Feministas, ‘imanes queer’, ‘trans’ y gays en el Islam

2012, London Pride, Worldpride

¿Qué pasa si eres musulmán y gay?

Comienzan las fiestas del Orgullo LGBTIQ+ en Chueca, Madrid. Y en ‘El Asombrario’ le damos otra vuelta a las reivindicaciones en un contexto de criminalización interesada del Islam. Nos hemos acercado al Festival Noches de Ramadán, organizado por el Ayuntamiento de Madrid, para conocer otros puntos de vista en el Islam, que por intereses de radicales e ignorancia de Occidente a menudo son callados. Este es un artículo sobre la reivindicación del feminismo y la diversidad sexual desde la fe musulmana. ¿Sabías que hay mezquitas dirigidas por mujeres, que hay mezquitas inclusivas en las que se pueden casar homosexuales? Pequeñas grandes conquistas de los colectivos feministas y de los movimientos LGBTIQ+ musulmanes.

 

Cansadas de que se hable en su nombre. Así se sienten muchas mujeres feministas musulmanas que mantienen una doble lucha: contra quienes las oprimen por ser mujeres y contra quieres las cubren de estereotipos por ser musulmanas. Tan diverso y desconocido es el Islam como lo es cada persona que practica una religión. Y cuando las escuchamos y conocemos un poco más, nos encontramos con sorpresas.

“Se habla de las mujeres musulmanas sin tener en cuenta a las mujeres musulmanas. Se puede empatizar con nosotras pero no hablar en nuestro nombre, eso ya se ha hecho durante mucho tiempo y estamos hartas”. Así se expresa Fátima Aatar, militante del movimiento feminista islámico, graduada en Antropología social y cultural, activista pro-palestina e impulsora del BDS en la Universidad Autónoma de Barcelona (la campaña de boicot en apoyo al pueblo palestino contra el apartheid de Israel). Para Fátima, la visión occidental está llena de miradas superficiales basadas en estereotipos y tópicos. “Es una visión basada en el cuerpo de las mujeres musulmanas, en si llevamos velo o no, no en las verdaderas desigualdades que sufrimos. El feminismo islámico nos permite dar respuestas desde nosotras mismas”. Lo hacen desde la hermenéutica, el estudio y reinterpretación de los textos sagrados. “Los han hecho hombres en contextos patriarcales y nosotras hacemos una revisión y crítica del Islam aplicando una mirada feminista inclusiva”.

De todo esto se habló en el encuentro Feminismo Islámico celebrado este lunes, 27 de junio, en el Centro Cultural Galileo dentro del Festival Noches de Ramadán, organizado por el Ayuntamiento de Madrid. En el encuentro, que contó con la colaboración de la Librería Mujeres, también participó Helena Gutiérrez Espí, mediadora intercultural y colaboradora de la revista digital de pensamiento islámico moderno alkalima.es. Además pertenece a la Red Musulmanas y es autora de la novela Unos Baklava por amor, donde parodia los prejuicios y hace una crítica a los machismos y al feminismo colonial. “Hay un feminismo hegemónico occidental que dice que no se puede ser musulmana y ser feminista. El Islam es algo heterogéneo y no tiene nada que ver cómo lo viven una mujer senegalesa y una saudí”. Recuerda que la lucha contra la mutilación genital femenina (una práctica que no tiene nada que ver con el Islam ni aparece en el Corán) de hecho se está prohibiendo en algunos lugares gracias a la acción de musulmanes. “Hay muchas luchas, el feminismo islámico lucha contra la poligamia, pero todo es tan diverso que hasta hay una feminista musulmana que la defiende como modelo de unión elegida. Hay feministas teólogas haciendo hermenéutica del Corán dentro de la academia con una mirada de género que permite defender los derechos de las mujeres dentro de la religión”. Y habla de la yihad de género. “Yihad no es guerra, es esfuerzo, una lucha para acabar con el patriarcado, con la violencia contra las mujeres”.

Para Fátima, “todo el mundo habla del Islam, parece que todo el mundo sabe qué es el Corán, la yihad, la sharia, pero no es así. Es necesario reconstruir los discursos”. Señala un aspecto espiritual dentro de su religión que tiene una base social. “Para los musulmanes no existe un poder terrenal al que nos debamos someter. Ni hombres ni Estado. Tenemos la obligación de luchar contra los poderes opresivos. Sólo le debemos cuentas a Alá, que es el origen”. Y reconoce que uno de sus retos es llevar el feminismo islámico a las calles porque se ha desarrollado mucho a nivel académico y es muy teórico. “Como mujeres, como la mitad del planeta, sufrimos el eje de opresión. Nosotras luchamos contra la opresión del conservadurismo islamista que intenta imponer la obediencia a una autoridad de manera ciega. Lucho día a día contra eso, pero también lucho contra la visión occidental islamofóbica. Queremos ser mujeres, ser feministas y ser musulmanas”.

