“La media europea de mujeres directoras es nefasta”
La directora del festival Cine por Mujeres –en curso su quinta edición, hasta este domingo–, Carlota Álvarez Basso, señala las principales barreras de las mujeres para dirigir películas al mismo nivel que los hombres. La falta de referentes, de financiación e incluso el borrado que muchas profesionales han sufrido por los historiadores están detrás de esa desigualdad. Por eso, según indica, es necesario fomentar iniciativas como las investigadoras de Columbia que buscan a las pioneras o la Red Abierta de Mujeres profesionales del Audiovisual. Aunque se muestra positiva por el avance que han visto en estos cinco años, asegura que están muy lejos de la igualdad real. “El día en que eso ocurra el Festival Cine por Mujeres dejará de tener sentido, pero de momento las cifras cantan”, asegura para ‘El Asombrario’.
En estas cinco ediciones del festival, ¿habéis visto avance de la igualdad en el cine?
Hemos constatado que las cosas han mejorado, sin duda alguna, desde que empezamos el festival. Primero, hemos notado que en los últimos dos años los agentes de venta y las distribuidoras internacionales han creado una categoría nueva, ‘female director’. Esto indica que hay un interés de los programadores y festivales, y es una buena noticia. Es verdad que para el festival no es tanta noticia a la hora de conseguir buenas películas premiadas y ahora estamos a codazos, pero es un buen síntoma. En segundo lugar, la presencia de las mujeres profesionales en los medios ya no es cosmética. Las mujeres son parte troncal de los medios y están siendo referentes, en todos los ámbitos, desde ciencia a literatura o cine. Y en tercer lugar, y más visible, las mujeres han ganado los grandes premios y festivales. Como los Oscar, Cannes, Venecia o la Berlinale. O aquí la película Alcarrás, de Carla Simón, que ha creado historia.
Como ha ocurrido con el humor o la literatura, ¿se sigue pensando que hay un cine universal y otro ‘de mujeres’?
Desde luego que ha habido una mayor integración de las mujeres en todo lo que es la dirección, la producción y la distribución, que quiere decir que las estamos naturalizando. Lo que queremos nosotros es que llegue el día en que los directores y las directoras sean un 50-50, como ocurre en Suecia. No queremos que haya un cine masculino y otro femenino, sino que haya paridad y lo natural sea la igualdad. El día en que eso ocurra el Festival Cine por Mujeres dejará de tener sentido. Pero, de momento, las cifras cantan.
Hablando solo de directoras, ¿cuáles creéis que son las primeras barreras que tienen las mujeres a la hora de dirigir películas?
Las mujeres tienen capas de dificultad. A pesar de las buenas noticias, las barreras históricas provocan que haya una falta de visibilidad y de referentes notorios. A estos muros de hormigón hay que añadir otras violencias menos visibles, las slow violences, que son persistentes y demoledoras. Como el techo de cristal, los estereotipos, las dificultades de la conciliación, la nula o escasa corresponsabilidad, las brechas de autoridad, los mansplaining (explicaciones paternalistas) o los manterruption (interrumpir a las mujeres). Digamos que a las capas estructurales se suman los sesgos cognitivos. Contra todo esto hay que luchar.
En el arte esta falta de referentes e incluso borrado de la historia está ahora muy reivindicado. ¿Ocurre lo mismo en el cine?
Precisamente sobre este tema proyectamos en el festival un documental maravilloso llamado ‘Lost Women in Art’ en el que, desde el impresionismo hasta la abstracción, una directora alemana va visibilizando mujeres que han estado presentes en el arte, que han abierto nuevas tendencias, que tenían éxito comercial y han desaparecido. ¿Por qué? No es algo casual, es algo premeditado por los historiadores del Arte. Ha pasado en todos los campos y, en el cine, dificulta que una mujer quiera ser directora. No existen los referentes. Por eso, también traemos a una especialista, Jane Gaines, fundadora del ‘Films Women Pioneers Project’ que, desde la Universidad de Columbia, está recuperando los nombres de las pioneras en el cine a nivel mundial, en Asia, Norteamérica, Europa y Oceanía. En total han logrado recuperar 358 películas que estaban atribuidas a autorías masculinas o bien estaban desaparecidas. Una plataforma académica de investigación fundamental para recuperar la historia y “hacer una rectificación histórica en la Historia del cine”, como dice la propia Gaines.
