Eric Lenoir: los secretos para que plantemos un ‘jardín punk’

El escritor francés Eric Lenoir. Foto: Sophie Varlet.

El jardinero y escritor francés Eric Lenoir, alumno aventajado del pensamiento silvestre de Gilles Clément, nos atiende para abrirnos los secretos de su nuevo libro, ‘Pequeño tratado del jardín punk’: “He estado buscando soluciones que no tomen tiempo, que no requieran dinero y que no requieran habilidades demasiado complicadas. Y de eso se trata el jardín punk”.

Lenoir plantea esta pregunta para que nos demos cuenta de lo que estamos haciendo: “¿Por qué maltratamos aquello que consideramos bello? Hablo desde el punto de vista de un niño que creció en edificios enormes de la periferia, y que eran la negación de la vida y la belleza. Así que pongamos remedio rompiendo el hormigón y trayendo de nuevo la naturaleza a la ciudad. ¿Cuál es la urgencia? La urgencia es refrescar las ciudades, la urgencia es tener sombra en las ciudades, es volver a poner vegetación en las ciudades, es poner a los niños en contacto con la piel de un árbol, con las hojas de un árbol que caen en otoño, con los frutos de un árbol, es urgente. No puedes pedirle a un niño que te dibuje un árbol si jamás ha estado en contacto con él, porque no tiene acceso a un árbol. Y es que los árboles urbanos, aunque sean árboles, no se sienten igual, porque no puedes sentarte en ellos, no puedes trepar a sus ramas. Tenemos que hacer pequeños bosques espontáneos que aparezcan por sí solos. ¡Vamos a fomentar árboles que no sean perfectos, árboles que tengan ramas en la parte inferior; los dejamos crecer en un recinto, simplemente eso, solo con una cerca alrededor, los dejamos diez años y tras estos diez años quitamos la cerca y decimos: ¡Ya está, niños, aquí tenéis un parque, venid a jugar! Eso no cuesta nada, ni siquiera casi dinero público, y los niños tendrán un lugar donde podrán jugar, trepar a los árboles y divertirse haciendo lo que hay que hacer, lo que es necesario a su edad. En realidad, no necesitamos inventar proyectos muy complicados. Se trata solo de poder volver a entrar en contacto con lo que desapareció”.

Cansado de llamar a las puertas institucionales para presentarles proyectos de jardines públicos y encontrarse con la respuesta de que no hay dinero, de que se tardará un tiempo en conseguirlo, de que no cuentan con personal para llevarlo a cabo, Lenoir reaccionó escribiendo Pequeño tratado del jardín punk (Terre Vivante), de momento solo editado en francés: “He estado buscando soluciones que no lleven mucho tiempo, que apenas requieran dinero y que no exijan habilidades demasiado complicadas. De eso trata el jardín punk. Vivimos en tiempo de desesperación, no sabemos cómo va a ser el futuro; es realmente lo que nos está pasando ahora con el calentamiento climático y la pérdida de biodiversidad y todas las crisis de las que ni siquiera me atrevo a hablar y que todo el mundo sabe porque es imposible no conocerlas. La única solución es actuar. No quiero este sistema, este sistema me asusta, este sistema amenaza mi vida, este sistema es peligroso, injusto…, pues, bueno, vamos a hacer otra cosa. Aunque no tengas dinero… ¿Pero qué podemos hacer sin dinero? Deja que la hierba crezca, no la cortes, levanta el hormigón. Cogemos las herramientas y levantamos el hormigón donde podamos, las ciudades lo entienden. Aparecerá un jardín, en cualquier lugar. Puedes realizar el experimento en casa: levantas el suelo donde aparcas tu coche, en tu terraza no hay necesidad de cemento, quítalo, rompe el cemento, tendrás un jardín, va a aparecer él solo. Y si somos un poco listos, pondremos una enredadera en la pared para que crezca rápido y nos dé sombra. ¿Que no está funcionando? Bueno, no importa, vamos a probar otra cosa. De eso trata el jardín punk. No nos queda nada, pero tenemos; no podemos, pero podemos”. 

La Emergencia Climática que vivimos debería obligarnos a activar nuestra horticultura urbana; ya la hemos experimentado en tiempos pasados, la historia de las ciudades está repleta de ella. ¿Por qué no adaptarlo a nuestro tiempo? “Estamos perdiendo instantes valiosos”, nos sigue diciendo Lenoir. “En los parques urbanos nos damos cuenta de que la gente no come la fruta que cae al suelo, porque no sabe si tiene derecho, porque no sabe si es comestible y no saben si los demás les van a mirar mal si recogen esa fruta. ¡Es increíble! Hemos perdido todo eso: hay que fomentar que niños y adultos puedan descubrir qué se siente al comer fruta de otro lugar que no sea la que compran en el supermercado. ¡Es alucinante!”.

“Por supuesto que no vendrá la gente a ver lo que cultivas; no puedes obligarles a venir diciendo: hola, entra, poniendo un cartel bonito donde diga: ‘Aquí se puede visitar un jardín comestible’. A muy poca gente le va a importar realmente lo que cultivas, porque no sienten ni entienden esa necesidad. Pero, veamos. Sabemos cómo salir de fiesta, ¿no? Así que vamos a celebrar fiestas en nuestros jardines comestibles. Hagamos fiestas en los jardines y huertos urbanos. Dejemos de hacer fiestas en grandes parques, grandes estadios, cosas así…, hagamos fiestas con la gente en los jardines. Ven aquí, aquí hay un espectáculo, hay amigos, ven, es gratis. O miremos ejemplos de colectivos como Incredible Edible (Comestibles Increíbles), que producen alimentos en varios lugares de la ciudad y los dejan de libre acceso. Es decir, vamos a cultivar un jardín, un huerto, está bien, pero ¿qué hacemos con las verduras? Toma, las necesitas, llévatelas… Aun así, hay mucha gente que no las quiere, no se las lleva. Ese colectivo entendió que hay que poner las verduras en cajas. Sí, cuando las ponen en cajas, la gente se las lleva. Y a partir de ahí surgen los cursos de cocina populares… Cursos para cocinar, porque la gente come cada vez más productos procesados. Compran lasaña congelada, compran latas de conserva de verduras, compran cosas así, cosas ya hechas, zanahorias ralladas en bolsas, es una locura, su coste es mucho mayor. ¿Queréis atraer gente a vuestros huertos y jardines? Ofreced clases de cocina y organizad fiestas”.

Si te ha interesado este artículo, puedes escuchar la entrevista en audio en el podcast ‘VIDA VERDE RADIO EXTERIOR’.

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