¿Cuáles son las ciudades que más vidrio reciclan, las que menos y las que mejoran más?
San Sebastián y Pamplona, como capitales de provincia, y Baleares, Euskadi, La Rioja y Navarra, como comunidades autónomas, volvieron a ser en 2018 los puntos más concienciados con el reciclaje de envases de vidrio, según el balance presentado recientemente por Ecovidrio. Esta entidad sin ánimo de lucro, encargada de la recuperación de estos residuos urbanos, estima que la tasa de reciclado de este material alcanzó el año pasado el 76,5% del total de envases puestos en circulación, cuando en 2017 se situaba en el 73%.
Baleares, Euskadi, La Rioja y Navarra son las comunidades autónomas donde más envases de vidrio se reciclaron el año pasado, con tasas entre 30 y 26 kilos por habitante. Un ránking similar al de los balances del año 2017 y del año 2016, que ya recogimos en El Asombrario. Por capitales de provincia, despuntan claramente las poblaciones del norte; las más recicladoras volvieron a ser San Sebastián (con una extraordinaria media de 38,4 kilos por habitante) y Pamplona (29 kilos), como en 2017; seguidas por Barcelona, Bilbao y Palma de Mallorca (con medias en torno a los 22 kilos).
Al presentar la radiografía del reciclaje correspondiente a 2018, José Manuel Núñez-Lagos, director general de Ecovidrio, destacó ese crecimiento de un 9% de lo recogido en los contenedores verdes –botella a botella, tarro a tarro– más el recogido a través de plantas de residuos urbanos: fueron 894.000 toneladas; lo que ha permitido un incremento de 3,5 puntos en la tasa porcentual, pasando del 73% hasta llegar a un 76,5% : “Es un récord de recogida y un crecimiento histórico, el mayor salto de los últimos 10 años”. Desde luego, la mejor manera de celebrar los 20 años que Ecovidrio cumplió el año pasado.
Núñez-Lagos explicó que en este éxito hay que agradecer la cada vez mayor concienciación de ciudadanos y hosteleros (más o menos se reparten al 50% la generación de estos residuos), y también el compromiso de las Administraciones. “Donde se registran mejores resultados es donde hay un compromiso destacado de las Administraciones desde hace años”. Y añadió: “Estos incrementos récord nos permiten afirmar que estamos trabajando en las palancas clave para situar a nuestro país en la vanguardia del desarrollo sostenible y de los grandes retos ambientales de nuestro tiempo. No podemos detenernos. Si bien estamos respaldados por cada vez más ciudadanos y ayuntamientos que demuestran un compromiso sólido con el reciclaje, aún se dan desigualdades muy acusadas entre territorios que solo seremos capaces de superar si se generalizan políticas que sitúen la apuesta por el actual sistema de reciclaje en un lugar prioritario de la agenda pública”.
Extremadura y Andalucía, a la cola
En el otro extremo de la lista está el Sur: las comunidades autónomas donde menos envases de vidrio se reciclaron en 2018 fueron Extremadura (con solo 7,7 kilos por habitante; o sea, cuatro veces menos que en Baleares) y Andalucía, que repiten como las menos recicladoras, igual que en 2016 y 2017, seguidas por Castilla-La Mancha y Aragón (con medias en torno a los 13 y 14 kilos).
José Manuel Núñez-Lagos recalcó un año más que, a pesar de estos extraordinarios avances, los envases domésticos representan solo un 15% del total de residuos sólidos urbanos; la materia orgánica supera el 35%; por lo que, si la estructura de recuperación y reciclaje no se amplía a otras tipologías, el panorama completo del reciclaje deja aún mucho que desear, no llegando ni a un tercio, cuando los objetivos de Europa apuntan a un 55% de recuperación de los residuos municipales para 2025, y un 65% para 2035. Y este punto lo comparó con la tasa que presenta el reciclado de envases de vidrio: un 70% para 2025, porcentaje superado ya con creces, según las estadísticas actuales. Núñez-Lagos reclamó tasas por generación de residuos y depósito en vertederos, claves para alcanzar el grado de concienciación y reciclaje de los cinco países que en Europa superan el 90%: Luxemburgo, Eslovenia, Suiza, Suecia y Bélgica.
