¿A qué sabe un cuadro de Mondrian, de Rothko, de Picasso?

Juan Mari y Elena Arzak interpretan el cuadro de Piet Mondrian ‘Composición de colores / Composición nº 1 con rojo y azul’, 1931. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid.

Dentro de las celebraciones por sus 25 años, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha invitado a 25 prestigiosos cocineros a interpretar algunas de las obras maestras de su colección en clave gastronómica. ¿A qué sabe un cuadro de Miró, otro de Kandinsky o de Mondrian o de Sonia Delaunay o de Picasso o Dalí? El resultado es un libro delicioso: ‘El Thyssen en el plato’.

Manuel Urbano ha interpretado el lienzo Verde sobre morado (1961) de Mark Rothko. Son tonos de cierta amargura que le han recordado el aceite de oliva y la recogida de la aceituna, y así lo ha trasladado a su receta.

Más expresionismo abstracto. Sacha Hormaechea ha elegido la obra Marrón y plata (1951) de Jackson Pollock para preparar un plato con esa peculiar textura de salpicaduras sobre fondo blanco.

Y Roberto Martínez Foronda se ha fijado en un lienzo de Salvador Dalí –que fue autor de un excéntrico recetario, Les diners de Gala–, Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un instante antes del despertar (1944), para pintar un plato donde los protagonistas son una estética granada, un pastel de cabracho que recuerda la textura del cuerpo desnudo de Gala y unos boniatos rayados con tinta de calamar para referirse a los dos tigres del cuadro daliniano.

Guillermo Solana, director artístico del museo, señaló en la presentación del libro la semana pasada: “A los museos nos gusta crear sinestesias, correspondencias que enriquecen la interpretación de las colecciones, que las actualizan y que sirven para subrayar nuestro disfrute de los sentidos”. Y se preguntó: “¿A qué saben los cuadros?”. Añadió: “En esta fantástica selección de 25 chefs, encontramos algunas interpretaciones más miméticas y literales, de las formas y colores; y otras, más metafóricas, libres y poéticas”.

La chef Lucía Freitas ha elegido el cuadro de Georgia O’Keeffe ‘Lirio’. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Madrid.

El cuadro ‘Sin título (verde sobre morado)’ de Mark Rothko, interpretado por el chef Manuel Urbano.

Andoni Luis Aduriz se inspira para su plato en la obra de Lucio Fontana ‘Venecia era toda de oro’.

Lucía Freitas se ha fijado en la dulzura de Lirio blanco, n.7 (1957), de Georgia O’Keeffe, para recrear una simbólica y entonada naturaleza de pétalos, higos y miel de castaño que evoca delicados sentimientos.

Paco Torreblanca ha elaborado un postre de merengue y cítricos a partir de la obra Tensión suave n. 85 (1923) de Wassily Kandinsky.

Y Juan Mari y Elena Arzak han cocinado la Composición de colores (1931) de Piet Mondrian, pintor cuyo estilo ha inspirado más de dos y tres veces la estética culinaria, para un plato rectilíneo.

El Thyssen-Bornemisza ya había dado muestras de su interés por el mundo de la cocina. Por un lado, ofrece al visitante un recorrido gastronómico a través de algunas obras de la colección permanente; por otro, la Tienda del Museo ha desarrollado la línea Delicathyssen que ofrece productos locales de excelente calidad (aceites, chocolates, vinos, conservas…). A partir de ahí, Ana Cela, directora de la tienda, ha coordinado esta rica publicación, El Thyssen en el plato (se vende a 34 €), “un extraordinario recetario configurado por 25 platos elaborados por otros tantos chefs españoles de renombre; un diálogo entre arte y gastronomía, un viaje a través del gusto, entendido como sentido y como estética”.

Los chefs seleccionados han recorrido las salas del Thyssen buscando inspiración en una pintura del museo. Cada uno de ellos ha elegido una obra y realizado una receta.

Ángel León se ha detenido en Paul Klee –artista que, aparte de la pintura, tuvo como grandes aficiones la cocina y los gatos– y su Omega 5 (Objetos de imitación) (1912) para realizar un juego de representación y camuflaje en el que lo que parecen butifarras en realidad son embutidos de pescado, al igual que la pintura nos remite al jamón… o al atún.

Otro brillante repostero, Oriol Balaguer, ha seleccionado Vestidos simultáneos (1925), de Sonia Delaunay, para su colorista postre de cítricos y vainilla.

Carme Ruscalleda, que es acuarelista, se ha asociado con Moholy-Nagy y su Segmentos de círculo (1921) para realizar un plato que reproduce fielmente las texturas de la pintura con una crema de lentejas, sobre la que flotan ajo negro y queso.

Pura Bauhaus es lo que han hecho Gonzalo García y Luis G. Búa con Friedrich Vordemberge-Gildewart y su Composición n. 104, Blanco sobre blanco (1936).

Entre los 25, otros cocineros muy conocidos como Andoni Luis Aduriz, Martín Berasategui, Quique Dacosta, Paco Morales, Toño Pérez y Jesús Sánchez, que ha recogido la tristeza que le transmite el Arlequín con espejo (1923) de Picasso, un pintor aficionado a incluir comida en sus obras, a través de una humilde sopa de cocido.

Martín Berasategui ha cocinado el cuadro de Jacob Philipp Hackert ‘Paisaje con el Palacio de Carseta y el Vesubio’.

Sobre el autor

Rafa Ruiz

Periodista convencido de que las luces al final del túnel solo se ven desde una perspectiva progresista de la realidad, con un compromiso sólido con la cultura, el arte y el medio ambiente, temas a los que ha dedicado la mayor parte del tiempo de su vida profesional -10 años en 'El País' y 15 años en 'El País Semanal'-. Autor de los libros de cuentos infantiles 'Toletis' y 'Ninoninoni', codirector de la galería madrileña Mad is Mad -centrada en artistas emergentes- y uno de los socios fundadores de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA).

¿Quieres leer más artículos de este autor?