Laura Torrado, romper el estereotipo femenino
Desbaratar moldes de género. Autorretratos que son homenajes a artistas como Louise Bourgeois que rompieron estereotipos de lo femenino. Escenas de hombres como si fueran ‘Las señoritas de Aviñón’. La retrospectiva de la fotógrafa Laura Torrado en la Sala del Canal de Isabel II en Madrid remueve prejuicios y sensaciones.
MILUCA
Han pasado 15 años entre unas imágenes y otras. Cuatro fotografías con el mismo nombre, Hamman. Las dos primeras muestran unas mujeres desnudas charlando, pero no en un baño árabe, como sugiere el título, sino en una pescadería, o apiladas en el mostrador como mercancía; en las otras, más recientes, se ve un grupo de hombres vestidos con batines de raso en posturas y actitudes más bien femeninas. En los años transcurridos entre la realización de las dos series de fotos ha desarrollado su carrera Laura Torrado (Madrid, 1967), que expone estos y otros trabajos en su primera retrospectiva titulada La oscuridad natural de las cosas, en la Sala Canal de Isabel II, dentro de la programación de PhotoEspaña 2013.
La exposición, comisariada por Mariano Navarro, contiene una treintena de fotografías, nueve vídeos, siete dibujos y tres instalaciones en los que la artista reflexiona sobre la identidad individual y colectiva. El motivo principal de su obra es la representación, de ella misma o de otras personas, de actitudes, de situaciones que cuestionan estereotipos establecidos sobre lo femenino, según Navarro. La exposición, estructurada para que se recorra de abajo hacia arriba, rompe el discurso cronológico y resume en cada planta una parte del trabajo de la artista. Las obras de la planta baja son una evocación del universo femenino en diferentes formas de expresión. Desde las propuestas escultóricas de las flores de porcelana de la serie Vida suspendida a los vídeos, dibujos, instalaciones o fotografías como Trashumance.
Con el título Yo y yo misma, en la primera planta se muestran fotografías y vídeos en los que la protagonista es la propia autora. Autorretratos en primer plano, de cara (Autorretrato II) o de espalda, con la palabra You escrita en el cuello. Homenajes a artistas como Louise Bourgeois y Rebeca Horn, que, aunque de diferentes épocas, coincidieron en la nueva formulación de una cultura de género, según el comisario. “Nosotros somos el otro y nos vemos en los demás. La protagonista es ella y el espectador se muestra concernido”, explicó Navarro en la presentación de la muestra. A veces, por esta obsesión suya de fotografiarse a sí misma se la ha comparado con la fotógrafa Cindy Sherman. “Lo hacía así porque era más fácil para trabajar, pero llega un momento en que estar delante y detrás de la cámara es difícil y dije: me salgo”, afirma Torrado. También destaca La tormenta en los ojos, en referencia a la imagen de la mujer en la cultura occidental.
La segunda planta nos trae Cuentos, donde se adentra en el universo de lo narrativo. Ahí Torrado aparece sentada en el suelo de la cocina entre cacerolas, vestida con un camisón de dibujo de piel de leopardo (Si te quise) o con los desnudos de Modigliani al fondo (Presentimiento).
Representaciones, en la tercera planta, recoge las series más complejas e intensas, como las ya citadas de Hamman. “Yo mantengo vías de trabajo abiertas desde el principio, no me gusta cerrarme a ninguna cosa. Hay imágenes del 1995, como la de las mujeres en la pescadería, que siguen vigentes. He establecido un diálogo entre ellas y las del hamman de los hombres, que he realizado este año. Las mujeres están objetualizadas y los hombres aparecen con posturas y atuendos que se suelen relacionar con las mujeres, en una búsqueda por desbaratar los estereotipos establecidos de lo que es masculino y femenino”, explica Torrado. “A mí las fotos de los hombres me recuerdan a Las señoritas de Aviñón”, observa el comisario Mariano Navarro.
Y en ese mismo piso cuelga una de las series más impactantes emocionalmente: El dormitorio. En ella se ve a la fotógrafa en un segundo plano sentada en una cama con una mujer mayor en primer plano. Es una habitación cuyas camas de metal, colchas y crucifijos en la pared remiten a una España que huele a naftalina. “En esas fotos hay un montón de matices, de feminidad, de generaciones, de ancestros, de complicidad. Son muy emocionales. La mujer es mi abuela. Yo me iba a su casa y ella me contaba historias, me enseñaba fotos. Cosas que no hacía con mi madre las hacía con ella, porque existía una complicidad especial y un diálogo diferente”, asegura Torrado. La muestra se corona con una instalación sonora en el cielo del depósito.
A la pregunta de con cuál de sus obras se considera más implicada, la fotógrafa asegura que no puede elegir una: “Yo pretendo cuestionar los estereotipos. No me gusta dar miradas reduccionistas; prefiero que la obra hable por sí misma. A veces intentamos clasificarlo todo en cajoncitos. Yo lo que intento es hacer un trabajo que no se encasille. Siempre hay una intención en la mirada que le pones, pero luego el trabajo habla por sí mismo. Las obras nacen y se ponen a caminar ellas solas. ¿Quién soy yo para definir lo que tiene que pensar la gente que viene a ver la exposición? Lo que todos los artistas queremos es provocar algo en el espectador, que algo se mueva en él. A veces, ves una exposición o vas al teatro y no pasa nada. A mí me gustaría que cuando la gente venga, pase algo, que se mueva el suelo que pisan”.
Comentarios
Por Howard, el 03 julio 2013
Que tiene de feminista humillar a los hombres: «en las otras, más recientes, se ve un grupo de hombres vestidos con batines de raso en posturas y actitudes más bien femeninas.»
pensandolo bien, si, es muy feminista.
(claro está mientras no sean mujeres las humilladas les parecera super fantástico y justo).
Por imsilentalarm, el 03 julio 2013
Desde cuando mostrar a hombres en actitudes femeninas es sinónimo de humillación. Por supuesto, depende del tono de la obra, si es satírico o no.
A mi juicio, con esa idea la artista está mostrando los diferentes roles sociales asociados al género. El profundo contraste que aparece al mostrar al género masculino con ropas y actitudes socialmente aceptadas como femeninas no es más que una denuncia a una sociedad estereotipada.
Por Howard, el 03 julio 2013
Una artista MISANDRICA, no cabe duda.
Por Iribarne, el 03 julio 2013
Documéntate. Sabes decir misándrica, pero no sabes de que va el feminismo.
Por César Pinos Espinoza, el 13 julio 2013
Justo lo que quería y como lo quería, digo, mi Revista Clubes on line, pero cómo lo hago para algo parecido ? ¡Ayúdame!