Hay muchas personas que aplauden que cada vez hay más referentes y más perfiles distintos de mujeres en el cine. Como Emma Thompson hablando de la sexualidad de las mujeres en la madurez o técnicas nominadas en secciones tradicionalmente masculinas, pero ¿es suficiente?
No, no, hay que reescribir la Historia del Cine y de todas las disciplinas. Fíjate que en Suecia, que ha sido el primer país en llegar a la paridad, ellos tienen ayudas al presente, al futuro, pero también al pasado del cine. Dan ayudas específicas a cualquier persona que investigue la Historia del Cine sueco en clave igualitaria. Recuperar la memoria de montadoras, coloreadoras y demás que hayan sido borradas.
Para que estén bien presentes las mujeres de la industria surge Rampa (Red Abierta de Mujeres profesionales del Audiovisual, que fundas junto a Diego Mas Trelles, codirector de Cine por Mujeres. ¿Qué os impulsó a ponerlo en marcha?
Creamos Rampa porque estábamos hartos de escuchar que no había mujeres profesionales en tal o cual especialidad. Y creamos un directorio interactivo gratuito con contacto y localización geográfica de mujeres en cine, publicidad, televisión, videojuegos o realidad virtual en España. Buscamos favorecer la proyección en toda la cadena de la que hemos hablado. Hay muchas técnicas, no solo delante o detrás de la cámara, y la idea es que haya mujeres en todas las profesiones y que si alguna entidad busca mujeres para sus proyectos, pueda pescar en esta bolsa.
Hablando de otros perfiles, ¿crees que hay otras profesiones dentro del cine donde hay más igualdad?
Sobre eso, cabe destacar que pretendemos con este festival poner en valor que hay mujeres en toda la cadena de producción de valor cultural. Los eslabones, aplicables a todas las artes, son la creación, la producción, la distribución, la comercialización y el consumo. Está demostrado, en este último, que las mujeres son las que más leen, las que más van al cine o al teatro. Pero en la pirámide de poder en el cine, el guión, la producción y la dirección, ha mejorado la presencia de mujeres, aunque en las técnicas no tanto. Y luego tenemos maquillaje, peluquería y vestuario, donde las mujeres son mayoría.
En las actrices, una de las reivindicaciones más claras es la brecha salarial. En las directoras, ¿podríamos decir que es la falta de financiación o de confianza en sus proyectos?
Este punto es muy interesante. Precisamente la directora del Instituto del Cine de Suecia, Anna Serner, decía que, una vez llegada la paridad, el siguiente problema es el paritario. No se apuesta por la mujer directora. La propia Isabel Coixet lo decía en la inauguración del festival, que sigue habiendo una gran diferencia entre el dinero con el que trabajan los hombres y las mujeres. Serner decía que los comités avalan los proyectos de hombre por su experiencia y el de las mujeres por su potencial. Esto es brutal, sigue habiendo muchos miedos. Sobre todo de cara a hacer una segunda película.
Y las guionistas, ¿en qué punto están?
Para hablar de esto hemos organizado dos mesas redondas con guionistas españolas, ya que ellas son las que hacen las historias y los relatos que pueden cambiar las mentalidades. Hicieron un manifiesto por el 8 de marzo de 2019 que decía ‘Queremos escribir programas presentados por mujeres que no sean el complemento de nadie. Y mostrar el otro mundo, con las realidades que nunca son prioridades en las agendas mundiales. Hace falta otra mirada. Si no lo hacemos nosotras, lo seguirán haciendo solo ellos’. Es lo que ha pasado en la Historia del Cine y de la Humanidad.
Ya hemos comentado que Suecia es un referente a nivel internacional en la igualdad en el cine; ¿quién le sigue la pista?
Todos los nórdicos, como Dinamarca, pero también en Suiza, Alemania o Bélgica. Aunque hay que señalar que, en términos absolutos, la realidad de la igualdad en el cine es nefasta. Hace poco salió un reportaje que dijo que la media europea de mujeres en la dirección es de un 25%, porque hay países que bajan la media al no tener prácticamente directoras. España está en torno al 30%, que estaría hasta un poco mejor que la media europea.
Aún no se ha cerrado esta edición, pero te pedimos que pienses en qué reto tendréis para la sexta edición de Cine por Mujeres.
Es muy pronto para eso, pero es verdad que estamos en un punto en el que antes teníamos que llamar a puertas y ahora nos están llamando a nosotros, y tenemos tres países que nos ofrecen hacer la sección Focus sobre su cinematografía.
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