Gueorgui Gospodínov: “Lo sublime se esconde en la rutina del día a día”

El escritor Gueorgui Gospodínov. Foto: Dobrinka Stoilova.

El escritor Gueorgui Gospodínov. Foto: Dobrinka Stoilova.

Resumir Novela natural (editorial Fulgencio Pimentel), la última obra publicada en España de Gueorgui Gospodínov, no es tarea sencilla. Y es que en ella este autor búlgaro intenta condensar todo. O lo que es lo mismo: la vida. En ella lo mediocre se vuelve sublime; tres personajes (un vagabundo, un editor y un naturalista) se llaman igual; se habla de la dificultad de escribir, pero también de la de publicar; hay un divorcio amoroso, que sirve como metáfora de uno social; se da la importancia que los retretes merecen en nuestras vidas; se muestra la visión desde el punto de vista de una mosca…

Además, es una novela en la que el escritor se arriesga (y mucho) para romper con el lenguaje, la narración y la historia, lo que la vuelve caótica e impredecible. En definitiva, una novela que se escribió en la última década del siglo XX, pero que va al compás de nuestro tiempo.

Te devuelvo una pregunta que realizas a través de tu protagonista en el libro: ¿Cómo es posible a día de hoy escribir una novela cuando se nos ha privado de lo trágico?

Te contesto con una frase del libro: en el día a día mediocre. Ahí y únicamente ahí se puede capturar lo sublime y lo trágico. Ahí únicamente podemos encontrar esa piedra filosofal que podría cambiar la mediocridad del día a día en algo sublime. O al menos nos puede abrir los ojos para mostrarnos lo sublime que hay ahí, escondido dentro de las rutinas del día a día. Creo que este es el último propósito de la literatura.

Esta es la línea que sigues con ‘Novela natural’.

Sí. Mi obra va sobre la dificultad de escribir una novela a día de hoy. O de la dificultad de lanzar una historia en un mundo plagado de historias. Una obra sobre la narración y sus fallos, sobre si podríamos vivir como en una novela del siglo XIX, en la que todo tenía su orden. Es la historia de un divorcio, pero también la historia sobre la separación de las palabras de las cosas.

Como decías antes, es sobre finales. Tanto amores como sociales.

Creo que todas las novelas a día de hoy circulan alrededor de este tópico. Y eso es debido a que estamos contando historias que tratan de posponer el fin, si no es posible revocarlo. En Novela natural el fin del amor, el fin del sistema comunista y el posible fin del mundo están mezclados.

Todo esto hace que sea un libro arriesgado, con el que intentas romper el lenguaje, la narración, la historia.

Sí, así es. Pero así era el mundo en la última década del siglo XX. Creo que la novela podría ser una emergencia sobre el género. Los 90 fueron una década muy animada, llena de esperanzas y horrores. Nosotros fuimos muy jóvenes, metafórica y literalmente, por última vez. En nuestra parte del mundo era el tiempo para la libertad, para las rupturas, para la abolición de las grandes narrativas. Supongo que fue un momento similar al de después de Franco en España.

¿Por qué era el momento perfecto para romperlo todo?

Cuando cayó el muro de Berlín en 1989 yo tenía 21 años. En Sofía (Bulgaria) pasábamos el tiempo protestando en las calle. Éramos muy ingenuos y creíamos que todo iba a estar mejor en 1 o 2 años, que íbamos a ser un país normal. Esta novela la comencé a escribir en 1998, en los últimos años de la década. Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que nuestras esperanzas se habían esfumado. Sin embargo, fue el momento perfecto para ser joven e ingenuo, para intentar leer todos los libros prohibidos, ver todas las pelis censuradas o escribir una novela en un estilo completamente alocado. Era una cuestión de libertad.

Este estilo alocado hace que la novela sea muy caótica, impredecible.

Lo mismo que nuestras vidas. Es la única manera en la que una novela puede existir es este impredecible y caótico tiempo. No podemos vivir más en el estilo de la novela del siglo XIX. O sí podemos, pero yo no estoy interesado en ello.

Escribiste el libro en los noventa. ¿Cómo te sientes respecto a él a día de hoy?

Resumiendo mucho, creo que los 90 nos son próximos. La década de 2020 huele como los 80. Actualmente existe una nostalgia de los 80 que es obvia. Pero también te tengo que decir que a mí los 80 no me gustan. Para nosotros fue la década de más desesperanza. Entonces, ¿qué podemos esperar de los 80? Estar preparados para los nuevos 90 llenos de confusión. Algo que trato en mi nueva novela.

El escritor Gueorgui Gospodínov. Foto: Dobrinka Stoilova.

Deja tu comentario

¿Qué hacemos con tus datos?

En elasombrario.com le pedimos su nombre y correo electrónico (no publicamos el correo electrónico) para identificarlo entre el resto de las personas que comentan en el blog.

No hay comentarios

Te pedimos tu nombre y email para poder enviarte nuestro newsletter o boletín de noticias y novedades de manera personalizada.

Solo usamos tu email para enviarte el newsletter y lo hacemos mediante MailChimp.