La Movida de Soria frente a la despoblación: ¡ni te la imaginas!

La banda El Guapo Calavera. Foto: Eugenio Gutiérrez.

“¿Sabes que esta noche toca Ricardo Lezón, el de McEnroe, en El Hueco?”. “Hoy no te tienes que perder a Hawkins, un grupo sueco supercañero que toca en El Cielo Gira, en la estación, a las 2. Pero las 2 de la tarde”. Bendita la hora del vermut en que fui. Estos momentos, y el amplio conocimiento de la cultura musical soriana de quien me los recomendó, Mitxel Girón, cantante y guitarrista de El Guapo Calavera, sirven para sumergirnos en un mundo sorprendente, colaborativo y hasta mágico, el de la música en Soria. “A la ribera del Duero / existe una ciudad / si no sabes el sendero / escucha esto”, cantaban Gabinete Caligari en ‘Camino Soria’. Yo os propongo leer esto para, desde su capital, conocer los acordes de esta provincia, que actúan como una palanca más para luchar contra su despoblación y olvido. A punto de celebrarse las elecciones autonómicas en esta tierra, podemos decir que esta es la Castilla y León que nos gusta, que desprende vida y asegura futuro.

Escuchando el nuevo disco (Prohibido bailar) de El Guapo Calavera  y viendo los vídeos de sus canciones, ya hay materia para demostrar el punto de reivindicación que muestran algunas composiciones. Así lo atestiguan Chiqui (yo me vuelvo al pueblo), Miss Castilla o frases como “les abrimos nuestras puertas y les dimos lo más valioso que teníamos: nuestra tierra”, en Cuatro tipos malos. “No soy mucho de canción protesta, no sé hacerlo bien y no me gusta dar la chapa en las canciones, pero sí siento que tengo que reivindicar lo de aquí, sobre todo porque hacemos muchas cosas y no se comunican bien, no salen de aquí”, afirma Mitxel Girón. Nacido en Donosti, probó fortuna musical en Madrid, pero enseguida se dio cuenta de que era en Almazán (Soria), primero, y luego en la capital soriana donde enraizaba mejor su vena artística, especialmente junto a Ángel Martínez, Ana Maján y Luís Guillermo, sus compañeros en El Guapo Calavera.

Hago aquí el segundo inciso musical porque una de las recomendaciones de Mitxel, también con su componente de reivindicación rural, me deja anonadado: Mara Row. Las interpretaciones que hace del Ojalá de Silvio Rodríguez y de La Tarara, paseadas por el jazz, son de órdago, y se enmarcan en un proyecto de recuperación e reinterpretación de la cultura rural: Huella. “Es un homenaje al modo de vida rural de nuestros abuelos a través de una vuelta al pasado”, relata Mara. “Nuestra historia bebe de la música y cultura popular que durante generaciones se han mantenido vivas y reivindicadas con orgullo, conformando la identidad de un pueblo arraigado a su tierra”, concluye en su página web.

Mitxel colabora también para El Hueco, una de las iniciativas más activas en la lucha contra la despoblación de la España vaciada y desatendida, por ejemplo con la organización de la feria Presura. En concreto, ahora se encarga de gestionar la página web de la Red Nacional de Pueblos Acogedores, que asesora sobre localidades en las que personas y proyectos se puedan asentar gracias a las condiciones que ofrecen para teletrabajar desde ellos. “Hay gente superválida en muchas zonas rurales y tenemos que orientarles y darles las herramientas para que lleven a cabo sus iniciativas”, comenta el cantante de El Guapo Calavera. Lo hablamos desde varios puntos de la ciudad de Soria con connotaciones musicales.

Un concierto en la sala El Cielo Gira. Foto: J. Rico.

El Cielo Gira sobre la música soriana

Uno de ellos es El Cielo Gira , antigua cantina de la estación de tren hoy reconvertida en uno de los puntos neurálgicos de la creación y expresión artística de Soria. “Fíjate que The Rezillos, grupo mítico del punk y la new wave británica de los años setenta y ochenta, van a tocar en salas de Bilbao, Madrid, Benidorm y aquí”, comenta orgullosa Coro Omeñaca, que junto a su pareja, Eduardo Tejedor, llevan este local que coge el nombre de la película El cielo gira, de Mercedes Álvarez. Esta cinta está considerada, por premios y crítica, uno de los trabajos cinematográficos que mejor refleja la despoblación en Soria, en concreto en el pueblo de Aldealseñor.

Mi presencia en El Cielo Gira se convirtió en una epifanía que, al menos, debía valer seguro para escribir este artículo. Allí estaba un grupo sueco, The Hawkins, para mí desconocido, pero desde entonces imprescindible en mi discoteca, dando un concierto repleto de rock and roll visceral, sin concesiones, a las dos de la tarde y a un metro de tu cara. Y encima pides platos vegetarianos (porque El Cielo Gira tiene una carta más que digna) y no te miran raro. Por ejemplo, hay hamburguesas veganas. Y lo pides en una antigua cantina decorada con exquisito gusto musical, con creaciones de artistas de Soria. Y resulta que allí está además la crema y la nata del ambiente musical de la provincia, incluido Arturo Alonso, con su selección de discos a la venta procedentes de su tienda: Discos El Rincón.

“Para que te hagas una idea, el nombre empresarial de todo esto es Plataforma Cultural 14, porque lo que queremos es fomentar la música y ayudar a los músicos”, explica Coro. El golpe cultural que supusieron los peores momentos de la pandemia por covid, con el confinamiento duro, se notó doblemente en zonas como Soria, con menos lugares donde grabar, ensayar o actuar. “Lo tuvimos claro y abrimos un espacio al aire libre en el que hubo once conciertos de artistas y grupos de Soria, para que se les pasara el mal trago de no estar tocando nada”, señala la copropietaria de El Cielo Gira. Lo de “plataforma cultural” no solo tiene que ver con la música. Aquí se presentan también libros, y su historia y su decorado están muy ligados a la obra del artista plástico Julián Ratatine. Otra artista, Eva Carballares, también expone aquí, y veremos más adelante su relación con el mundillo musical.

