‘Cerebro(s)’: Escucha los latidos de nuestro órgano más misterioso

En toda la exposición ‘Cerebro(s)’ las obras de arte dialogan con la ciencia. Foto: Espacio Fundación Telefónica.

Entre los múltiples motivos de la exposición ‘Cerebro(s)’, en el Espacio Fundación Telefónica, hay uno que destaca: darle importancia a la figura de Ramón y Cajal. Cien años después de que Cajal descubriese que la neurona era la unidad básica de la arquitectura cerebral, el ritmo de los descubrimientos se ha ido acelerando explicando nuestra humanidad y la cultura desarrollada por ese órgano todavía misterioso que es el cerebro y que fascina por lo que nos permite, como el pensamiento abstracto o el lenguaje, la conciencia, la imaginación, la creatividad, los sueños o la memoria. Esta exposición, que durará hasta el 11 de junio, forma parte de la programación del Año de Investigación Ramón y Cajal 2022, impulsado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.

La muestra ha sido producida por Fundación Telefónica, el CCCB de Barcelona –donde estuvo con anterioridad– y la Wellcome Collection (Londres), que posee una extensa colección de libros de historia de la salud y la medicina moderna, objetos de anatomía antiguos, grabados, dibujos y fotografías. Comisariada por el físico y biólogo Ricard Solé y por Emily Sargent, directora de exposiciones de la Wellcome Collection, a pesar de la complejidad que requiere explicar el funcionamiento del cerebro humano, la exposición transcurre con información presentada de manera simple y es fácil de recorrer.

Para comenzar, un documental rodado en 3D nos presenta imágenes de nuestros orígenes creativos, Cave of the Forgotten Dreams (2010), de Werner Herzog, tomadas en la Cueva de Chauvet en Francia. Y en una vitrina titulada Orígenes podemos ver reproducciones de fragmentos craneales prehistóricos y sílex tallado por miembros del IPHES (Mariana Mosquera y Carlos Lorenzo). El uso de las herramientas nos hizo los Homo sapiens que somos.

El tamaño del cerebro

El estudio de la anatomía y la fisiología del cerebro ha sido una preocupación constante, también de las actuales neurociencias. Diversos documentos y libros nos facilitan las distintas posiciones que hubo con la fijación de medir el cerebro, que provocó visiones distorsionadas de nuestro principal órgano. Se recoge también lo que provocaba en su tiempo cerebros prodigiosos como de Albert Einstein. ¿Es importante el tamaño del cerebro? Hoy sabemos que el de los genios no tiene grandes diferencias morfológicas con el de las personas comunes.

En la muestra hay cerca de 200 piezas, más de 20 artistas contemporáneos y cerca de 20 proyectos científicos. Así, nos encontramos con un objeto relativamente grande fruto de un entramado de alambres que resulta ser la obra Phantom Model (2016), de Christian Fogarolli, que representa un modelo del cerebro hecho a base de alambre y otros materiales.

La muestra también indaga en otras inteligencias: las artificiales, de animales y las de organismos sin cerebro. Así que la exposición se adentra en estas cuestiones. Científicos, filósofos, poetas y artistas hace siglos que estudian y cuestionan la estructura, la función y la evolución del cerebro, con preguntas como: ¿Por qué hay cerebros? ¿De dónde sale la consciencia? ¿Y la creatividad? ¿Qué pasa cuando la mente enferma? ¿Se pueden crear máquinas inteligentes? ¿Qué podemos aprender de la inteligencia colectiva de las hormigas?

Esta sección incide en los intentos de conocer la arquitectura del cerebro que han dado lugar a la neurociencia moderna. Como no puede ser de otra manera, se rinde culto a la gran obra fundacional de esta disciplina desarrollada por Santiago Ramón y Cajal. Los bellos dibujos de Cajal están presentes. También se exhibe el libro de Camilo Golgi sobre la tinción de tejidos neuronales, técnica usada extensamente por Cajal. Ambos compartieron premio Nobel. Una de las últimas exposiones más completas sobre Cajal se pudo ver en 2021 en el Museo Nacional de Ciencias Naturales en Madrid.

Una de las salas de la exposición ‘Cerebro(s)’, en el Espacio Fundación Telefónica, Madrid. Foto: Ricardo Domingo.

Neuronas 

Siguiendo el recorrido, sorprenden las fotografías tituladas Visualización de las Neuronas de Ratón, obra del investigador del EMBL de Barcelona James Sharpe. Junto a esta obra hay una referencia sobre el ambicioso y millonario proyecto Blue Brain, iniciado por el investigador del ETH de Zurich, Henry Markram, que pretende construir un modelo virtual del cerebro en un tiempo récord.

Si las neuronas se calculan en 86.000 millones y siguen generando enigmas, cuando nos adentramos en el concepto mente la confusión está servida. Dualistas y no dualistas se suceden a lo largo del tiempo. Para muchos neurocientificos actuales es una cuestión superada. Todo está en el cerebro, no hay entes separados de él. Para el sociólogo Roger Bartra, “la conciencia no es únicamente un fenómeno biológico. La conciencia es un híbrido que enlaza circuitos neuronales con redes socioculturales”, una frase recogida en uno de los muros de la muestra.

Inteligencia artificial

La exposición también aborda otros cuestionamientos derivados de la inteligencia artificial. En este apartado se presenta material documental de los primeros congresos de IA que dialogan con instalaciones de arte contemporáneo sobre ella y la creatividad, como las de Joan Fontcuberta, Justine Emard, Jackes Elwes o Roc Parés.

El estudio de la anatomía y la fisiología del cerebro ha sido una preocupación constante, también de las actuales neurociencias. Foto: Ricardo Domingo.

Tras atravesar una instalación de telarañas de Tomás Saraceno que nos invita a reflexionar sobre el concepto de “mente extendida”, descubrimos algunas de las investigaciones más recientes sobre las mentes alternativas de la biosfera cognitiva: la inteligencia del Physarum, un hongo que es capaz de salir de un laberinto para encontrar alimento; los xenobots o formas de vida sintética, o la inteligencia colectiva de bandadas de pájaros, de Xavi Bou.

En toda la exposición las obras de arte dialogan con la ciencia, como la instalación inmersiva de Alex Guevara, que parte de la grabación de su propia actividad neuronal mientras duerme; los autorretratos del artista William Utermohlen, afectado por Alzheimer; la grabación de los primeros recuerdos de infancia de personas anónimas de Louise K. Wilson, o la obra Time Present, de Shona Illingworth, que explora el papel dinámico de la memoria.

El Espacio Fundación Telefónica ha programado una serie de actividades paralelas para fomentar el interés por la ciencia, el arte y la tecnología en torno a la exposición Cerebro(s), abierta hasta junio. Entre ellas, un ciclo de charlas científicas dirigidas a público escolar de la mano de expertos y especialistas en diferentes campos de la neurociencia. 

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