Extremadura vuelve a apostar por las Arquitecturas Colectivas

Sede de La Fábrica.

Sede de La Fábrica.

Sede de La Fábrica.

La realidad de los espacios urbanos, creados y desarrollados por la ciudadanía, se lleva esta semana a debate en Los Santos de Maimona, en Badajoz. Hablamos con Siro Santos, uno de los impulsores de LaFábrika detodalavida, una referencia en tierra extremeña sobre alternativas a la gestión social y cultural del territorio, con dinámicas creativas más cercanas a la gente y la autoconstrucción.

Siro Santos define a LaFábrika detodalavida (LFdTV)  como “una cocina de procesos económicos, sociales y culturales de experimentación que trabaja para la gestión social del territorio y la ociocultura en el ámbito rural, donde se desarrollan dinámicas creativas y metodologías de investigación alrededor del procomún, la producción cooperativa, la cultura libre y la autoconstrucción”. Un espacio afincado en Los Santos de Maimona (Badajoz), más concretamente en las instalaciones abandonadas de la antigua fábrica de cementos de la localidad y que a lo largo de esta semana acoge el VIII Encuentro Internacional de Arquitecturas Colectivas. Sobre todo ello hemos conversado con Siro, uno de sus impulsores.

¿Cómo surge LFdTV?

LFdTV surge con la idea de recuperar y socializar el patrimonio industrial desde la cultura, la autoconstrucción y el activismo por parte de un grupo de estudiantes extremeños de Bellas Artes en 2010. Influenciados por la afinidad a las prácticas artísticas vinculadas al espacio público y movidos, sobre todo, por la necesidad de crear algo con lo que sentirnos identificados en el territorio extremeño.

¿Proyectos como este son más viables en contextos rurales que en urbanos?

Por nuestra experiencia, todos los proyectos de este tipo son complejos y suponen un gran esfuerzo para instituciones sin recursos como la nuestra. Es verdad que en el contexto rural la cercanía con las administraciones públicas facilita la fluidez y la facilidad en las gestiones, pero todas las experiencias vivas de este tipo tienen sus complejidades, sobre todo por la falta de aptitudes para conseguir que la sociedad civil, lo público y lo privado trabajen juntos en una mirada hacia lo común. En nuestro caso, el trámite de gestiones para realizar el convenio de colaboración duró casi un año y llegó a buen puerto gracias al reparto de responsabilidades y compromisos desde las entidades (ayuntamiento y LFdTV).

Arquitecturas compartidas, cultura en común… discurso habitual, pero se habla muy poco de desigualdades, injusticias, carencias, precariedad…

Este es el gran problema desde nuestro punto de vista, la precariedad y la falta de salidas profesionales para estas prácticas que tienen que compartir vida, cuidados y la motivación activista por generar nuevas estructuras sociales.

¿Hasta qué punto proyectos como LFDTLV suplen responsabilidades/obligaciones de las administraciones públicas?

Creemos que estos proyectos en la línea de los comunes, trabajan en una estructura compleja y aún poco valorada. Más que suplir responsabilidades, se suman a la sociedad con nuevas fórmulas de gestión ciudadana desde abajo, donde se trabaja por, para y desde los ciudadanos y la ciudad.

¿Qué es la Red Internacional de Arquitecturas Colectivas?

Arquitecturas Colectivas (AA.CC.) es una red surgida en 2007, que incluye personas y colectivos interesados en la construcción participativa del entorno urbano. Su intención es conectar en forma de red distribuida a los diferentes agentes urbanos interesados en incidir sobre la construcción colectiva del hábitat, entendiendo hábitat como una entidad donde se combinan, entre otros, aspectos constructivos, paisajísticos, sociales, comunitarios, culturales y tecnológicos.

¿Quiénes forman parte de ella?

La red ha ido creciendo con las aportaciones de diversos agentes, como habitantes inquietos y activistas urbanos, alumnos y docentes, artistas, gestores sociales y culturales, paisajistas y ecologistas, urbanistas y arquitectos, politólogos y juristas, antropólogos y sociólogos, hackers y tecnólogos, periodistas, etc. En definitiva, más de 1.000 profesionales con ganas de sentir un poco más próximo el medio en el que habitamos. La red tiene una estructura abierta, libre y gratuita (cualquier persona o colectivo puede entrar) y está en permanente crecimiento, con la presencia principalmente de colectivos provenientes de España (con más de 80 grupos adscritos), Europa y América Latina (con más de 30 grupos activos). Actualmente participan en la red más de 15.000 ciudadanos involucrados en procesos participativos de mejora del entorno urbano y son más de 100.000 las personas beneficiarias de las actividades, espacios y equipamientos realizados.

Cuéntanos los objetivos concretos del encuentro extremeño.

Explorar y visibilizar el territorio de acogida del encuentro, la localidad de Los Santos de Maimona en particular, y la comunidad extremeña en general; sus rincones, cultura y gastronomía popular. Apoyar la iniciativa de LaFábrika detodalavida como un referente de recuperación ciudadana del valor patrimonial de espacios en desuso. Explorar algunas de las prácticas colaborativas que se desarrollan en la región, ponerlas en conexión con la red y conectarlas con otros proyectos/procesos similares a nivel internacional.

¿En qué consiste el Encuentro de la Red de Arquitecturas Colectivas?

