encontré algo de luz sobre el turismo regenerativo en unas jornadas creadas por FiturNext, un observatorio sobre nuevas tendencias y buenas prácticas en turismo que sirven de ejemplo y, sobre todo, son replicables. Cada año conceden unos galardones que tras tres ediciones centradas en temáticas como el desarrollo económico local, la igualdad de género y la accesibilidad para personas con todo tipo de movilidad, afrontaba una cuarta sobre turismo regenerativo. Kris Ubach trabaja para Green Pepper Travel, que además de obtener el premio FiturNext en la categoría Gestión y promoción de la regeneración, forma parte de la primera promoción de pymes vinculadas a la red Travel4Impact.
“Que nadie busque ni pida una Coca Cola ni hamburguesas en este destino, en Chiapas, junto a habitantes de la etnia tzotzil. Tienes su bebida de maíz y sus comidas, y te alojas en las cabañas que esas mismas personas construyen, porque ellas no tienen que adaptarse al turismo, sino el turismo a ellas”. Ubach habla así de uno de los destinos de Green Pepper Travel en México, que permiten conocer a personas como Alberto López: “Ayuda a conservar una tradición dentro de un poblado donde las mujeres viven de tejer el telar de cintura, una técnica prehispánica. Alberto aprendió a escondidas y empezó a vender sus telas. Comenzó muy humilde y ahora sus telas desfilan por pasarelas de moda de Nueva York y Milán, y dan trabajo a más de 150 personas en Chiapas”.
Según Nani Angulo, socia co-fundadora de Green Pepper Travel, “las personas que viajan tienen que ralentizar sus ritmos, que se sientan naturaleza, aunque en lugares como Europa estemos tan desconectadas de ella; entendemos el turismo como una dinámica que tiene que contribuir a un mayor bienestar, de quien viaja y de quien le recibe”.
“En el pasado no hemos hecho lo suficiente”
Termino este viaje por el turismo regenerativo en las jornadas de FiturNext sin pasar por alto el cuestionamiento de viajar sin límites de este observatorio, que habla de “visitar los diferentes y crecientes destinos, ampliando así las opciones de manera que permita un crecimiento sostenible del sector sin necesidad de restringir ni limitar quién o a dónde se puede viajar”. Por otro lado, el socio principal de FiturNext es el Banco de Desarrollo de América Latina, cuestionado en Argentina por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de este país y por otras ONG como la Asociación de Amigos del Río San Antonio por financiar una polémica autovía que atravesará el valle de Punilla, una zona de sierra en la provincia de Córdoba.
Otros de los premios otorgados este año por FiturNext a proyectos de turismo regenerativo fue para el grupo Iberostar en la categoría de Regeneración del medio acuático; un grupo, sí, que cuenta con hoteles en primera línea de playa y en grandes polos de atracción turística. Sandra Benbeniste, directora de Sostenibilidad, aparte de hablar de las acciones que realiza el grupo para prevenir los efectos del cambio climático, como plantar manglares en algunas de esas primeras líneas de costa, “siempre con asesoramiento previo científico”, reconoció que “en el pasado no hemos hecho lo suficiente”. “No hay que hacer las cosas desde arriba, sin que las comunidades locales participen directamente. El gran reto es generar confianza y establecer relaciones a largo plazo con ellas, reconocer que los saberes comunitarios son importantes y que los beneficios se deben repartir de manera equitativa”, añadió Benbeniste.
El turismo regenerativo es compartir, incluso los fallos
Recuerdo que José María de Juan, en su lista de recomendaciones sobre cadenas de hoteles, agencias y otras empresas turísticas que hacen esfuerzos creíbles en sostenibilidad citó a Iberostar y a otra gran cadena hotelera, RIU, pero también a otras empresas más pequeñas, como la mencionada Genuine Spain o Rutas Pangea, cuyas bicis viajan por toda Europa con un respeto sumo por los lugares donde se pedalea.
Benbeniste, de Iberostar, habla de la necesidad, ya fuera de la experiencia de quien viaja, de replicar, de compartir: “Que cada cual trabaje según su tamaño, su dimensión, su experiencia, y luego lo haga público, incluso si nos hemos equivocado. Lo normal en el turismo regenerativo debe ser la colaboración, con las comunidades locales y entre los agentes turísticos, y si mi experiencia, salga como salga, es fabricar compost o mejorar la pesca artesanal, la comparto”. Carmen Álvarez, desde IE University y el programa Travel4Impact, refrenda esa necesidad de trabajar en red, ya que “crecemos con las experiencias de esas pymes y la red se nutre de ellas, de las que ya están fruto de las dos primeras ediciones y de las que acaban de entrar con la tercera”.
Comentarios
Por Toni, el 05 junio 2023
Hola Javier. Gracias por indagar en el diseño regenerativo aplicado al turismo. Soy editor de EcoHabitar una publicación centrada en las culturas regenerativas (permacultura arquitectura regenerativa, etc) y me gustaría presentarte el trabajo que Daniel C. Wahl ha realizado sobre este tema. Saludos.
Por Javier Rico, el 08 junio 2023
Muchas gracias Toni por interesarte en estos contenidos. Contactamos si quieres mejor de forma personal. SALUDos