Maricas que cambiaron la Historia, de Leonardo da Vinci a Hans Christian Andersen

El filólogo Álvaro Sanjuán, autor del libro ‘Grandes maricas de la Historia’.

Encontrar a una persona gay o trans en un libro de Historia es casi como buscar una aguja en un pajar. Da la sensación de que los machos heterosexuales y viriles son el único tipo de hombres que han hecho historia. Sin embargo, más allá de la historiografía tradicional, nos encontramos con grandes poetas, intelectuales o científicos homosexuales cuyos deseos han sido borrados de un plumazo. El filólogo Álvaro Sanjuán se encarga ahora de sacarlos del armario en su libro ‘Grandes maricas de la Historia’ (Plan B). Aprovechamos la ocasión para charlar con él sobre esos grandes personajes homosexuales que, pese a los prejuicios y las dificultades de su época, han cambiado la historia de la humanidad.

¿Qué le dirías a toda esa gente que se pregunta por qué debemos preocuparnos de la sexualidad ajena?

Les diría que no hay que preocuparse, que la preocupación está para prevenir problemas que pueden aparecer en el futuro. En todo caso, les diría que lo que hay que hacer es reconocer la sexualidad ajena, sin más, sin juzgarla, al igual que nadie juzga la heterosexualidad; simplemente darse cuenta de que nuestra sexualidad es un hecho diferencial que no sólo nos identifica como colectivo, sino que también nos define por ser un grupo humano que ha sido literalmente perseguido por las leyes desde hace unos 1.600 años.

Comentas en tu libro que la historia se ha reescrito bastante dependiendo de la moral reinante, y que en muchas ocasiones la condición homosexual se ha aireado más para relacionarla con bárbaros y paganos que para normalizarla…

Como dejo claro en el libro, la moral cristiana, heredera de la moral judía a través de Filón de Alejandría, considera bárbaros a quienes no practican la religión cristiana, y hace una identificación de la homosexualidad con la herejía y el paganismo. No es que se airee la homosexualidad, es que se condena públicamente como contraria al credo cristiano y es considerada una práctica contra natura. No ha habido un solo momento en la historia de Occidente en la que nadie intentase normalizar la homosexualidad hasta, prácticamente, el siglo XX. Para los griegos, los bárbaros eran todos los que no hablasen griego, básicamente, ni compartiesen su cultura, más allá de la homosexualidad que, por otra parte, también se practicaba en otras sociedades indoeuropeas. Sin embargo, para los cristianos, el término del bárbaro se aplica a todo el que no es cristiano, lo que incluía a los griegos que no lo eran, más allá de sus costumbres o refinamientos. La sexualidad en la Antigüedad Clásica no es que estuviera normalizada, es que simplemente era, estaba ahí.

¿Qué tiene que ver que el emperador Constantino decidiera promulgar el Edicto de Milán con el hecho de que muchos piensen que la homosexualidad es una moda?

Absolutamente nada. Lo que sí tiene que ver es que con el Edicto de Milán el Estado se abre a la influencia de la Iglesia en las leyes y a partir de ese momento comienzan a promulgarse leyes específicas y muy claras en contra de la sodomía, prueba clara de que había una cierta visibilidad del colectivo, porque sería absurdo pensar que se hagan leyes de persecución sin un objeto, o sea, con ausencia de destinatarios. Estas leyes se mantienen durante la Edad Media en la Europa cristiana y continúan en la Edad Moderna, con pragmáticas claras y dirigidas específicamente a los sodomitas por parte de los Reyes Católicos, por ejemplo, o de Felipe II. ¿Qué significa eso? Que el porcentaje de la población homosexual estaba ahí, luego lo que ahora nos parece una moda es simplemente visibilidad, porque ya no hay leyes que nos persigan por esa razón y podemos mostrarnos como somos.

Leonardo Da Vinci escribió en su día que no había nada más aborrecible que la práctica del coito heterosexual. ¿Era tan falófilo como parece? ¿Era realmente gay?

La falofilia de Leonardo da Vinci se desprende de la abundancia de dibujos de ese órgano respecto a otros órganos, y sobre todo en el cuidado que ponía a la hora de representarlos, pero no dejó una declaración de intereses. Respecto a si era gay, ser gay es un concepto del siglo XX que no existía en el XV, pero sabemos que Leonardo da Vinci compartía su vida sentimental y sexual con hombres y no con mujeres… ¿Le preguntamos a un personaje heterosexual si realmente era hetero? No, asumimos lo que es por su comportamiento porque nadie en la historia ha escrito una declaración sobre su homosexualidad, o su heterosexualidad, sobre todo porque si declarabas tu homosexualidad directamente te condenabas a sufrir las consecuencias de las leyes que iban en contra de la sodomía.

Hablas del escritor Hans Christian Andersen como el perfecto ejemplo de personaje al que se le ha despojado de todo tipo de sexualidad adrede. ¿Por qué?

Porque la homosexualidad ha sido perseguida por las leyes hasta el siglo XIX y no era admisible que una personalidad de la literatura, y menos de la infantil, fuera homosexual, porque social y moralmente se nos consideraba inmorales y enfermos. ¿Solución? Blanquear al personaje y, ante la imposibilidad de mostrarle como heterosexual, porque era imposible, se elimina toda referencia a su orientación homosexual.

Nada que ver con el caso del compositor ruso Tchaikovsky, del que se conservan casi todos sus papeles (incluidos los que hablan de su orientación). ¿Siguen vivos muchos mitos en torno a sus vivencias?