La actividad principal del encuentro será Tejiendo la Red, un espacio de trabajo bajo la metodología open space, basado en reuniones colectivas que facilitan el tratamiento y debate de ideas de forma participativa y creativa. En este caso, el objetivo es seguir profundizando en la naturaleza de la Red, sus proyectos y grupos de trabajo. Entre las actividades, también hay que destacar Del Mundo a Extremadura, una serie de conferencias en streaming con colectivos y proyectos internacionales entre los que se encuentran Iconoclasistas (Argentina), Sopa Congress (Argentina), Fair Coop (Transnacional) y Arquitectura Expandida (Colombia). Otras actividades planteadas son las conferencias De Extremadura al Mundo, los recorridos Historia de una cementera y Deriva Santeña, los talleres Public Space Tools y Uso de la herramienta web AA.CC., y los espacios lúdico-festivos dedicados a la música, englobados bajo el nombre Outsiders.

Se habla mucho de gestión, que tiene mucho que ver con los recursos; ¿no es una visión demasiado economicista? El lenguaje habitual lo evidencia, es significativo.

La gestión, desde nuestra perspectiva, la entendemos como una forma de juntarnos y valorar en comunidad no sólo los recursos, sino también las vidas que tenemos en común. Desde ese ámbito se generan nuevas economías, pero no creo que tengan nada que ver con las convencionales sino más bien todo lo contrario.

¿Prima la arquitectura sobre la cultura? ¿Los resultados antes que los procesos?

Actualmente son muchos los proyectos y profesionales que trabajan de manera transversal este tema. Entendemos la cultura como la diversidad de los procesos sociales más absolutos, como los modos de vidas e identidades de las personas, con sus cambios políticos, económicos, sociales y relacionales a lo largo de la historia y la contemporaneidad, donde todas las personas construimos la misma definición. La cultura tiene esa categoría de bien común incuestionable y, desde ahí, quizás la arquitectura se convierte en un medio más a través del que actuar bajo la mirada de las prácticas cooperativas.

Literatura sobre proyectos en común, compartidos, participativos, pero la realidad es que cuando hay un problema la mayoría de las personas acuden a una asociación de vecinos, a un sindicato… antes que a un proyecto colectivo o a un lugar ocupado. ¿Existe el riesgo de que muchas de estas iniciativas se estén convirtiendo en excluyentes?, ¿un nuevo elitismo?, ¿una moda en cierta forma alejada de la realidad, de la cotidianidad, con una buena dosis de egocentrismo casi siempre protagonizado por las mismas personas y colectivos?

Como decía antes, estamos en un proceso de reflexión/acción colectiva a nivel internacional que está generando que estas prácticas cada día se diluyan más entre la sociedad, y que los espacios sean cada vez más abiertos a la ciudadanía. Actualmente, las aptitudes colaborativas y las miradas sociales están en todos los territorios; otra cosa es que siempre salgan en los medios de comunicación los mismos colectivos que hace unos años, ya que su relevancia ha crecido y han podido profesionalizarse. Pero los proyectos de este tipo tienen una finalidad común y no es más que generar apoyo mutuo y cambiar ciertas reglas establecidas en nuestras instituciones. Unas reglas establecidas donde la participación ciudadana es inexistente. De hecho, estamos trabajando intensamente en la simplificación y socialización del léxico generalmente utilizado en todas las prácticas que llevamos a cabo, para facilitar esa inclusión de la que hablas. Al mismo tiempo, no hablamos de espacio okupado, ni sindicato, ni nada que pueda parecer exclusivo para ciertos sectores de la población, es mas, llamamos a LFdTV una cocina de procesos, llevamos en esa definición un elemento totalmente común en el que cualquier persona es un creador.

CartelMucho voluntarismo, pero la gente tiene que vivir, pagar el alquiler, comer… ¿indirectamente se fomenta la precariedad al no ir al fondo de los problemas de una sociedad absolutamente injusta, donde buena parte de la población está excluida?

La pregunta se contesta por sí sola. La precariedad es la base del problema. Sin embargo, no debemos confundir colaboración con voluntarismo. Trabajamos en procesos colaborativos en los cuales se busca la sostenibilidad de todas las partes implicadas, si no es posible económicamente, en forma de retornos sociales.

El C4C, colectivo que organiza la universidad de verano de El Campo de Cebada en Madrid, definió al procomún como un invento del PP en contraposición a la ‘movida’ del PSOE, ¿qué opinas?

Opinamos que existe la necesidad de crear colectiva y cooperativamente ecosistemas locales basados en la colaboración, la corresponsabilidad y el procomún más allá de partidos políticos y estructuras administrativas anticuadas.

¿Por qué hay que ir estos días a Los Santos de Maimona?

A Los Santos de Maimona hay que venir estos días porque es una oportunidad única de pisar Extremadura, disfrutar de su gastronomía y su cultura, para conocer LaFábrika detodalavida y convivir y relacionarse de primera mano con iniciativas de ADN social y abierto que trabajan con dinámicas y metodologías que giran alrededor del procomún, la colaboración, la autogestión, las prácticas p2p y la construcción participativa del espacio urbano.

El Encuentro de la Red de Arquitecturas Colectivas se celebrará hasta el próximo domingo, 13 de septiembre.

Deja tu comentario

¿Qué hacemos con tus datos?

En elasombrario.com le pedimos su nombre y correo electrónico (no publicamos el correo electrónico) para identificarlo entre el resto de las personas que comentan en el blog.

No hay comentarios

Te pedimos tu nombre y email para poder enviarte nuestro newsletter o boletín de noticias y novedades de manera personalizada.

Solo usamos tu email para enviarte el newsletter y lo hacemos mediante MailChimp.