Manolo Kabezabolo: “Realmente las cosas van a peor”

Manolo Kabezabolo y Los Ke No Dan Pie Kon Bolo. Foto: Jal Lux.

Entre ‘Tanto tonto monta tanto’ ‘¡Ya hera ora!’ han pasado 25 años. Son, respectivamente, la última y la primera referencia discográfica de Manolo Kabezabolo, un punk maño del 66 que con certeras y afiladas letras, donde corre la socarronería a raudales, directas y sencillas, son la crónica de una parte de la sociedad que ni traga ni comulga con la clase política, ni la religiosa, ni la militar en sus diversas versiones. Así logró darse a conocer a pie de calle, en bares alternativos, en los centros sociales que proliferaban en los noventa en este país. Era solo él, con su nasal forma de cantar, su desparpajo tocando la guitarra su guitarra (que en muchas ocasiones le tenían que prestar) y un puñado de maquetas en la bolsa del equipaje.

Llegó un momento en que la industria fue consciente de su potencial; ya era un secreto a voces que petaba fiestas alternativas con miles de seguidores y Manolo fue solicitado por discográficas y festivales patrocinados. De ese modo dio el paso lógico y montó su banda: Manolo Kabezabolo y Los Ke No Dan Pie Kon Bolo, compaginando con los años ambas facetas, la de cantautor punk en solitario con la de poderosa banda de punk-rock acompañado por la clásica formación de bajo, guitarra y batería.

Una vida entera de canciones, viajes y escenarios, poco dormir, mucho reír y sobre todo conocer a gente, rompiendo esa cuarta pared que marca la separación entre público y artista. La hoja promocional del nuevo disco se abre así: “Por favor. No escuchen este disco. Las autoridades advierten que cualquiera que incurra en el delito de escucharlo, puede ser denunciado por colaborar con una banda terrorista”. En estos tiempos donde la libertad de expresión está siendo reinterpretada por autoridades y población, y donde es evidente que en ese baile de derechos los pasitos son hacia atrás, revisar algunas canciones de ambos discos de Manolo Kabezabolo puede dar hasta miedito.

Entre tanto, anuncia que sus próximas actuaciones serán para celebrar el aniversario de su trabajo como cantautor punk, serán shows a la antigua usanza. Manolo Kabezabolo solito contra el mundo entero repasando un imperecedero repertorio.

Antes de la edición de ‘¡Ya hera ora!’ en cd, en 1995, circulaba una maqueta tuya; durante años solo había eso, llevaba por título ‘D’Empalmada y a pufo’. ¿Gracias a quién o cómo grabaste esa maqueta? 

Circularon dos maquetas, la primera en 1989 se titulaba Pá los colegas y la grabábamos de cinta a cinta, duplicábamos cada copia según nos pedían; la segunda fue D’empalmada y salió en 1992. Tenía temas de un directo y algunos de la maqueta anterior, se hicieron 200 copias que apenas duraron dos semanas. El artífice de ambas maquetas fue Santi Ric; la segunda se editó con Berlín Records.

En aquellos años y hasta que empezaste a actuar con una banda completa, eras tú y una guitarra de madera. Contrastaba mucho contemplar que el más punki de la escena no necesitase ruido sino casi silencio para hacer sonar sus actuaciones. ¿Cómo sentías aquello? 

Bueno, tocar sólo me funcionó bien desde el primer concierto, la gente lo pasaba bien. Cuando empecé a tocar más a menudo y hacer festivales, empecé a notar que era una sensación extraña ver a toda esa peña disfrutar estando solo en el escenario.

De siempre has entendido el punk/rock como algo que va más allá de tener una guitarra entre las manos, es una forma de vida. ¿Cómo va envejeciendo ese espíritu transgresor? 

Envejece más el cuerpo que el espíritu, creo yo.

En el videoclip de ‘Es el sistema’ corréis perseguidos por el sistema, ¿hay que estar muy en forma para que no te llegue a atrapar el sistema? 