Por su parte, Helena comenta que una de las ilusiones que tienen en Red Musulmanas es crear una mezquita de mujeres en España. “Y ahí sí que nos segregamos porque nos da la gana, no por obligación o imposición. En China, Sudáfrica, Canadá o Dinamarca hay mezquitas de mujeres. El imamato femenino es otra reivindicación. Como dato histórico, el profeta le dio ese espacio a una mujer para dirigir el rezo, se compartía, la segregación vino después”. En 2005 una mujer musulmana afroamericana en Estados Unidos dirigió el rezo ante hombres y mujeres generando mucha controversia. “No es la única que lo ha hecho. Reivindicamos espacios mixtos, no segregación. En Indonesia hay mezquitas donde se comparte espacio, rezan juntos. Pero puede ser una postura de un sector de mujeres querer su espacio propio en las mezquitas. Precisamente el profeta dice que no se impida a las mujeres el acceso a la mezquita”.

Hay también mezquitas inclusivas para personas con diversas orientaciones sexuales. En París, por ejemplo, se pueden casar musulmanes homosexuales en una mezquita. De esto habló Daniel Ahmed, educador social y activista en el ámbito de la islamofobia y la diversidad sexual y de género en el Islam. Actualmente realiza una investigación doctoral sobre personas queer musulmanas en la Europa contemporánea. “Entre tantos millones de personas musulmanas hay mucha diversidad, no vamos a pensar que todas son iguales”. El movimiento LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales, queer y otras) está presente en países donde el Islam es religión mayoritaria, pero dentro del movimiento puede haber creyentes o ateos. Buscan conseguir un marco legal de protección de los derechos de las minorías. “La situación no es como los medios de comunicación suelen pintarla, pero claro que hace falta reivindicar”. Daniel forma parte del movimiento de activistas musulmanes creyentes y practicantes. “Tomamos el Islam como base para reformular textos clásicos escritos en la Edad Media. Pretendemos promover una visión inclusiva de la fe musulmana”.

Una labor importante es la desarticulación de prejuicios y estereotipos. Daniel explica que la homosexualidad en Europa ha estado penada hasta el siglo XX y que en sociedades islámicas había expresiones e identidades de diversidad sexual y literatura homoerótica hasta el siglo XIX. “Hay países en el sudeste asiático que reconocen hasta un tercer género en la actualidad y países musulmanes que admiten operaciones de cambio de género”. Las primeras leyes de penalización de la homosexualidad en países islámicos vienen con la colonización. En Marruecos la primera ley es de 1975. “En el imaginario está que en el mundo musulmán los homosexuales son colgados, así en general, sin especificar en qué país”. Pone como ejemplo algunas cosas que circulan por las redes sociales. “Se puede leer 12 países en los que te matan por ser gay. Y ponen y todo en la lista al Estado Islámico, como si fuera un país”. Sin dejar a un lado la importancia de luchar por las libertades de las minorías en todos esos contextos, subraya que hay 75 países en el mundo que criminalizan las relaciones homosexuales consentidas. Cinco con la pena de muerte. “Del total, 49 no son países musulmanes (son países que tienen otras religiones como el cristianismo, el budismo o el hinduismo) y nunca salen en los medios. Lugares como Jamaica, Barbados, Ucrania…”.

Dentro de las estrategias de activismo y resistencia que lleva a cabo este movimiento en diversos países se reivindica también el imamato queer. Que gays, lesbianas, transexuales, bisexuales puedan dirigir rezos. “El primer imán queer salió en Sudáfrica, hace bodas entre diferentes identidades sexuales y también diferentes religiones. Hay que romper estereotipos. No hay contradicción entre tu fe religiosa y tu identidad sexual”.

Programación completa de ‘Noches de Ramadán‘. 

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Comentarios

  • Niltsiar

    Por Niltsiar, el 30 junio 2016

    Se agradece la sensibilidad, pero los dioses siguen sin existir. Sorry!

    • Mentalmente

      Por Mentalmente, el 30 junio 2016

      No existen para tí.

      • Arud

        Por Arud, el 31 octubre 2017

        Lo peor es que sientas otra cosa que miedo y asco.

        No me cabe en la cabeza, sabiendo cómo es el mundo y siendo Dios, omnipotente.

        Obedecer por temor a algo así es una cosa, otra es estar dominado por pasiones semejantes a las imaginables en Dios.

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