De Eric Clapton a Joe Arroyo, seis lecturas musicales para la cuarentena
En estos días de encierro tenemos tiempo de escuchar, ver y leer materiales que por un motivo u otro hemos ido aparcando. Para los que disfrutamos de la música popular a diario es un momento excelente para conocer aspectos y realidades que no son tan evidentes. Repasamos algunas publicaciones que nos permiten reflexionar sobre un mundo que nos es tan próximo como desconocido, aprovechando para manifestar el poco peso que la música popular tiene en nuestro mundo editorial, con algunas dignas excepciones, que suplimos con materiales editados en otros países de habla hispana. Vamos allá, de Santiago Auserón a Joe Arroyo y Eric Clapton.
‘Semilla del son. Crónica de un hechizo’. Santiago Auserón. Libros del Kultrum.
El músico aragonés (Zaragoza, 1954), premio nacional de Músicas Actuales del Ministerio de Cultura (2011), repasa en esta publicación los pasos que le llevaron a poner en marcha la Semilla del son (1992), que nos permitió conocer, y disfrutar, la música tradicional cubana. Ignorada durante años por los mandatarios de la isla, tuvieron que ser los de fuera los que la pusieran en valor. Además de propuestas como las de Auserón, las desarrolladas por Nubenegra, La Sonora Cubana, David Byrne y otras de más envergadura industrial y económica como Buenavista Social Club. En estas páginas conocemos de primera mano lo que llevó al ex integrante de Radio Futura a introducirse en unas músicas que nos emocionaron en su momento y nos siguen emocionando en la actualidad.
‘Sticky fingers’, Joe Hagan. Alfa Omega.
A lo largo de 700 páginas, fruto de horas de entrevistas y trabajo documental escudriñando archivos personales, se nos muestra la vida de Jann Wenner, fundador y amo de la revista Rolling Stone, publicación que transformó la manera de compartir, difundir y consumir la cultura popular desde finales de los años 70. Historia de una ambición protagonizada por una persona que intentó sobresalir en todo, utilizando engaños, traiciones, manipulaciones y maniobras de todo tipo con el único objetivo de conseguir lo que ambicionaba, algo habitual en todo tipo de industrias, también en la cultural. Su lectura nos lleva a admirar y repudiar con la misma intensidad a su protagonista a través de una narración detallada, que te sumerge de manera similar a una buena novela.
‘Retromanía. La adicción del pop a su propio pasado’. Simon Reynolds. Caja negra editora.
La editorial con sede en Argentina nos ha permitido conocer en castellano algunas de las obras de uno de los investigadores y críticos más interesantes de la música popular. En esta publicación, Reynolds nos acerca a esa moda tan presente que nos lleva a re-consumir las músicas de antaño, con Tributos a… de todo signo o a la vuelta a los escenarios de bandas que decidieron desaparecer, jurando que no volverían a agruparse. Moda o arqueología musical que tiene que ver con la proliferación de plataformas y herramientas digitales (mp3, Youtube, Spotify, blogs…) “¿Nos dirigimos acaso hacía una especie de catástrofe ecológico-cultural en lo que la búsqueda en los archivos de la historia del rock también se agotará? ¿Qué sucederá cuando nos quedemos sin pasado?”, se pregunta el autor. Nostalgia como ensoñación desde el ahora, sin olvidar el antes o enfocando el mañana en una lectura, como todas las de Reynolds, obligada para entender con base lo que acontece en los mundos de las músicas populares.
‘El centurión de la noche. Joe Arroyo, una vida cantada’. Mauricio Silva Guzmán. La iguana ciega.
Joe Arroyo es posiblemente el artista musical con más talento que ha dado Colombia. Su vida está unida a las músicas y ritmos del trópico en confluencia con las músicas afrodescendientes, memoria paralela a tragedias familiares, enfermedades y al consumo de sustancias a las que sobrevivió de manera milagrosa. Mauricio Silva, premio nacional de Periodismo Simón Bolívar (2004), nos introduce en esa historia de manera ágil y emocionada, dándonos a conocer a uno de los grandes genios de la música en español, comparado habitualmente con Benny Moré o Celia Cruz. Un relato que echa a andar en las calles, barrios y prostíbulos de Cartagena de Indias pasando por diferentes bandas, grabaciones y vivencias. El afrocolombiano más bailado de la historia es “orgullo de nuestra tierra, genio de la música popular, Barranquilla no sería Barranquilla sin este grande” (Shakira). Joe Arroyo fue y es La rebelión.
‘Sonidos de Marte. Una historia de la música electrónica’. La caja negra editora. David Stubbs.
La música electrónica es parte innata de la música popular. Aunque pueda parecer algo relativamente reciente, no parece que sea así. Este libro es un desafío al que se enfrentó su autor al no partir de ningún hecho concreto para acercarse desde las primeras manifestaciones electrónicas, a principios del siglo XX, hasta el dominio actual de una música que produce los espectáculos más potentes en momentos en los que “el pop está en vías de ser suplantado por los youtubers”. Historia donde conviven pioneros que dieron vida a composiciones, interpretaciones y géneros junto a computadoras, sintetizadores, secuenciadores, samplers… Con epígrafes de novela de ciencia ficción: Mellotrón, Ondas Maternot, Vocoder, Jupiter-6… Nombres propios: Leon Theremin, Brian Eno, Jeft Mills, John Cage, Cabaret Voltaire, Joy Division, Human League, New Order o Depeche Mode. Y géneros diversos: house, ambient, hip-hop o techno, sin olvidar temas delicados como el Manifiesto Futurista que dividió a las vanguardias de principios de siglo. Otra publicación importada de Argentina de obligada lectura.
‘Clapton. Autobiografía’. Eric Clapton. Alfa omega.
Uno de los iconos del rock mostrándose de manera cercana, próxima, desde la infancia hasta su gira de 2007. Vida llena de excesos y de emociones. Su nivel más productivo, pero también el más íntimo. Desde las versiones de temas de Muddy Waters a su participación como integrante de súper bandas como The Yardbirds, compartiendo formación con Jeff Beck o Jimmy Page, Cream o The Bluesbreakers. Las adicciones a las drogas, legales e ilegales, creando su propio centro de desintoxicación en la caribeña Antigua. Las relaciones personales más íntimas, desde las padecidas en su juventud a las compartidas con Pattie Boyd, esposa de George Harrison, pasando por el drama que supuso la muerte de su hijo de cuatro años al caer desde el piso 53 de un rascacielos neoyorkino. Clapton es Dios podía leerse en una pintada en el metro londinense, seguramente lo sea musicalmente. En su autobiografía se muestra como una persona con sus virtudes, defectos, realidades y contradicciones. Si ningún virus lo impide, del 29 de mayo al 30 de junio volverá a los escenarios europeos sin pasar por los de nuestro país
Comentarios
Por Clara, el 17 marzo 2020
¡Grande Rubén! 🙂
Por Rubén Caravaca Fernández, el 18 marzo 2020
Gracias a ti, Clara