El Thyssen nos trae el movimiento artístico más pequeño y breve de la historia

Patrick Henry Bruce ‘Naturaleza muerta’, c. 1923-1924. Una de las pinturas de la colección del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid que complementa la exposición sobre los sincromistas.

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha elegido una pequeña exquisitez para completar su menú gourmet norteamericano para el verano. Junto a las exposiciones de Alex Katz (hasta el 11 de septiembre) y Arte Americano en la Colección Thyssen (hasta el 16 de octubre), acaba de presentar una pequeña muestra sobre el primer movimiento abstracto americano: el ‘sincromismo’, que significa ‘con color’ (sí, ya veis, el ‘sin’ quiere decir ‘con’). Creado en París por los estadounidenses Morgan Russell (1886-1953) y Stanton Macdonald-Wright (1890-1973), es uno de los ismos de la modernidad menos conocidos en Europa. Y, en palabras de Guillermo Solana, director artístico del Thyssen, el más pequeño y breve de la historia del Arte. Merece la pena conocer su historia.

Pequeño y breve, sí: dos miembros y, en puridad, solo cuatro años de trayectoria.

En pleno auge del futurismo, el cubismo y el simultaneísmo, ambos artistas se dedicaron a indagar en el uso del color para evocar la forma y el espacio, y lo convirtieron en un elemento expresivo y formal independiente, ya que estaban convencidos de que se podían componer sinfonías con la gama cromática de la misma forma que con las notas musicales.

La muestra incluye ocho obras de estos dos artistas. Como señala su comisaria técnica, Clara Marcellán, conservadora de pintura moderna del Thyssen, “son estudios sobre papel, óleos sobre lienzo y carteles pintados a mano con los que descubrir la gestación y evolución de este experimento artístico, cuya actividad más relevante va de 1912 a 1916, un periodo en el que se multiplicaron las búsquedas de la sinestesia en la pintura”. Ojo, y en esto insiste mucho Marcellán, no decir sincronismo, que es otra cosa bien distinta, Estas ocho obras van acompañadas de “una selección de nueve cuadros de la colección permanente, de artistas como Sonia Delaunay [el matrimonio Delaunay dio forma a los movimientos orfismo y simultaneísmo, con desarrollos formales y conceptuales similares al sincromismo], Theo van Doesburg, Frantisek Kupka y Patrick Henry Bruce, que completa una visión del panorama europeo en el que surge este movimiento”.

Pero aparte de visibilizar (cómo me gusta esta palabra, que últimamente se usa tantas veces y para tantos temas) este movimiento en España, otro gran valor de esta muestra es dar a conocer la Vilcek Foundation de Nueva York, de la que proceden las ocho piezas sincromistas. Hasta Madrid se trasladó para presentar la exposición su comisaria Emily Schuchardt Navratil, conservadora de esta fundación. Ella misma nos explicó a los periodistas convocados en rueda de prensa algo más sobre la fundación. Fue creada en Nueva York en el año 2000 por Jan y Marica Vilcek, que emigraron a mediados de los años 60 a EE UU procedentes de lo que entonces era Checoslovaquia, para apoyar y dar proyección (aquí he tenido que cortarme para no volver a escribir visibilidad) a las aportaciones en arte y ciencia de las personas migrantes en EE UU. Y lo hacen a través de exposiciones, adquisiciones para su colección, colaboración con otras conocidas instituciones culturales (como ahora el Thyssen). Y a través de premios y becas; en estos 20 años han destinado más de 11 millones de dólares en premios y becas para inmigrantes en EE UU en el mundo de las artes y las ciencias. Él es un reputado científico especializado en biomedicina, conocido por desarrollar el medicamento Remicade, un potente antiinflamatorio usado para tratar la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y otras enfermedades autoinmunes, como algunos tipos de psoriasis. Ella, historiadora del Arte, ha desarrollado una carrera de más de 30 años en el equipo del Metropolitan de Nueva York.

Sonia Delaunay. ‘Contrastes simultáneos’, 1913. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid © Pracusa S.A.