El esfuerzo de Málaga, Sevilla, Palma de Mallorca y Madrid
El caso de la ciudad de Madrid dio pie al director general de Ecovidrio para subrayar las buenas prácticas, lo que suele resultar más motivador que el tirón de orejas: o sea, las ciudades donde ha habido crecimientos significativos de reciclaje en 2018. Aunque la Comunidad de Madrid sigue registrando niveles bajos (16 kilos por habitante y año, la misma cifra que en Asturias; lo que la coloca entre las seis peores comunidades, a pesar de su concentración de población, que siempre facilita la generalización de este tipo de servicios), en Ecovidrio destacaron el caso de la capital, donde creció un 9,5% la cantidad de envases de vidrio recuperados a través del contenedor verde, “gracias al buen entendimiento y la buena disposición a colaborar del Ayuntamiento”.
Crecimientos aun mayores registraron dos ciudades de Andalucía, una comunidad donde se sigue reciclando poco, pero que hacen albergar esperanzas en un futuro cercano mucho más verde: Málaga, con un aumento de casi el 14%, y Sevilla, con un 11%. Otras ciudades que lo hicieron especialmente bien el año pasado, según los datos ofrecidos por Ecovidrio, fueron: Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Bilbao y Barcelona.
Aparte del compromiso de ciudadanos, hosteleros y Administraciones, el portavoz de Ecovidrio resaltó también varios puntos clave en el trabajo de Ecovidrio: En España hay 225.019 contenedores, lo que supone que hay 1 por cada 208 habitantes, una de las mayores ratios de contenerización en Europa (el año pasado cada ciudadano recuperó a través de estos contenedores verdes una media de 18 kilos de envases de vidrio, o sea, unos 68 envases). El servicio de recogida puerta a puerta para hostelería, que permite, por ejemplo, los buenos resultados de San Sebastián o el espectacular crecimiento de Madrid, donde se realiza el mayor de todo el país, con un incremento del 300% de recogida desde su arranque. La gestión directa de Ecovidrio en el 60% de los municipios, es decir, cuando la entidad se responsabiliza de la contenerización, mantenimiento y recogida recogida selectiva de los residuos de envases de vidrio, además de la puesta en marcha de planes especiales y campañas. Y las numerosas acciones de sensibilización (casi una distinta por día en 2018); “nos sentimos, por ejemplo, muy orgullosos de los miniglús como herramienta de concienciación y movilización; están ya en 75.000 hogares españoles”, señaló el portavoz de Ecovidrio.
Como 107 Torres Eiffel
Traducido en beneficios ambientales, todo esto que hemos explicado hasta aquí supuso que en 2018 se evitara extraer más de un millón de toneladas de materias primas (107 veces el peso de la Torre Eiffel) o emitir casi 520.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, con todo el impacto que eso supone en el cambio climático, equivalente a dar la vuelta al mundo en avión 127 veces; así como un ahorro de consumo eléctrico de 1.341.000 megavatios-hora, lo necesario para abastecer todos los hospitales de España durante tres meses.
Resumiendo, concluyó Núñez-Lagos, “somos un modelo de absoluto compromiso con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de Naciones Unidas, y un ejemplo de economía circular”.
Comentarios
Por Cecilio Gordillo / CGT.A, el 14 marzo 2019
Estaría bien que en algún momento que en alguno de estos artículos de divulgación se acompañaran números de la «economía» del reciclaje. Por ejemplo ¿Cuanto pagan las empresas por estas miles de toneladas de vidrio?, ¿Quienes son los que reciben dicho dinero y en que se invierten?. ¿Cuando se pagará a los «donantes» de esa materia prima como se hacía a primero de los ochenta y actualmente en la mayoria de los paises del entorno?.
Por Francisco José Fernández, el 14 marzo 2019
Ceuta y Melilla son ciudades autónomas españolas, pero nada menciona sobre los datos que respecto a ellas difunde Ecovidrio en su página web.
Me pregunto, y agradecería respuesta, a que se debe ignorarlas en su trabajo.
Muchas gracias por su atención y explicación al tema.
Por Horacio Roldán, el 14 marzo 2019
Ronda (Málaga), la ciudad donde resido, no tiene apenas contenedores de vidrio y apenas se recicla en origen. Lo contenedores, pocos, se ponen en lugares apartados para no «molestar al turismo».
Saludos.
Por Félix Arnaiz Q., el 14 marzo 2019
En el mapa interactivo de Ecovidrio figura Burgos con 25,9 kg, cifra superior a «[…] seguidas por Barcelona, Bilbao y Palma de Mallorca (con medias en torno a los 22 kilos).»