Cisco para que prenda la llama musical

Aprovecho la estancia en El Cielo Gira para que Mitxel Girón me presente a esa crema y nata de la música soriana, como Daniel Penacho, guitarrista y voz de un power-dúo contundente y garajero, Solofende, a base de su guitarra y la batería de Eduardo Abad. Por cierto, en El Cielo Gira también hay espacio para que ensayen Solofende, El Guapo Calavera y otros grupos de Soria, como Proyecto Hermético. Daniel, junto a otros músicos y músicas ha puesto en marcha la iniciativa Cisco, que hace referencia a la materia vegetal que mantenía vivos los braseros en muchas zonas rurales. Explica que “es una forma de identificarlo con la chispa que pretendemos encender para que prenda la llama de la escena musical soriana de un modo colaborativo, horizontal y autogestionado, sin necesidad de depender de subvenciones públicas, dando las claves y las herramientas para que cada artista o grupo pueda tirar para adelante con su música”.

Una de las realidades en marcha gracias a Cisco es la elaboración de un recopilatorio (Viba Soriha) de grupos sorianos, entre los que ya están confirmados El Guapo Calavera, Metal Barbies, Bastard, Solofende, Los Trócolos, Chencho Valdenebro, Proyecto Hermético, A Pan y Agua y Mountain Surfers. También se ha creado un tablón de anuncios para poner en contacto a músicos que quieran crear sus propias bandas. Este proyecto se une a la efervescencia musical que desprenden desde la capital soriana festivales como Enclave de Agua (soul, funk, rhythm & blues, afrobeat, reggae…), Undersound (metal y hardcore), Soria Rock (rock en su más amplia expresión) y la unión entre la asociación Envibop y el Café Teatro Ávalon, con una programación más centrada en el jazz y el blues. Todo sin olvidar otro lugar mítico para la charla y la escucha musical, el Underground Rock Bar.

Con Mitxel salimos en busca de paisajes sorianos con reminiscencias musicales, bien porque toquen grupos en el más carismático de sus parques, el de la Dehesa o Alameda de Cervantes; bien porque nos sigamos cruzando con lo mejorcito de la escena musical en la emblemática zona de El Collado; o bien porque sea lugar donde se graban vídeos musicales, como Chiqui (yo me vuelvo al pueblo) de El Guapo Calavera en Pedrajas, una pedanía de Soria capital, o como la actuación de Meta (dúo de música electrónica) en la serie de TVE Un país para escucharlo en el puente por el que se accede a la espectacular ermita de San Saturio.

Comarca de Pinares y Almazán, “no te los pierdas”

Como en la serie presentada por Ariel Roth, Mitxel continúa su labor de cicerone mostrando los valores musicales de esta tierra. “Tenemos que ir ahora a la comarca de Pinares, al norte, pegado a Burgos y La Rioja; eso es lo más, es como si fuera un mundo aparte, con un talento y una creatividad que alucinas”, me dice entusiasmado. El problema es que me queda poco tiempo y poco espacio para escribir, pero, cómo no ir terminando con nombres tan opuestos estilísticamente y con tanta calidad como Alimaña Hardcore y Laura WildWind y Cardelina , del rock extremo del primero al folk-country de las segundas, con vídeos grabados entre pinares y con Eva Carballares, la pintora que expone en El Cielo Gira, ilustrando la portada del reciente disco (What we had) de Cardelina.

“Bueno, pues al menos te vendrás a Almazán, donde yo viví, que estamos a poco de Soria y allí hay otra sala mítica, Maneras de Vivir ”, insiste Girón. El nombre me engancha, que uno comparte barrio en Madrid (Carabanchel) con Rosendo, el creador de Maneras de vivir en su etapa con Leño. Tan importante es esta sala, que organiza un festival a mediados de julio, Almazán Suena . El año pasado, por culpa de la pandemia, se convirtió en un ciclo de conciertos con artistas de Soria y de fuera, como M-Clan y Raimundo Amador. Ya metidos en plan festivales, Mitxel dice que me apunte el RazonValley Music, organizado por El Hueco en Valdeavellano de Tera; el AlmaRock en Almarza; y dos que tendrán lugar por primera vez este año: el Covaleda Fest en Covaleda y el itinerante Motorbeach Festival en Vinuesa. En los carteles de estas citas te das cuenta que la nómina musical de Soria se amplía a la rumba y el flamenco (Los de la Guitarra y el Copón), el folk (Menaya Folk y Bardos, Druidas y Otras Movidas) y la música urbana (Kogor y DJ Noy’s)

Tras este frenético y suculento viaje necesito parar y elijo Noviales. Hasta allí me ha mandado indirectamente Mitxel, que me presenta a Ricardo Lezón, y directamente la música de este mismo. “Tal vez podríamos enamorarnos / y, como los glaciares blancos, / deslizarnos por los barrancos”, canta en Noche en Noviales. Ricardo obtuvo una importante inspiración para sus composiciones lánguidas y ensoñadoras durante su estancia en este pueblo de la comarca Tierras del Burgo, donde llevaba un hotel rural. Por mi parte, el tren que me devolverá a Madrid está a punto de llegar a la estación de Soria. Creo que nunca una espera de un tren, gracias a El Cielo Gira, su arte y sus gentes, me ha resultado más gratificante. Volveré.

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