Ignoro qué mitos siguen vivos en torno a las vivencias homosexuales de Tchaikovsky porque todo lo que se sabe respecto a su sexualidad es que era homosexual, y son realidades, no mitos. Quizás sí se puede considerar un mito el hecho de que durante mucho tiempo se defendiera que el compositor era un homosexual que sufría por serlo, aunque no era así. 

También cuentas que en España se quemaron más sodomitas que judíos o herejes…

En España se expulsó a los judíos en 1492 y a los moriscos en 1600, con lo que sólo podían perseguir a falsos conversos que, obviamente, acabaron yéndose, convirtiéndose definitivamente al catolicismo o quemados en la hoguera, y no tardaron en hacerlo. Los homosexuales, al tratarse de una condición biológica, seguían naciendo, así que seguían estando en toda aldea, pueblo y ciudad y sí que eran perseguidos cuando ya no había judíos o moriscos a los que perseguir. Las investigaciones de hispanistas y diversos estudiosos del tema arrojan luz sobre este tema, pero es largo de explicar. Sólo comentar que los estudios recientes demuestran que en España, entre 1550 y 1700, hubo 44.000 juicios, o sea, unos 275 juicios por año. Los números hablan por sí solos, pero para más datos recomendaría a los lectores escuchar el monográfico sobre Los Enemigos en la segunda temporada de mi podcast Grandes Maricas de la Historia.

¿Por qué fueron heterosexualizados los poemas y las cartas de amor de figuras como Shakespeare o Miguel Ángel?

Porque la homosexualidad estaba perseguida por la ley y no se admitía su explicitación, y menos de una figura cumbre de la literatura o la pintura de un país con el paso del tiempo, porque, en su tiempo, sí que sabían de su sexualidad.

La obra teórica del jurista Karl Heinrich Ulrichs ayudó a que se empezara a tener una perspectiva menos moralista de la homosexualidad. ¿Por qué se olvidó su figura durante tantos años?

A Ulrichs le debemos la visibilización del colectivo y sobre todo el estudio del mismo, buscando las causas, las categorizaciones del grupo, los diferentes tipos de sexualidad que encontró y, sobre todo, el hecho de defender que respondían a patrones biológicos y no de comportamiento adquirido, por lo que no podíamos estar sujetos a leyes de discriminación. Y, de nuevo, su figura fue olvidada por la moral, los prejuicios hacia la homosexualidad impuestos, básicamente, por la fe en Europa. 

Uno de los homosexuales más célebres y peor tratados de nuestro país ha sido Francisco de Asís y Borbón, que se convirtió en rey consorte de España tras casarse con Isabel II. ¿Qué sentido tuvo casar a la reina con un homosexual, y por qué fue tan vilipendiado?

Pues, básicamente, el sentido de Estado de la época en la que le tocó vivir, como básicamente ocurre con todos los enlaces matrimoniales en las casas reales europeas. Se casaban con quien convenía para que la Corona se mantuviera en su lugar como empresa que era. De todos es sabido que nadie garantiza la paternidad de la descendencia, pero sí la maternidad, y si la reina tenía hijos y el rey consorte los presentaba como propios por dinero, eso no representaba tampoco ninguna novedad respecto a otras épocas. Lo mismo con Alfonso XIII, siendo heterosexual. Respecto a por qué fue vilipendiado, la respuesta está en la historia de la moral cristiana en Europa, por maricón, al igual que también Isabel II fue vilipendiada por ser una mujer que se acostaba con quien le venía en gana, además de ser una corrupta, claro.

¿Crees que todos estos personajes LGTBI llegarán a ocupar algún día el sitio que realmente merecen en los libros de texto de historia de las escuelas españolas?

Como personajes que representan hitos en la historia, ya lo ocupan. Ahora sólo hay que mencionar su sexualidad para que el colectivo tenga referentes cuando estudian desde pequeños y no se sientan las únicas personas LGTBI+ del mundo, que es lo que nos lleva pasando en nuestro colectivo desde tiempos inmemoriales.

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Comentarios

  • FRANCISCO

    Por FRANCISCO, el 27 septiembre 2022

    En esta entrevista de Alex Ander sobre el libro de Álvaro Sanjuán, no aparece entre los grandes «maricas» de la Historia, D. Miguel de Cervantes Saavedra. ¡Menos mal!, pues en una de esas pequeñas noticias de «google» incluían el nombre de Cervantes. Espero que sea una de las miles de noticias mentirosas que nos rodean.
    Soy escritor. Mi último libro trata sobre la vida familiar de M. de Cervantes titulada «La historia de Miguel de Cervantes y su hija Isabel contada por Catalina de Salazar. (Ed. Punto Rojo) Hace unos años escribí una biografía sobre Cervantes; quiero decir que me considero un estudioso de Cervantes, que ha dado ya frutos. SU HETEROSEXUALIDAD ESTÁ FUERA DE TODA DUDA. ( El que sirviera un tiempo en Roma al Cardenal Acquaviva o el que un correligionario en Argel le calumniara, no es ninguna prueba de homosexualidad. Mientras que toda su vida y obra está llena de «pruebas», signos de heterosexualidad.
    Un cordial saludo,
    F. Delgado

  • Raymondo Polanco escritor

    Por Raymondo Polanco escritor, el 28 septiembre 2022

    No tengo palabras exactas para describir el deleite de leer artículos del sr.periodista Alex ANDER

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