Arte libre y distinto, desde el autismo

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Una mirada sin tópicos. Una perspectiva sin ataduras sociales. Integración de puntos de vista. Eso, en el plano creativo, es impagable. Y esa es la estación de llegada de los talleres Hablando con el Arte que organizan la asociación Argadini y la Fundación Orange para personas con autismo en Madrid. El resultado, a la vista en una exposición en la sala Cambio de Sentido, nos hace más libres. A todos.

Boa Mistura, street art: «El proyecto encaja perfectamente en nuestro concepto y trayectoria: la creatividad, el arte, como cauce de comunicación». Beatriz Arroyo, collage: «Ha sido una experiencia fantástica, porque el arte te garantiza la creatividad, la libertad, la opinión propia». Alfredo Velasco, reinterpretación de objetos: «Tienen otra forma de ver las cosas, de mirar la realidad; y eso es lo más valioso en arte».

¿De qué hablan? Todos estos artistas han participado en los últimos meses en los talleres de Hablando con el Arte, que pone en marcha la Asociación Argadini (www.argadini.es) con el apoyo de la Fundación Orange (fundacionorange.es), y cuyo lema es «Educación Emocional a través de la Creatividad». ¿Y en qué consisten? En trabajar con personas con autismo, con todos las peculiaridades de comunicación y socialización que llevan sobre sus hombros; inventando caminos nuevos, sacándoles de los centros ocupacionales y metiéndoles en un mundo real: en este caso, compartiendo actividades creativas con artistas y con voluntarios de la Fundación Orange en diversos centros culturales en Madrid.

Nos lo cuenta Rebeca Barrón, directora de Argadini: «Habíamos llevado a cabo una experiencia similar con personas con síndrome de Down, y el resultado nos pareció tan positivo que pusimos en marcha los grupos para personas con autismo. Y es muy emocionante ver su evolución. Cómo gente a la que le supone un mundo salir a la calle y entrar en un sitio desconocido son capaces, después de trabajar con ellos, de moverse por un museo, mirar cuadros, dar una opinión, y en una última etapa crear su propia obra y asistir a la exposición en pleno centro de Madrid».

Efectivamente, ahí están las obras que han creado estas personas con capacidades y sensibilidades distintas a las que hemos definido como normales. Varias decenas de sorprendentes trabajos en pleno centro de Madrid, entre Cibeles y Colón, en la sala Cambio de Sentido, de la Fundación ONCE. Acuarelas, fotografías, esculturas, collages que te descolocan por su libertad, por carecer de convenciones y ataduras. Puede visitarse hasta este jueves, día 16.

Seguimos con las opiniones de los artistas sobre estos talleres, denominados Simbiosis. Beatriz Arroyo: «He aprendido mucho de ellos, porque llegan de una forma muy natural a la misma conclusión que es la base de mi trabajo artístico: romper la realidades que nos ponen delante y volver a armarlas con los mismos elementos, pero llegando a otra realidad distinta». Boa Mistura: «La elaboración de un gran mural en plena calle podía entrañar en principio muchos riesgos; podían crearse ciertas tensiones. Pero el resultado fue plenamente satisfactorio porque, cómo podríamos resumirlo, fue muy fácil… Porque todo fluía». Alfredo Velasco: «Me sorprendieron por su libertad de creación, que es lo más grande que le puede pasar a un artista, que trabaje sin ninguna presión, y eso a ellos les sale de una manera natural, porque vienen despojados de etiquetas y de convenciones sociales; se acercan a los objetos de una manera pura, sin prejuicios». María Jesús Burgos: «Lo interesante de ellos es que aportan una mirada propia, una perspectiva muy distinta a la de la mayoría, que caemos fácilmente en los tópicos. Por eso, llamaba la atención que en el taller de fotografía, cuando estuvimos trabajando en la azotea del Círculo de Bellas Artes, muchos, en vez de enfocar hacia la vista de Madrid y de los tejados, se fijaban en unas baldosas, una barandilla o un desagüe de la propia azotea. Su mirada es muy enriquecedora, por distinta». Mónica Sánchez Robles: «Nosotros les dimos una técnica, unas herramientas, para que ellos aportaran su perspectiva, y te das cuenta de que tienen muchísimo que aportar, porque trabajan libres, sin presión social».

Hay una anécdota que resume bien su mirada distinta. La cuenta Rebeca Barrón: En el Reina Sofía, ante el Guernica, preguntó: ¿Qué veis? Un chico contestó, rápido: «Una margarita». ¿Y nada más? «No, la margarita».

Este episodio nos puede dar una idea de cómo es el mundo que ellos ven…

Resume la directora de Argadini el programa, por el que han pasado en los dos últimos años 30 personas con síndrome de Down y otras 30 con autismo (con Tea -trastornos del espectro autista- es más apropiado decir, para abarcar la enorme amplitud de caracteres y peculiaridades): «Ese es el mensaje y empeño de Argadini, que, por cierto, es una palabra albano-kosovar que quiere decir ‘muy lentamente’: Proporcionarles escenarios distintos, no cerrarnos en la terapia, abrir nuevas vías para que ellos puedan expresar sus emociones, que es su principal obstáculo. Y vas viendo cómo, con el trabajo conjunto, se van soltando en sus capacidades de relacionarse con lo que no controlan previamente. En 2012 trabajamos en centros culturales, visitando museos, el Prado, el Thyssen, el Reina Sofía, el Arqueológico; en 2013 creamos los talleres con artistas en centros culturales; y para 2014 ampliamos la experiencia con aún mayor normalización e implicación, trabajando en los propios talleres de los artistas, un espacio para ellos totalmente novedoso; con gente como la escultora Yolanda Blanco y el muralista Teo Puebla».

Porque la rutina y la anticipación, saber lo que va a pasar, y cuanto más detalladamente mejor, son coordenadas que funcionan con la gente con Tea, para que no se descoloquen; a ellos, los imprevistos les suponen un nivel de estrés que les desarma, pues cuentan con herramientas distintas a las de la mayoría para desenvolverse en esta sociedad tan precipitada que les hemos, nos hemos, construido. Por eso, como no se cansa de subrayar Rebeca Barrón, la creatividad supone un perfecto punto de conexión entre unos y otros, de integración de todos con todos.

La exposición ‘Simbiosis 2012-2013’, puede verse hasta el jueves 16 de enero en la sala Cambio de Sentido, de la Fundación ONCE, calle (ojo, calle, no paseo) Recoletos, 1. Madrid.

Tres pistas con recursos y herramientas para trabajar con alumnos con capacidades distintas, incluido el Tea:

www.educathyssen.org

fundacionorange.es

paraprofesypadres.blogspot.com.es

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