Los animales, estrellas del celuloide en ‘Las Estaciones’
El pasado fin de semana se estrenó en España, en 60 salas, el documental ‘Las Estaciones’, de los franceses Jacques Perrin y Jacques Cluzaud, creadores de las exitosas producciones en torno a la naturaleza ‘Nómadas del viento’ (2001) y ‘Océanos’ (2009). Ahora nos sorprenden con un poema visual lleno de trucos y recursos buscando que lo que prime sea la mirada, curiosa e incluso socarrona, de los animales de los bosques. Ardillas, lobos y oseznos se merecen un premio a la interpretación.
El equipo creador vino a Madrid a arropar la película, apoyado por una delegación de la Comisión Europea, pues con esta presentación quisieron celebrar el Día Europeo de la Red Natura 2000, que engloba más de 27.000 lugares protegidos en Europa que abarcan más de un millón de kilómetros cuadrados. España, con más de 1.800 espacios, es el país europeo con mayor superficie dentro de esta Red.
Tras una exitosa carrera de cuatro décadas y un centenar de películas como actor (salía en Cinema Paradiso y Los chicos del coro), Jacques Perrin optó por apoyar decididamente (en la producción y la dirección), documentales para transmitir al público la riqueza natural del planeta. Aparte de los tres documentales mencionados, su nombre está detrás de trabajos como Microcosmos. En Madrid, durante la presentación de Las Estaciones en la Academia del Cine, Perrin subrayó que este trabajo, que ha requerido dos años de trabajo y otros dos de montaje, es «una oda a la naturaleza». «Yo lo llamaría más poema cinematográfico que documental, porque hemos tratado de llegar al público más a través de la imagen que del texto». «Son las voces de los animales las que lo dicen todo».
Y, efectivamente, el fuerte de Las Estaciones es la magia de sus composiciones de imagen -no extraña que hayan necesitado dos años de montaje- y sonidos de los animales, más que el texto, bastante generalista, narrado en español por la actriz Elena Anaya, que cumple muy bien con su tarea pero que sirve más de gancho en el cartel para atraer público que otra cosa, pues las palabras humanas tienen en este trabajo una presencia muy superficial.
La película, dice la nota de prensa, «invita a viajar a través del tiempo para redescubrir los paisajes europeos que hemos compartido con animales salvajes desde la Edad de Hielo». Pero después de verla, resulta que es toda la presencia humana en la cinta -no sólo el texto en off- lo que más falla de la película; la aparición de pioneros homo sapiens, de campesinos medievales, de militares en las guerras mundiales nos llegan bastante falsas, nos resultan metidas con calzador para apoyar la historia que destaca la nota de prensa… Vamos, que sobran. Porque, sin embargo, está realmente lograda la otra perspectiva, la animal. El equipo de filmación y montaje -tanto de imágenes como de sonidos; muy bien acompañados, por cierto, por la música de Bruno Colais, artífice de la banda sonora de Los Chicos del Coro; está claro que no han escatimado medios- ha conseguido que sintamos a los animales de los bosques como una comunidad que interactúa, se observan unos a otros, curiosean, incluso se sorprenden. Impagables esos primeros planos de ardillas y rapaces nocturnas, con cara de estar mirando lo que sucede, de no perder detalle para cotillearlo después.
Las Estaciones efectivamente se acerca más al poema que al documental documentado sobre naturaleza, al estilo de otros que hemos recogido en esta sección, como WildMed, de Arturo Menor, o Guadalquivir, de Joaquín Gutiérrez Acha. Esto es otra cosa, y se sirve de todos los recursos cinematográficos para, llena de trucos al servicio de historias como la del lince con mala suerte como cazador, completar 97 minutos realmente entretenidos, para que simpaticemos con la fauna, que a muchos falta les hace. También el problema es que luego sales al campo, y, claro, no hay tanta acción, ni tantos actores animales; son mucho más astutos y precavidos, y apenas se dejan ver.
Las Estaciones es un auténtico festín de imágenes de animales actuando y dialogando, que llevan al público a esbozar una sonrisa permanente, y a veces hasta alguna risa, con las ocurrencias de pajarillos o ardillas. Toda una película de acción ambientada en los bosques europeos. El tráiler refleja bien su tono y su espíritu (atención a la última toma; un guiño humorístico habitual en la cinta).
En Francia, donde se estrenó en noviembre, ya la han visto un millón de personas; esperamos que el público español esté también a la altura de esa sensibilidad ambiental y esta película, interpretada por bisontes, osos, caballos salvajes, lobos, linces, ciervos, ardillas, erizos, zorros, búhos, lechuzas y libélulas, sea un éxito; de hecho, partió bien, pues se ha estrenado en 60 salas -WandaVision vuelve a estar detrás, con su solvencia, de la distribución de una película sobre naturaleza-, después de haberse presentado fuera de concurso en DocumentaMadrid, a comienzos de mayo.
Jacques Perrin remató su presentación en Madrid subrayando: «Es una película sobre Europa, sobre la fantástica naturaleza que tenemos y cómo sigue habiendo aún mucha indiferencia en su protección, aunque creo que en los últimos 20 años se han dando muchos pasos de avance». «Es una película que reclama una nueva alianza con la naturaleza». De ahí que la perspectiva convincente y positiva sea aquí la de los seres no humanos.
SIGNUS, COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.
Comentarios
Por pedernales, el 25 mayo 2016
La pregunta es: ¿cómo son capaces de rodar cosas semejantes como esos lobos persiguiendo al jabalí? ¿Cómo puede la cámara hacer el travelling????
Por Alex Mene, el 25 mayo 2016
Sus películas son pura poesía natural (en estado salvaje).
Por MARCOS SANTIAGO EGUREN, el 30 enero 2019
» NINGUNA ANIMAL HA SIDO DAÑADO EN ESTA PELICULA»?
Fantastico documental, tiene toda la magia que puedas imaginar, y nos deja una pregunta sin respuesta.
Sólo me queda una pregunta que, en el fondo me da miedo hacerla, si alguien sabe responderla con conocimiento real: las escenas a las que se dispara a los lobos y se ve el impacto y su caida, o la de los animales atrapados en las trampas….. son ciertas( seria su desprestigio y denunciable) o simuladas( es lo que deseo leer)
y en tal caso como se consiguen esos efectos ?
Me he preocupado no leer » NINGUN ANIMAL HA SIDO DAÑADO EN ESTA PELICULA «