Aire Libre Otoño: Cientos de fiestas de las castañas entre bosques multicolores
Castañada, castanyada, calbotada, calbotá, gaztainerre, gaztañerre, moragá, mauraca, tostón, calbochada, magosto, magüestu… De todas estas maneras, y algunas más, se denomina a las fiestas que tienen como protagonista la recogida y cocina de la castaña y se celebran en torno al día de Todos los Santos (1 de noviembre). Pasear, recolectar, pelar, asar, degustar, jugar y bailar se conjugan en cientos de fiestas repartidas por toda España. Las castañas son una de las estrellas del otoño, pero hay otras a las que les vamos a dar un toque especial. También es el de los bosques otoñales polícromos, que tendrán el incentivo de aprender a fotografiarlos y hasta una escapada a Japón. Por último, la berrea de los ciervos toca a su fin, y la despedimos con otro toque original, combinándola con la observación de estrellas.
“Como no llueva pronto, hijo, esos erizos se secan y no echan las castañas”. Me lo decía mi padre el pasado agosto observando los castaños de su pueblo natal, Peñacaballera, en la salmantina sierra de Béjar. La escasez de lluvias y altas temperaturas amenazaban con confirmar los presagios de mi padre, pero el agua caída entre finales de agosto y principios de septiembre seguro que ha animado a los erizos a que terminen de madurar en su interior las castañas y estén a punto de lanzarlas al suelo.
Como siempre, recomiendo apuntarse con guías a todas las modalidades de turismo castañero que se proponen entre los meses de octubre y noviembre. Solo con escribir en cualquier buscador de internet algunas de las palabras que encabezan este artículo y que identifican las fiestas tradicionales en torno a la castaña salen infinidad de propuestas de viaje. Y esa recomendación, la de dejarse guiar por profesionales, se convierte en obligación si se trata de dar el primer paso: la recolección del fruto. Como ocurre con las setas, solo donde esté explícitamente autorizado nos debemos enfundar unos buenos guantes, para evitar pincharnos con los erizos, y hacer una recogida sostenible para darnos un pequeño homenaje culinario. Nada de acaparar castañas.
Castañoturismo en el valle del Genal
Pero insisto, lo mejor, por ejemplo, es contactar con RF Natura, que están en Ronda (Málaga) y apuntarse a una de sus experiencias de castañoturismo. Este año invitan el 8 y el 15 de octubre a vivirlas con una ruta senderista por Benalauría que incluye el apaño de castañas (recolección, en el argot popular) y el posterior tostón del fruto (asarlas) dentro de un almuerzo campestre. Y, encima, la actividad viene con propinas: visitas a una bodega, una tahona tradicional y el pueblo de Benalauría. Lógicamente, el pueblo y el valle del río Genal en el que se ubica bien merecen reservar unos días más para su visita y disfrute.
Cuidado también si esas pocas castañas que hemos recogido las queremos asar luego en casa. Hay que hacerles un corte primero en la cáscara para que se pelen bien y no exploten en la olla castañera, calboche o calbochero donde las asemos. Mi padre las sigue asando sobre llama de gas en una sartén vieja con el fondo agujereado, pero vale una de hierro fundido. Lo ideal es apuntarse a degustarlas en cualquiera de las castanyadas, magostos, calbotadas, mauracas o gaztañerres que tienen lugar en la península y en Baleares y Canarias. En el primero de los archipiélagos están emparentadas con las bunyoladas y en el segundo con las fiestas de los finaos. Todas ellas añaden alicientes vinculados al día de Todos los Santos y a la recolección de otros frutos y la elaboración de licores. Yo diría que son pocos los pueblos con tradición castañera que no celebran esta festividad.
De Ordesa en Aragón a Kumano Kodo en Japón
Si se pasea entre castaños se comprobará que el otoño está en pleno apogeo cromático. Esta vez, más que describir y recomendar tal o cual bosque para realizar una inmersión forestal, dejamos que otra empresa que organiza actividades en la naturaleza como Alventus nos proponga algo más. Durante todo el otoño ofrece cinco salidas que añaden un taller de fotografía, y no siempre entre bosques. Precisamente uno de esos viajes con dominio del bosque es hasta el valle del Genal (16 de noviembre) y otro hasta el de Ordesa, Huesca (19 de octubre). Cabo de Gata (Almería), río Tinto (Huelva) y varios puntos de Euskadi son las otras propuestas que unen paisaje y fotografía.
Beatriz López, directora de Insperience, también nos propone algo sumamente rompedor, un viaje a Japón: “El Kumano Kodo es un camino de peregrinación que, como el de Santiago, es Patrimonio de la Humanidad y te sumerge en unos bosques de policromía excepcional por estas fechas”. Son 12 días y un viaje caro, de esos que te puedes permitir muy de vez en cuando, pero Beatriz enseguida me resitúa dentro de otras salidas cercanas a donde vivo: “En otoño también tenemos otras propuestas ecoturísticas otoñales sin salir de Madrid, como el abedular de Canencia, el Monte Abantos y el castañar de Rozas de Puerto Real”. Mira por dónde, vuelven a salir las castañas.
Berrea entre estrellas
Las castañas, los bosques de colores, las bellotas, la llegada de las grullas, las aceitunas, los zorzales comiéndolas, el celo de la cabra montés, las setas… Todas son grandes estrellas del otoño, como, muy al principio de la estación, la berrea del ciervo, que ya ha pasado por este Aire Libre en varias ocasiones, pero que en esta ocasión va con un aderezo nocturno. «Berrea bajo las estrellas es una actividad acompañada por guías expertos y conocedores del territorio que reúne astronomía, naturaleza y observación de fauna. Se desarrollará en los términos de Tramacastilla, Noguera y Bronchales y se podrá complementar con el patrimonio y gastronomía, comercio y productos de kilómetro cero”. Las fechas: 27 a 29 de septiembre. ¿Quién lo organiza? Asociación de Empresarios Turísticos de la Sierra de Albarracín.
Preparando el superpuente de diciembre
Conviene no cerrar estas propuestas sin recordar que en las postrimerías de la estación otoñal, ya en diciembre, nos espera un superpuente entre el miércoles 6 y el domingo 10 (para quien lo coja, claro). Vamos con algunas recomendaciones genéricas: Por ejemplo, disfrutar con la invernada de aves acuáticas que se juntan en el delta del Ebro (Tarragona) o combinar en el Alto Palancia, en Castellón, el agua del medio centenar de fuentes de Viver de las Aguas, del nacimiento del río Palancia y de la Ruta de los Manantiales entre Navajas y Segorbe con la fructificación de los naranjos.
En cuanto a propuestas organizadas y baratitas, e incluso gratuitas, echad un vistazo al programa de rutas guiadas y didácticas del Centro Nacional de Educación Ambiental por la vertiente segoviana de la sierra de Guadarrama. La búsqueda del azud del acueducto de Segovia y los puentes sobre el río Eresma tendrán lugar el 9 y el 10 de diciembre, respectivamente. A través de Naturea Cantabria, la Red Cántabra de Desarrollo Rural ofrece rutas por las mismas fechas en los parques naturales Collados del Asón, Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, Saja-Besaya y Oyambre. Y lo mismo con la Red de Espacios Naturales de Castilla-La Mancha. Aquí programan una subida a la peña Marranera (Yeste, Albacete) el sábado 9 de diciembre, en pleno Parque Natural Calares del Río Mundo y de la Sima; la excusa perfecta para reservar unos días más y conocer a fondo este espacio natural.
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