Another Way Film Festival: cómo nos relacionamos con los demás animales

Fotograma de la película ‘Chickens, virus and us’.

Desde dos posiciones totalmente distintas, ‘Just animals’ y ‘Chickens, virus and us’ repasan la violencia y la relación de convivencia que tenemos con los demás animales. Estas, junto con otras películas, forman el programa de la octava edición del Another Way Film Festival. Hasta el 11 de octubre en formato online y presencial en Madrid.

Uno de los festivales de cine sobre sostenibilidad de referencia, el Another Way Film Festival, ha llegado a Madrid por octavo año y lo hace apostando fuerte por debatir sobre nuestra relación con los animales. Entre las películas que hay dentro de la sección oficial destacan dos que enfocan y parten de dos premisas totalmente diferentes. Desde el humor, la mirada infantil y la pandemia por covid de Chickens, Virus and Us a la reflexión profunda y madura de una activista por los derechos de los animales en Finlandia.

Esta última, Saila Kivelä, codirige el filme Just animals junto a Vesa Kuosmanen. Se trata de un documental sobre la propia trayectoria vital de Kivelä en su compromiso con los demás animales. Con la templanza que provoca el tiempo, la directora se permite reflexionar sobre los años en los que se dedicó a filmar lo que ocurría en granjas y mataderos. Todo un sufrimiento que intentó impedir con su activismo, pero que derivó en más sufrimiento para la propia Kivelä y sus compañeros de asociación. Más de tres años vivió sometida a un proceso judicial que abrieron los granjeros contra ellos por las imágenes de crueldad que registraron e hicieron públicas. En lugar de que ese sufrimiento sirva para cambiar a la opinión pública, todo sigue igual a ojos de Saila.

Paralelamente a esta reflexión, ella ve cómo su hermana Mai, también defensora de los derechos animales, inicia un camino paralelo pero diferente: se presenta a concejala. ¿Es eso útil? ¿Permite el cambio? ¿Conseguirá más que ella misma con su activismo? Son preguntas que se hace Saila mientras, a su vez, se da cuenta de la enorme cicatriz que ver tantas escenas de violencia con los animales le ha dejado en su propio ser. Pesadillas con mataderos, con imágenes de un alto contenido violento, animales indefensos que sufren e incluso la propia Saila en sus pesadillas como un caballo a punto de ser asesinado.

Cartel de la película ‘Just Animals’.

Lejos de quedarse en un ejercicio de visualizar todo el horror que denuncian estas asociaciones, Just animals va más allá. La visita a uno de los ganaderos cuyas malas prácticas documentó (con su granja ya desmontada) sorprende por la capacidad con la que Kivelä y el ganadero conversan, con una real empatía por ambas partes. También lo hace al contrastar la alegría de la elección de su hermana con las críticas que tiene por parte del movimiento animalista de traición. Un ejercicio de franqueza y honestidad audiovisual que aturde y que demuestra que el movimiento por los derechos animales es ya suficiente maduro y experimentado como para hacerse ese tipo de reflexiones.

La organización donde milita Saila Kivelä cuando es detenida por allanamiento de las granjas ha seguido trabajando sin descanso. Recientemente, una investigación de Oikeutta eläimille (Justicia para los animales, en finlandés) logró que el mundo entero viera la relación entre las granjas peleteras de zorros y hurones con la crisis del covid, al convertirse en reservorios del virus. Unas prácticas crueles que se han prohibido en numerosos países de la Unión Europea, pero que en Finlandia se mantienen solo por su rentabilidad económica y el poder de los ganaderos sobre las decisiones políticas.

El mundo animal en los ojos de los más pequeños

Por su parte, el checo Filip Remunda firma Chickens, virus and us donde en plena crisis por el covid sumerge a su familia en un viaje rodado por el estilo de vida que el confinamiento permitió. Él, su mujer, Ivona Novomestská, y sus tres hijos se marchan de la ciudad hacia una casa en el campo en marzo de 2020. Casi a la vez que el mundo entero va descubriendo de dónde viene el virus, los hijos de la pareja empiezan a preguntarse sobre el trato a los animales. Si el virus salió de un mercado asiático donde se comerciaba con murciélagos para vender su carne, ¿qué más estamos haciendo con los animales? La respuesta la tienen muy cerca, ya que su nueva casa está muy cerca de granjas avícolas.

Lejos de realizar una excursión a una idílica granja-escuela como muchas veces se hace con los niños, los Remunda-Novomestská no edulcoran ni impiden que los niños vean la realidad. El hijo mayor entrevista y recorre una de las naves de la granja intensiva de pollos y gallinas que tienen como vecinos. Los pequeños se interesan por saber si sufren o no los animales encerrados. Ven vídeos con violencia hacia los animales que los padres no vetan en ningún momento, solo acompañan y responden. Si esos niños pequeños pueden ver cómo viven los pollos y gallinas en unas condiciones lamentables, también puede hacerlo el público del filme, parece pensar el director.

Cartel de la película ‘Chickens, virus and us’.

Sus preguntas alcanzan un punto en que la familia al completo decide adquirir cinco gallinas y llevárselas a casa para darles una vida mejor. “Sus preguntas están llenas de ingenuidad infantil, pero dolorosamente conscientes de la urgencia. Cuando la vida humana está en juego, se presume que los derechos de los animales deben pasar a la sombra”, explica el propio Filip Remunda. ¿Qué diferencias hay entre las granjas intensivas y familiares? ¿Es realmente tener una relación en armonía con los animales? ¿El covid ha ocurrido por no habernos hecho estas preguntas? La respuesta en Chickens, virus and us llega con las políticas de bienestar animal que, también en la República Checa, pasan por prohibir la cría de pollos y gallinas en jaulas.

El humor es innegable, así como la capacidad de quitar dramatismo como los propios niños y niñas hacen. De hecho, la cámara muestra frecuentemente el punto de vista de los hijos de la pareja en un ejercicio audiovisual de empatía y de frescura. Realmente, lo que puede ser un viaje divertido y didáctico para los hijos aprovechando la cuarentena por el covid se convierte en un descubrimiento para los padres, que empiezan a valorar si lo que les han contado sobre la relación con los demás animales es cierto. Lejos de ser una película antiespecista, Chickens, virus and us puede ser el escalón que inicie las preguntas necesarias para muchos espectadores sobre los derechos animales y cómo el supuesto derecho a consumir ilimitadamente está en entredicho.

Aunque el abordaje no es compartido por las dos películas destacadas, sí que tienen puntos en común, como los escenarios íntimos –la cocina de una casa en el campo o el sofá compartido entre hermanas–, además de la implicación personal de los protagonistas de las películas. Al calor del fuego o de un plato de comida, tanto Kivelä como los Remunda-Novomestská se desnudan y exponen a los suyos ante reflexiones y aprendizajes de la vida que convierten al espectador en algo más que un mero observador. En ambos filmes se anima a reflexionar sobre nuestras propias decisiones, tanto del estilo de vida como de nuestra relación con los demás animales.

‘Just Animals’ podrá verse presencialmente mañana, sábado 8 de octubre, a las 20.00 h en la Cineteca de Matadero y próximamente online en la plataforma Filming.

‘Chickens, virus and us’ puede verse online y presencialmente el domingo, 9 de octubre, a las 19.00 h. en la Cineteca de Matadero.

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