#Confesionesdeverano ‘Titanlux’

Foto: Manuel Cuéllar.

Foto: Manuel Cuéllar.

Foto: Manuel Cuéllar.

Entrega 20 de ‘Confesiones de Verano’ con firma de mujer. Hoy en esta serie, en la que abundan las historias de pasiones, amores y desamores, le toca el turno a la periodista y escritora Rebecca Beltrán, autora de ‘Pasa página. Cuaderno de actividades para olvidar a tu ex’.

Por REBECCA BELTRÁN

“Una confesión se susurra o se escribe para transformar la vida gracias a una verdad”. Esta frase de María Zambrano pintada en la pared me sirvió de excusa para disimular mi incomodidad. Una amiga insistió en que la acompañara a aquella fiesta en “el loft de un amigo”. Y si siempre me ha dado pereza salir de noche, mucho más conocer amigos ajenos que viven en lofts.

Entramos cuando todo ya había comenzado. Entramos cuando la música ya sonaba demasiado fuerte, cuando el alcohol les afectaba demasiado fuerte, cuando la afonía se instalaba demasiado fuerte. Y yo me deslicé hasta esta pared para leer la frase de la Zambrano que desconocía y, de paso, seguir desconociendo a todos los que estaban pasándoselo mejor que yo.

– ¿Te gusta?

Te acercaste a mi oído para que te hiciera caso. Te respondí que no lo sabía, que no terminaba de entender esa cita tan grandilocuente y que lo que no comprendía de ninguna de las maneras era cómo alguien había escrito eso en la pared de su casa. Te reíste y con razón, porque “el amigo con loft” eras tú y te lo guardaste hasta horas más tarde, hasta que conseguimos escabullirnos de esa casa, de tu propia casa, para terminar abrazados en la arena de la playa. Al amanecer se levantó frío y lo agradecimos.

Como todo comenzó de golpe, también siguió de golpe. Me mudé a tu piso sin puertas pero con ventanas pocos días después de nuestra noche al relente. Me costó acostumbrarme a no tener paredes en las que apoyarme. No pude colgar cuadros y dejé la ropa en la maleta durante meses, parte por pereza y parte por si quería salir corriendo, como ya había hecho más de una vez. A ti te hacía gracia mi necesidad de tener el equipaje medio hecho porque tenías claro que no huiría, no sé cómo habías llegado a esa conclusión.

Poco a poco invadí el armario, la cocina, el sofá, el mueble del baño, la estantería de la ducha. El gusto por tener la maleta a medias se fue diluyendo y terminé vaciándola y hundiéndola bajo la cama, como si borrara la prueba de un delito. Me olvidé de los anteriores, de los que ya se habían ido, para concentrarme en ti. En el diferente. En el bueno. En El Único. Tú sonreías a mis espaldas mientras veías mi transformación y, de vez en cuando, me comprabas un cepillo de dientes nuevo de mi color favorito.

La primera vez no me di cuenta. Nadie es tan listo y mucho menos si estás enamorada. Nadie aguanta en los ojos motas de polvo sin llorar y yo llevaba meses con los ojos secos, secos de felicidad. Pero seguiste dejando pistas como aquel personaje de cuento que arrojaba miguitas para conocer el camino de vuelta a su casa. En tu caso, el camino era de ida. De punto de fuga.

Yo seguía con la maleta cerrada y vacía hasta que se me llenaron los párpados de todo aquello que juré que jamás volvería a ver. Mentiras tartamudeadas, ausencias a deshora, besos culpables… Con todo esto yo aliñaba mi vida mientras ésta entraba en el peor de los bucles: el de revivir un engaño. Eras un fraude, otro fraude más. A pesar de tus ojos transparentes eras una trampa más, un señuelo con voz de almohada tierna y manos de estibador. Antes de que se rompiera el círculo vicioso, dejé de acariciarlo, rellené de nuevo mi equipaje y salí por la puerta sin dejarte ninguna nota. Eso sí, repinté el muro de la Zambrano de blanco y te dejé una brocha junto a un bote de pintura para que escribieras tu confesión y transformaras tu vida gracias a una verdad.

***

Sardiflor , coordinadora de esta serie de relatos, nos presenta a:

Rebecca Beltrán.

Rebecca Beltrán.

Conocí a Rebecca Beltrán cuando aún no escribía más que en su blog. Desde entonces nos unen el orucello, los gatos, Lula, Jamaica, Soledad y la entrega. En estos años no ha parado de teclear historias y además ha publicado con Lumen: Tu corazón en un cofre , Fuego y Pasa página. Cuaderno de actividades para olvidar a tu ex .

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