Morgan Russell. ‘Naturaleza muerta sincromista’, hacia 1910. The Vilcek Foundation Collection © Courtesy Jean-Pierre Joyce

Pero volvamos a la pareja de artistas del sincromismo (ojo con el corrector, que en cuanto te descuidas te lo cambia a sincronismo), a través de las notas del comisariado: “Russell y Macdonald-Wright se conocieron en París en 1911 y en sus primeras investigaciones artísticas tomaron como punto de partida el color fauvista y la estructura cubista. A las teorías del color de Michel-Eugène Chevreul y Hermann von Helmholtz pronto sumaron los complejos planteamientos de Percyval Tudor-Hart, que proponía una escala de progresión geométrica que modificaba la luminosidad y creaba correspondencias con tonos musicales. Idearon así un sistema simplificado que les permitía crear escalas y armonías de color, como si fueran acordes musicales, y que iban del amarillo al violeta, de la luz a la sombra. En 1913 expusieron juntos por primera vez en dos ciudades europeas: Múnich y París. En estos manifiestos [entonces una vanguardia no era nada sin su correspondiente Manifiesto], los artistas se planteaban como objetivo profundizar en las relaciones entre el color, la forma y el espacio, su ritmo orgánico, densidad, transparencia y luminosidad, y trasmitir así con sus obras una sensación musical”.

Otro punto curioso de la muestra es que incluye dos carteles de esas exposiciones de principios del XX. A priori podría pensarse que eso no ofrece un gran valor, pero es que ellos mismos pintaban los carteles promocionales de las exposiciones, combinaban tipografía impresa con dibujos y gouaches; tan atractivos resultaban que desaparecieron rápidamente de los muros y los quioscos en los que se colgaron, ya que los transeúntes se los llevaban de recuerdo. Sólo se conservan tres, dos de ellos de la colección de la Vilcek Foundation, que son los que ahora pueden verse en el Thyssen.

Morgan Russell. ‘Sincromía’, hacia 1913-1914. The Vilcek Foundation Collection © Courtesy Jean-Pierre Joyce.

Stanton Macdonald-Wright. ‘Creación. Serie Ciclo vital n.o 2’: ‘Esbozo tintado para sincromía en azul-violeta’, 1914. The Vilcek Foundation Collection © Courtesy of the Estate of Jean Macdonald‐Wright.

En marzo de 1914 expusieron en Nueva York y en 1916 lo hicieron, junto a otros artistas, en la Exposición Foro de Pintores Americanos Modernos. Russell y Macdonald-Wright retornaron a la pintura figurativa en la década de 1920, volviendo la vista atrás a sus investigaciones en contadas ocasiones. Con lo cual, podemos decir que sí, que efectivamente también fue uno de los más breves entre los movimientos vanguardistas.

Stanton Macdonald-Wright se convirtió en los años 40, 50 y 60 en una carismática personalidad de la escena artística de Los Ángeles. Morgan Russell, sin embargo, atravesó dificultades financieras y olvidos; tras vivir cuatro décadas en Francia, regresó a EE UU tras la Segunda Guerra Mundial, y se dedicó sobre todo a pintar desnudos, quizá con nostalgia de aquellos años de juventud en los que él posaba como modelo para artistas; fue pública su afición a travestirse y terminó sus días en un hogar de ancianos en un suburbio de Filadelfia, donde falleció en 1953, cuando su compañero sincromista disfrutaba de la efervescencia del glamour californiano.

´Los sincromistas’. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Salas 44 y 45 de la colección permanente. Hasta el 1 de noviembre.

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Comentarios

  • angel coronado

    Por angel coronado, el 13 julio 2022

    Solo me interesa una cosa. Cuando una idea se abre paso entre otras, incruenta, una guerra se declara. Incruenta. Y como en toda guerra, cruel o bienaventurada, no puede haber sino uno que vence y otro que no. Incruenta. Uno que vence. Otro que no.
    Pero mejor: solo digo incruenta porque solo quiero decir eso. Hay guerras de las que se habla poco. Me parece que tales son las incruentas. Solo me interesan, justo ahora, esas. Solo me interesan, casi siempre esas. Solo me gustaría decir que siempre esas.

  • Clemencia Giraldo

    Por Clemencia Giraldo, el 13 julio 2022

    Deseo recibir su boletín de novedades y,/o programación / exposiciones!! Graciad

  • Joaquín

    Por Joaquín, el 14 julio 2022

    Saber visibilizar el arte con un detallado despliegue de información es un claro manifiesto de saber que se está diciendo. Artículo bien ilustrado que levanta el ánimo para acercarse a Madrid a disfrutar de este breve movimiento sincromismo(efectivamente el corrector cambia sin saber lo que es) que refleja las dos caras de una realidad donde alzarse y triunfar es tan fácil como caer en la indigencia y pobreza de espíritu, frustrando todos tus sueños.

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