Día Internacional de los Residuos Electrónicos: mucho camino por recorrer

La generación mundial de desechos electrónicos crece anualmente entre el 3% y el 4%. Foto: Pixabay.

Solo se recoge y recicla de forma adecuada el 17,4% de los 54 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE) que se generan al año en el mundo. Un niño de Ghana que convive con un vertedero con este tipo de desechos consumirá 220 veces la ingesta diaria tolerable de dioxinas cloradas establecida por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Hoy, 14 de octubre, se celebra el Día Internacional de los Residuos Electrónicos y queda mucho por hacer en este terreno. La organizadora de este evento, WEEE Forum, que engloba a 45 SCRAP de RAEE de los cinco continentes, apela a la concienciación ciudadana, y varios estudios exigen mayores medidas y control a las administraciones y empresas.

El comunicado de WEEE Forum de presentación del Día Internacional de los Residuos Electrónicos, centrado este año en el papel de los consumidores, ofrece un goteo continuo de datos: la generación mundial de desechos electrónicos crece anualmente del 3% al 4%, un problema atribuido a mayores tasas de consumo de productos electrónicos, ciclos de vida más cortos y opciones de reparación limitadas. Los materiales recuperables de RAEE, valorados en más de 50.000 millones de euros, suma que supera el Producto Interno Bruto de muchos países, fueron vertidos o quemados en su mayoría en 2019, en lugar de recolectarse para su tratamiento y reutilización.

El año pasado, la publicación del Observatorio mundial de los residuos electrónicos 2020 sirvió, además de para constatar que en 2019 solo se recogió y trató adecuadamente el 17,4% de los 53,6 millones de toneladas de RAEE generados en todo el mundo, para destacar las consecuencias de esta mala gestión para la salud de niños y trabajadores. Este apartado lo escribían tres expertas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que están también a la cabeza del primer informe de esta misma organización al respecto (Niños y vertederos de desechos electrónicos ), publicado el pasado mes de junio.

Niños más vulnerables por culpa de los residuos electrónicos

De nuevo se agolpan conclusiones, datos y cifras impactantes: es necesario adoptar urgentemente medidas eficaces de cumplimiento obligatorio para proteger a millones de niños, adolescentes y embarazadas en todo el mundo, cuya salud corre peligro como consecuencia de la eliminación o el reciclaje irresponsable de aparatos eléctricos y electrónicos; 12,9 millones de mujeres trabajan en el sector no regulado de los desechos, lo cual las expone a residuos electrónicos tóxicos que ponen en riesgo la salud del feto; los niños expuestos a los desechos electrónicos son más vulnerables a las sustancias tóxicas que contienen porque su cuerpo es más pequeño, sus órganos están menos desarrollados y se encuentran en una etapa de crecimiento y desarrollo rápidos.

WEEE Forum recuerda: “Los principales expertos piden a los hogares, las empresas y los gobiernos que respalden los esfuerzos para llevar más productos enchufables o que funcionan con baterías, desechados o que no se usen, a instalaciones donde puedan repararse o reciclarse para recuperar una auténtica fortuna en materiales valiosos y reducir así la necesidad de nuevos recursos cuya extracción impacta en el medio ambiente”. También se hacen eco de su toxicidad al ser mal gestionados: “Más de 151 millones de teléfonos al año, aproximadamente 416.000 al día, se tiran a la basura y terminan incinerados o depositados en vertederos; y se estima que el 40% de los metales pesados en los vertederos de Estados Unidos proviene de productos electrónicos desechados”.

De 12.000 a 25.000 millones de dispositivos conectados a Internet de las cosas

El problema se mantiene y acrecienta a medida que se dispara el consumo de dispositivos electrónicos, por la no recuperación de los existentes y por la expansión de las nuevas tecnologías. Por un lado, se prevé que los usuarios de Internet móvil pasen de 3.800 millones en 2019 a 5.000 millones en 2025, a la par que los dispositivos conectados a Internet de las cosas se duplicarán y pasarán de 12.000 a 25.000 millones en ese mismo período. Urge por lo tanto tomar medidas, y en WEEE Forum lo entienden así, con el trabajo de las 45 organizaciones de sistemas de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) en todo el mundo, que no solo ayudan a dar forma a la infraestructura de recogida en sus países y a desarrollar la legislación sobre RAEE, sino que se establecen hermanamientos y acuerdos de colaboración entre SCRAP de
países, como Suiza y Sudáfrica.

