La ciencia alerta: Todo lo que conocemos y amamos está en riesgo

Foto: Pixabay.

“Vivimos en un momento extraño. Las lógicas están cambiando y parece que no entendemos que debemos contar con Gaia como agente político y con el que no se puede negociar”. Así se expresaba la antropóloga Yayo Herrero en la presentación del libro ‘¿El final de las estaciones?’, que reúne artículos escritos por Juan Bordera, Antonio Turiel y Fernando Valladares. Artículos que permiten razonar por qué es necesario un decrecimiento en nuestra forma de consumir, producir y vivir.

El libro, prologado por Herrero, recoge en su mayoría las reflexiones de los autores citados y publicadas en la revista CTXT, pero también cuenta con otras voces que permiten en su conjunto cumplir con una función pedagógica, humanitaria y mostrar las complejas relaciones de todos los aspectos de la vida, se denomine energía, inmigraciones, guerras, economía o desobediencia civil, ya que no son antagónicas como pretende el sistema capitalista. El subtítulo: Razones para la rebelión de la ciencia y el decrecimineto. Ante tantos retos, Herrero aboga por tener un plan, ya que la historia no está todavía escrita. “Las amenazas son visibles, así que necesitamos transitar por otras formas de hacer, aunque los procesos sean lentos. Por ello es necesario otras dinámicas y que se comprendan los posibles, necesarios y justos cambios”.

Los avisos de que algo no va bien en el planeta se producen ya con una frecuencia inusitada. Todas las transiciones necesarias deben ir unidas y como Antonio Turiel afirmó: “Desde 1972 la comunidad científica sabíamos que se iban a producir cambios drásticos y radicales. Este hecho ha sido mil veces divulgado para desesperación de los científicos”.

Cuando Turiel hablaba así, se daba la noticia de una nueva crisis. La alteración de las corrientes atlánticas del brazo norte llamadas AMOC por sus siglas en inglés. Sistema que transporta agua caliente desde los trópicos hacia el norte. Su irreversabilidad podría cambiar el clima del planeta Tierra. Si la AMOC colapsa, los efectos climáticos serían catastróficos. “Sin el efecto benéfico de esta corriente oceánica, que aporta calor y humedad a Europa, ésta tendería al clima que le corresponde por la latitud en la que se encuentra, similar a la de Canadá o el sur de Siberia”, explicaba Jorge Riechman.

Turiel es investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar y piensa que estamos donde “deberíamos estar” en 2100. “El océano nos hace el favor de absorber CO2 y el calor, pero está diciendo basta. Esa energía acumulada se nos devolverá en forma de tormentas y otros sucesos atmosféricos. Tal vez vayamos a un planeta que no vamos a conocer. Por eso hay que mirar al problema a la cara”.

Este experto en recursos naturales siempre pone sobre aviso de la posible propaganda y las contradicciones que hay con todo lo relacionado con la energía, cuestionando lo que nos dicen que es viable y lo que no, y, como él titula en un artículo suyo, lo que son castillos en el aire. “Las perspectivas de la energías renovables no casan con el modelo capitalista. La gran eólica tiene problemas. Ahí esta el caso Gamesa y los fallos en sus aerogeneradores”.

Todos necesitamos una gran reconversión, pero afirma Turiel: “Los fondos NextGeneration pueden ser un regalo envenenado para seguir intentando cosas imposibles. Hay que revisar lo que no funciona y apostar por un decrecimiento planificado y democrático”.

Advierte que las prisas no son buenas y escribe: “Todo lo construido en los últimos años son castillos en el aire: aerogeneradores con ingenierías defectuosas, parques sin demanda, sistemas de almacenamiento deficientes, conexiones ingestionables…Y ya se sabe lo que le pasa a un edificio sin cimientos sólidos”.

‘Los 15 de la remolacha’

Juan Bordera, activista de Rebelión Científica y Extinction Rebellion, se cuestionaba en la presentación cómo salir del laberinto. Y se preguntaba y preguntaba al público cuál es el problema más grave que tenemos: el clima o la energía. “Con el tema energía nos toman el pelo continuamente como con el hidrógeno verde. Y en Davos ya se dijo, incluso por las consultoras, que los problemas futuros serán medioambientales. Nos siguen vendiendo los milagros y el tecno-optimismo, pero estamos tocando puntos de no retorno para el planeta”.

La noción de puntos de inflexión o no retorno se introdujo hace décadas para alertar de las probables consecuencias de superar los 5ºC por encima de las temperaturas preindustriales. Informes más recientes del IPCC ponen de manifiesto la posibilidad de que estos puntos de no retorno se pueden dar con un aumento de entre 1º y 2ºC de temperatura.

Con sentido del humor, Bordera habló de “los 15 de la remolacha”, personas que, como él, están señaladas por la justicia por tirar ese caldo al Congreso de los Diputados, sin daño alguno, salvo para alguna conciencia.

A Bordera le gusta hablar de desobediencia civil, pero también de una mayor implicación necesaria por parte de la sociedad por el clima. Bordera escribe: “Necesitamos olas de desobediencia civil no violenta por todo el planeta para frenar las olas de calor que amenazan nada más y nada menos que la vida en general. Si alguien conoce un método mejor y más efectivo ya está tardando en ponerlo en práctica. Le ayudaremos”. “Puede haber derrotas, pero es necesario saber empezar a quitar algún lastre de lo que hemos construido. Falta mucha pedagogía”, concluyó Bordera.

El título del libro ¿El final de la estaciones? proviene de uno de los artículos escritos. Para Bordera “estamos abandonando el Holoceno, el de las cuatro estaciones estables y la agricultura. Ahora estamos llegando a la última estación del trayecto, a estación Antropoceno. Un nuevo régimen climático lleno de incertidumbres en el que todo lo que conocemos y amamos estará en riesgo”.

Durante la conferencia, Bordera recogía la siguiente cita de Walter Benjamin:”Marx consideraba que las revoluciones son la locomotora de la historia universal. Pero tal vez se trate de algo distinto. Tal vez sean las revoluciones el gesto por el que el ser humano que viaja en tren echa mano del freno de emergencia”.

“¿Si crees que puedes vivir como siempre has vivido, te equivocas? ¿Si crees que tus hijos tendrán una vida como la tuya, te equivocas? ¿Si crees que la paciencia del planeta es infinita porque ha soportado la presencia de tu especie durante unos cientos de miles de años, te equivocas?”. (Carsten Jensen).

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