Colombia, (RE)NAITRE
Dayana está a punto de regresar al campamento en Colinas para recoger las pertenencias que dejaron allí. En la jungla, había muy pocas oportunidades de tener tiempo para ella. “Solíamos cambiar los campamentos cada dos o tres días. Empacamos todas las mañanas y desempacamos todas las noches. No había camas ni colchones, solo unas pocas hojas de palma. A veces teníamos que cargar hasta 50 kilos. Sobreviví bastante bien; solo me dispararon en la pierna. Foto: Catalina Martín Chico.
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