En mayo de este año el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) publicó un informe en el que también se vislumbra algún camino a seguir si se quiere mejorar y alcanzar los objetivos establecidos en la recogida y buena gestión de RAEE. “Los Estados miembros de la UE recogen y valorizan más aparatos eléctricos y electrónicos desechados que la mayoría de territorios en el mundo; sin embargo, la UE se arriesga a no alcanzar sus objetivos si no marca nuevos retos, como la necesidad de garantizar y controlar el cumplimiento de las normas vigentes y resolver el problema de las infracciones y actividades delictivas, como lostraslados ilícitos a países no pertenecientes a la UE”, señala el informe.

España es uno de los países que sale mejor parado dentro del análisis que realiza el TCE. Aparece en el grupo A con aquellos que han logrado “grandes consecuciones en criterios cuantitativos y aplicación de un sólido conjunto de medidas cualitativas”, junto a Austria, Bulgaria, Alemania, Hungría, Irlanda, Lituania, Finlandia, Francia y Reino Unido. Pero el informe advierte: “Algunos Estados miembros carecen de los recursos para controlar de forma adecuada a los operadores y los traslados de residuos a terceros países. Son muchos los incentivos económicos de la gestión ilegal o poco segura de los residuos, mientras que el riesgo de ser descubierto es generalmente bajo. Por tanto, lidiar con las actividades delictivas constituye un reto considerable en la gestión de los residuos electrónicos”.

Que no salga más barato reciclar con fraude que de forma legal

Desde la investigación, en agosto, la revista científica Resources, Conservation
and Recycling publicaba un artículo precisamente sobre el fraude en el tratamiento de RAEE. “La principal barrera para el reciclaje honesto es su costo”, comentaba el autor principal, Daniel Salmon, del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos). “Una de nuestras principales conclusiones”, prosigue Salmon, “es que si encontramos una manera de hacer que el reciclaje sea más rentable para las empresas, tendremos menos reciclaje fraudulento. Los subsidios, las sanciones más altas por fraude y que los fabricantes se aseguren de que sus productos sean más fácilmente reciclables son medidas que podrían resolver este problema. Proponen igualmente el uso de cadenas de bloques con supervisión neutral de terceros para evitar esas prácticas fraudulentas.

Desde las asociaciones del sector que gestionan RAEE también exigen que se agilicen medidas asociadas a la tecnología digital para mejorar su tratamiento. En España, en septiembre reclamaron al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que, debido a su mal funcionamiento, se suspendiera la tramitación digital a través de la plataforma telemática eSIR para el traslado de residuos.

Aseguraban que dicha plataforma es básica para “trazar los residuos desde sus puntos de generación a los de tratamiento y asegurar el tratamiento más adecuado a sus características”. Es algo que las organizaciones afectadas apoyan y promueven desde hace años, ya que “la digitalización de este proceso es la piedra angular para lograr una economía más circular”. Que se legisle acorde a las dimensiones del problema es otra de las demandas para mejorar la gestión de los RAEE. Uno de los últimos pasos en este sentido lo dio la Comisión Europea a finales de septiembre para que exista un único cargador común y compatible para todos los dispositivos electrónicos. El panorama actual de cargadores incompatibles hace que los consumidores europeos nos gastemos aproximadamente 2.400 millones de euros al año en ellos y que, entre los eliminados y los no utilizados, sumen 11.000 toneladas anuales de residuos electrónicos. La propuesta de revisión de la Directiva de la CE quiere armonizar el puerto de carga y la tecnología de carga rápida, y el USB-C se convertirá en el puerto estándar para todos los teléfonos inteligentes, tabletas, cámaras, auriculares, altavoces portátiles y videoconsolas portátiles.

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Comentarios

  • Erick Alvarez

    Por Erick Alvarez, el 15 octubre 2021

    Grande Javier, te escribo desde EL Salvador, nos conocimos en Madrid en 2001, en el Iv Congreso de APIA.
    Deseo comentarte que mi hijo Sebastián realizó su trabajo para la feria de Ciencias sobre: La Basura Electrónica y la necesidad del Reciclaje.
    En muchos países es un tema inhóspito, otros en el tercer mundo, han sido convertidos en basureros de este tipo de desechos,.
    La necesidad de hacer educación y tomar responsabilidad es impostergable, todos los sectores están llamados hacer algo y dejar la Indiferecía alimentada por el consumismo galopante.
    Te mando un abrazo.

    • Javier Rico

      Por Javier Rico, el 15 octubre 2021

      Erick, que gran alegría y emoción leerte. Veinte años han pasado ya. Gran alegría, ¿pero sabes que es lo más triste amigo?, que tengamos que seguir escribiendo de estos temas casi como si fuera la primera vez. La velocidad del consumismo y de la generación de residuos es superior a la de las políticas efectivas y la concienciación. Un abrazo grandísimo desde Madrid.

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