Madoz y Cirac: Arte y física cuántica para explicar ‘lo imposible’

Fotografía de Chema Madoz para CNIO Arte.

Fotografía de Chema Madoz para CNIO Arte.

Fotografía de Chema Madoz para CNIO Arte.

Fotografía de Chema Madoz para CNIO Arte.

La unión del arte y la ciencia no es nueva, pero no tan habitual como sería deseable para aportar compresión y belleza. La segunda edición de CNIO Arte muestra la colaboración del físico cuántico Ignacio Cirac y del artista Chema Madoz. Este proyecto, que ya contó en su primera edición con la bióloga molecular Margarita Salas y Eva Lootz, puede verse hasta el 12 de abril. Destina sus beneficios íntegramente a financiar la investigación del cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

María Blasco, directora del CNIO, ha impulsado este proyecto con el objetivo de acercar dos mundos que, a pesar de estar alejados, tienen muchas cosas en común. Para Blasco, “ambos trabajos, el de los científicos y el de los artistas, requieren de mucha creatividad y de un gusto por adentrarse en lo desconocido, lo que implica no tener prejuicios y sí una mente muy abierta. Estas cualidades hacen que surjan cosas muy interesantes de la interacción entre ambos”.

Chema Madoz explicó en la presentación que el encuentro que tuvo con Ignacio Cirac, el año pasado, le sirvió para “tomar conciencia de esos conceptos que casi rozan lo imposible y se asocian a la idea de la física cuántica” y que le hicieron sentir el trabajo de Cirac “algo más cercano, accesible, en la medida en que mi trabajo gira en ocasiones en torno a intentar ver lo imposible a partir de elementos cotidianos”. “En esta ocasión, para mí suponía un desafío hablar de física cuántica o de ideas abstractas a partir de unos objetos. ¿Con qué objeto común puedo trabajar, que sea reconocible para mí y para el resto de espectadores, y que en él aniden conceptos e ideas que te permitan establecer todo ese juego de referencias que en ocasiones están cerca de la metáfora y el equívoco?”. Finalmente, ha sido el juego del billar el elegido por Madoz.

Para el crítico de arte Carlos Jiménez, “no sorprende que Chema Madoz haya elegido la imagen de una mesa de billar para responder a este diálogo. El billar es un juego que, aunque sometido a las leyes de la mecánica clásica, incorpora inevitablemente el azar. Tal y como propone la definición de metáfora característica de la poesía moderna acuñada por Roma Jackobson, la unión de dos elementos heterogéneos genera un sentido nuevo, completamente inesperado. En la imagen de Chema Madoz la unión de la mesa de billar con lo que podría ser un modelo o maqueta de un polímero es capaz de desencadenar una nueva serie de asociaciones, en las que interviene de manera crucial el azar, como suele ocurrir a veces en los descubrimiento científicos”.

Chema Madoz, premio Nacional de Fotografía, ha sido calificado de gran fotógrafo con mirada de poeta. Devuelve al objeto a un territorio tan intangible como el lugar del que procede, la imaginación. “Mediante sus obras nos muestra objetos cotidianos distorsionados en formas surrealistas, incluso haciendo ilusiones ópticas, alterando su uso original. El resultado puede ser interpretado como mensajes que van desde el humor y la ironía hasta el drama, sin perder belleza”, opina Agustina Caproli.

Sobre la obra de Madoz, el también fotógrafo Luis Arenas dice: “El espectador se ve obligado a reconocer en ellas relaciones de ideas: conexiones extrañamente necesarias que sólo el análisis ha permitido hacer salir a la luz. Y entonces uno se dice: “¡Claro, era eso!”. Y hasta estamos tentados de reprocharnos a nosotros mismos no haber sido capaces de verlo hasta el instante en que Madoz nos lo muestra”.

Dios no juega a los dados

Si en Física hay una frase famosa, es la de Albert Einstein afirmando: “Dios no juega a los dados”, que estableció uno de los debates científicos más interesantes del siglo XX. La mecánica cuántica introducía el término Indeterminación de Werner Heisenberg, o lo que es lo mismo, un mundo subatómico lleno de probabilidades, y Einstein no avaló a la mecánica cuántica y se equivocó al no aceptar un mundo caótico dentro de un universo ordenado en el que él creía. Ahora las dos grandes teorías, Relatividad y Cuántica, conviven y se apoyan para resolver las muchas incógnitas que quedan, tanto en el mundo macro como en el micro.

Para Cirac a pesar de las sorpresas ya deparadas por la cuántica, asegura que habrá más: estamos solo rascando la superficie de la Física; debe haber teorías más completas que expliquen fenómenos que hoy aun son incomprensibles y que pueden cambiar la visión de la realidad.

Cirac es uno de los físicos más prestigioso en información cuántica. Con sólo 30 años publicó junto a su colega Peter Zoller un trabajo que por primera vez explicaba cómo se podría construir un ordenador cuántico, objetivo que persiguen muchos investigadores. Director del Max-Plank para Óptica cuántica en Alemania, ha merecido entre otros premios el Príncipe de Asturias. “Trabajamos e intentamos entender un mundo que no vemos, que no oímos, que no tocamos, abstracto como ningún otro, por ello el arte puede otorgarnos otras abstracciones e ideas a seguir”, opina Cirac.

Para muchos, la ciencia intenta saber a partir de un conocimiento acumulado en el tiempo, sus resultados tienen que ser reproducibles y sus hechos demostrables y contrastados; se esfuerza en buscar la objetividad. Las artes visuales y literarias, entre otras, expresan el mundo a partir de las experiencias, la intuición y las metáforas.

Margarita Salas y Eva Lootz

Eva Lootz escribía acerca de su colaboración con Margarita Salas que lo que tenían en común es el ahínco hasta que se produce, con un poco de suerte, lo inesperado, y ese es el descubrimiento. “¿Qué tenéis en común las investigadoras y las artistas visuales? ¿Cuál es el punto de confluencia?, nos preguntaron”. Resumiendo las palabras de Lootz, sería el entusiasmo, la pasión y la precariedad.

Para Estrella de Diego, “las dos trabajan con metáforas, como los poetas; traduciendo esa urgencia de responder y, aunque en apariencia cada una habla una lengua, las dos encuentran un territorio fértil y compartido que Lootz ha construido en uno de sus dibujos como lo visible y lo invisible”.

Treinta fotograbados para investigar sobre el cáncer

De la imagen de Madoz se han creado 30 fotograbados numerados y firmados, que se podrán adquirir a través de la galería Trinta, la galería Elvira González y la página web del CNIO. Los beneficios de su venta se destinarán íntegramente a financiar la investigación del cáncer del Centro, a través de la iniciativa de filantropía Amigos del CNIO. La obra, que fue presentada el pasado fin de semana en ARCOmadrid y en la feria JustMad, puede verse en el CNIO hasta el 12 de abril.

CNIO Arte nació en 2018 y cuenta además de la financiación procedente de la Fundación Banco Santander, con el apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a través de CNIO & The City.

Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). C/ Melchor Fernández Almagro, 3. 28029 Madrid Hasta el 12 de abril. Visitas de lunes a viernes de 9.00 a 19.00.h. 

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Comentarios

  • c

    Por c, el 17 marzo 2019

    la cuantica dice que uno crea su propia realidad
    en el budismo se dice que esto es asi cuando ha limpiado el karma qe s epuede hacer cn las practicas prescritas

  • Etreum

    Por Etreum, el 17 marzo 2019

    Demasiado texto y solo 1 foto. Fatal.

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