El sistema no necesita atraparnos, estamos en él, nos guste o no. Hay que estar en forma para eso.

Entre ‘Tanto tonto monta tanto’ (Kasha, 2020) y ‘¡Ya hera ora!’ han pasado 25 años, ¿pensaste alguna vez al inicio que llegarías hasta aquí, hasta convertirte en un artista reconocido? 

Bueno, esa era la intención, ser reconocido y vivir de las canciones. La verdad es que siempre creí que lo que hacía estaba bien y que podía dedicarme a ello; no esperaba que durara tantos años, pero he llegado aquí y con ganas de más.

En tus canciones expones tu visión del mundo, tus experiencias y conclusiones. ¿Cómo, cuándo y dónde vas trabajando esos textos que luego se hacen canciones? ¿Cuál es tu método de trabajo? 

No tengo un método específico de hacer los temas, las ideas vienen cuando vienen, no sirve forzarte en hacer un tema, tiene que venirte, por lo menos en mi caso es así.

Políticos, bancos, policía, militares e iglesia son instituciones que siguen manejando el cotarro, ¿es una batalla perdida?, ¿se puede cambiar este mundo cantando? 

Será una batalla perdida, igual no cambiaremos el mundo cantando, pero ahí vamos a estar, porque, si no, esto no tiene sentido.

En tu caso, ¿qué grupos o que música te hicieron dedicarte a esto? ¿Qué bandas lograron que prestases atención al punk-rock? 

Empecé a aficionarme al punk escuchando a los Sex Pistols y los Clash. Y los más influyentes en mí fueron Cicatriz, Rip y, sobre todo, La Polla Records.

Empezaste actuando en okupas, donde apenas había equipo, ni escenario a veces; ahora actúas en grandes festivales, con un equipo profesional que lleva todo programado al minuto. ¿Dónde te sentías más cómodo?, ¿qué pros y contras hay en uno y otro lado? 

En aquellos primeros conciertos tocaba para movidas que me motivaban, la okupación, la insumisión, y trataba con gente con la que había un vínculo; eso se echa de menos, los festivales te dan la oportunidad de compartir cartel con grandes grupos y el ambiente en camerinos entre las bandas es lo que más destacaría.

Pablo Hasél está en la cárcel, Cesar de DCD pasó por juzgados, Valtonyc vive exiliado en Bruselas… Si se escuchasen algunas de tus primeras canciones con detalle, ¿crees que tendrías problemillas de este tipo? 

Yo no descarto que cualquier día me llegue algo por alguna de las letras. Realmente las cosas van a peor en ese y otros muchos sentidos…

¿Cómo has ido llevando estos meses pandémicos de no viajar, no alternar, no tocar…, hay luz al otro lado del túnel? 

Estos últimos meses, el último año mejor dicho, pues poca cosa, algún tema nuevo por preparar y repasar repertorios, también preparar los próximos conciertos por el aniversario de la edición del Ya Hera Ora, que hizo 25 años. Y pocos ensayos por las restricciones.

Tratar las drogas en tus letras ha sido algo habitual, desde tu experiencia. Danos una recomendación; llegada cierta edad, ¿qué recomiendas, tomar menos drogas o tomarlas mejores? 

No sólo a ciertas edades, siempre menos cantidad y la mayor calidad.

Cultura segura. Próximas fechas en directo de Manolo Kabezabolo: 

10 de abril: Iruña. Sala Totem (única fecha con Los Ke No Dan Pie Kon Bolo). 16 de abril: Zaragoza. CC Delicias. 23 de abril: Madrid. Festival Poetas. 8 de mayo: Valladolid. Sala Cientocero. 15 de mayo: Valencia. 16 Toneladas.

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Comentarios

  • Carlos

    Por Carlos, el 06 abril 2021

    Eres un tipo muy legal ,me cubriste con los nacis ,te acuerdas el chocho k le hice a dos con la faja,venís la madera y me cubriste ,te estaré toda la vida agradecido te debo una

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